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domingo, marzo 18, 2018

DIA 77: PSICOGEOGRAFIA: LUGARES DEL CORAZON

La influencia de los lugares en la mente y en el corazón.

La Psicogeografía es una propuesta mediante la cual se pretende entender los efectos y las formas del ambiente geográfico en las emociones y el comportamiento de las personas. 

La Psicogeografía es el estudio de la influencia que ejercen sobre nuestra psicología los diferentes espacios y entornos físicos en los que desarrollamos nuestra vida diaria.
El lugar donde vivimos puede llegar a cambiar nuestra forma de pensar, de sentir, de comportarnos o de relacionarnos, en las siguientes maneras:

Reduce el estrés
Mejora la memoria
Estimula la creatividad
Eleva nuestra autoestima
Nos da fuerzas para salir adelante (resiliencia)
Nos hace sentir realizados
Existen distintos tipos de lugares psicogeográficos:

Lugares de afecto
Lugares de alegría
Lugares de tristeza
Lugares de ansiedad
Lugares de nostalgia
Lugares de temor
Lugares de enojo
Lugares de violencia
Lugares de desesperación
Lugares de dudas
Lugares de recuerdos
Lugares de aburrimiento
Lugares de fiesta
Lugares de placer
Lugares de pasión
Lugares de romance
Lugares de deseo
Lugares de ensueño
Lugares de vida
Lugares de inspiración
Lugares de realización
Lugares de reflexión
Lugares de descanso
Lugares de paz

Y para ti, ¿cuál es tu lugar favorito?


domingo, febrero 25, 2018

DIA 56: ¿LOS HIJOS SE PORTAN PEOR CON LA MAMA?

¿Será cierto que niños y niñas se portan peor con la mamá que con nadie más?

Si tienes la sensación de que tu hijo se comporta peor cuando estás cerca, analizaremos si realmente es así.
Una madre expresaba: Siempre que llego y le pregunto a la señora que me ayuda cómo se han portado mis hijos la respuesta es “¡¡de Maravillas!!” ¿Cómo? ¿Estamos hablando de los mismos niños con los que lucho todas las noches para que coman bien, que me cuestionan todo, que no quieren bañarse o cepillarse los dientes o despertarse o ponerse la ropa?

Otra madre opinó: ¿Por qué será que cuando pasamos tiempo con ellos se portan peor? ¿No se supone que soy su mamá y que no hay nadie más en el mundo que se preocupe más por ellos que yo? ¿me pasa solo a mí?

No es de extrañar que, en la guardería, en la escuela o en casa de personas extrañas tus niños se comporten de manera muy diferente a como lo hacen en casa y, sobre todo, contigo.

En un marco de posibilidades abiertas, se cree que el niño asume que la madre es ese lugar seguro en el mundo donde se siente tranquilo y a salvo, por ende, cree que puede hacer lo que sea porque siempre todo estará bien para él. El vínculo de confianza que se crea entre la madre y el hijo es tan estrecho que, genera en él ese clima necesario en el cual se siente tan cómodo que hasta la cuestión de límites le resulta inaceptable, cree inconscientemente, que no interesa cuan mal se comporte, pues su madre estará allí eternamente y siempre sentirá por él, el mismo amor.

Los pequeños enseñan en casa ese verdadero yo que guardan mientras están fuera. Cuando están lejos de casa, es probable que en otros ambientes extraños y otros contextos no se sientan lo completamente cómodos como quisieran.

Muchas mamás piensan que sus hijos se portan peor con ellas porque pasan más tiempo con ellos en comparación con el padre; otras piensan que es porque son más consentidoras.

Aunque pudiera parecer así, lo cierto es que, hasta la fecha, no existe un estudio serio y contundente que pueda confirmar este hecho.

La verdad sea dicha, todos sabemos que los pequeños cambian su comportamiento dependiendo de a quién se dirijan o con quién estén. 

Ahora bien, si es papá, mamá o los abuelos con el que se porta peor el niño, solo los que están a cargo de su crianza lo saben.


Las pautas de la rutina diaria te serán útiles

Los niños asumen que su madre es quien cumple con la función de cubrir sus necesidades tanto las alimenticias, las de cuidado, como las emocionales. Acuden cuando las llaman, los protegen, los aman. Cuando todo esto no sucede como ellos lo requieren, es cuando comienzan los problemas.
Entonces, aquí debemos proponernos trabajar con las emociones. Esto significa que es una tarea que debe hacerse desde que son muy pequeños. Existen unas rutinas que se pueden hacer en casa, con el fin de enseñarles una estructura de cómo manejarse cuando están en casa. Se trata de que puedan comprender lo que la madre espera de ellos en diferentes circunstancias a lo largo del día. El propósito es que los pequeños aprendan a conseguir esa tranquilidad que tanto necesitan.

Una lección práctica para ti

Otro punto muy importante, hablando de rutina, es que a ti también te servirá para acompañarte en este proceso. De esta manera tú también tendrás la oportunidad de organizar mejor el día a día y regular así esa ansiedad y ese estrés que te genera los inconvenientes con el niño. Una actividad importante en materia de organización tanto para ti como para el pequeño consiste en ir avisándole el horario en que termina la hora del juego, avisarle que debe lavarse las manos para comer unos 10 minutos antes y que debe dejar lo que está haciendo para cumplir con la regla. Este tipo de reglas también te serán prácticas como apoyo no solo a ti, sino para la organización de todos los que viven en la casa.

Es bueno poder superar esta etapa que te genera cierta incertidumbre y alguna sensación de descontrol, pues aprenderán juntos a vivir cada momento y a disfrutar mejor la vida en familia. Mantener la armonía en el hogar es una de las tareas más difíciles para los padres, es un desafío diario, pero es reconfortante lograrla para aprender a crecer juntos construyendo un hogar feliz.

Y tú, ¿qué opinas? ¿Tus hijos con quién se comportan peor?

Fuente: padresehijos.com