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sábado, junio 23, 2018

DIA 174: 25 RAZONES POR LAS QUE LA GENTE MIENTE

  1. Para protegerse
  2. Por necesidad de aprobación
  3. Para cubrir otra mentira
  4. Para adaptarse
  5. Para darse importancia
  6. Para halagar
  7. Por interés
  8. Para ganar tiempo
  9. Por piedad
  10. Por venganza
  11. Para no perder a su pareja
  12. Para no romper una relación o un vínculo
  13. Para quedar bien
  14. Por cobardía
  15. Por hábito y/o costumbre
  16. Por imitación de otros
  17. Por seguir el ejemplo de las personas que han estado a cargo de su crianza 
  18. Para librarse de un castigo, multa o represalia
  19. Para lograr un fin
  20. Para confundir las mentes de las personas
  21. Para fastidiar y/o molestar
  22. Por bromear y divertirse a expensas de otros
  23. Por vergüenza
  24. Para ocultar algo y no ser descubierto
  25. Porque es una patología (mentiras patológicas o enfermizas) y no se ha tratado con un Psicólogo y/o Psicoterapeuta

domingo, julio 13, 2014

COMO SABER SI MIENTE: OJOS, GESTOS, CONDUCTA

Lenguaje corporal

Los ojos
El mentiroso se siente incómodo al encarar a la otra persona que lo cuestiona, por ese motivo no te mirará a los ojos o mirará hacia otro lado.
Por lo tanto una persona que te miente, evitará hacer contacto visual contigo.
Es muy importante contar el número de veces que parpadea. El ser humano parpadea una vez o dos veces cada 10 segundos, en condiciones normales, si miente suele aumentar el número de parpadeos cada 10 segundos. A este efecto hay que añadir una dilatación de las pupilas.
Los ojos son las ventanas a nuestra mente.

La sonrisa
Cuando mienten, la expresión de una emoción se da de forma tardía, dura más de lo natural y se detiene súbitamente.
Una expresión natural nunca dura mas de 10 segundos si se extiende más tiempo es falsa.
La típica sonrisa tonta, que sale a destiempo y se corta en seco.
Las emociones se expresan a través de toda la cara, es un conjunto de rasgos, si están mintiendo solo utilizan una parte del rostro, por ejemplo: los labios y el mentón, por defecto los párpados inferiores.
Para saber si una persona nos miente, hay que leer la frente, los ojos y las vulgarmente llamadas "patas de gallo".
La cara es espejo de nuestras emociones.

Gestos y Comportamientos Corporales


-Un dato muy importante es observar las formas en las que las manos se llevan al rostro al mentir. Frotando una oreja o un ojo, tapando parcial o totalmente la boca (esta expresión es generalmente disimulada tocando la nariz). También afirma Allan Pease que el hecho de rascarse el cuello o tirar del cuello de la camisa podrían indicar que un individuo miente.
-La duración de los gestos y emociones son anormales.
-Las emociones suelen darse de una en una, pero si mientes las sobre ponen.
Un ejemplo claro: Tú haces un regalo, lo primero que esperas es una emoción de felicidad y a continuación las gracias. Este seria el orden correcto, “has triunfado”. Pero cuando se solapan las dos emociones, lo sentimos “no has triunfado”
-Si mienten suelen cambiar de postura, se sienten incómodos. Es un acto reflejo.
-Subconscientemente pondrá objetos entre él y la otra persona: libros, revistas, etc.
-Mantendrá su expresión física limitada y muy rígida. Hará muy pocos movimientos.
-Si cruza los pies. Es sinónimo de cerrarse a la conversación, si no lo puede hacer con los brazos, lo hará con los pies.
-Si frunce el ceño al contestar positivamente a una afirmación. Fruncir el ceño, es decir, la parte baja de la frente justo en medio de las cejas, es una señal de enojo, desacuerdo o evaluación de lo que acabamos de escuchar o de lo que estamos comunicando.
-Si cierra el puño. Cuando una persona al hablar cierra el puño puede indicarnos tres cosas principalmente: o algo de lo que escuchó de nuestra parte le molestó, está tenso por eso, o bien, se siente vulnerable y es una señal de defensa.
-Si no muestra las manos. No mostrar las manos refleja que no está diciendo toda la verdad y oculta algo.
-Si exagera su contacto visual. Ante una pregunta que exija hacer un cálculo mental o matemático, todo ser humano tendrá que desviar por un instante la mirada, en caso de no hacerlo, es un discurso estudiado, por lo que miente.

Comportamiento y Reacciones

Un consejo, levántate de la silla, ponte a limpiar, colocar la estantería, cualquier cosa que se te ocurra, dale la espalda, agudiza el oído y empieza la conversación. El mentiroso se sentirá mas confiado y será mas fácil saber cuándo miente.
-Un mentiroso se suele poner a la defensiva, no cuestiona, no defiende y no discute, solo dirá que no a todo, con pocas palabras y explicaciones.
-Una persona mentirosa siempre actúa a la defensiva, mientras que una inocente suele estar a la ofensiva.
-Tratará de cambiar de tema súbitamente, está incómodo e intentará cambiar el tema de la conversación con humor o sarcasmos.
-Algo muy común en las personas que mienten es utilizar el mismo lenguaje, la misma frase para responder a la pregunta:
¿Anoche cenaste en casa de Miguel?
Respuesta de un mentiroso.
Sí, anoche estuve cenando en casa de Miguel.
-Los mentirosos odian los vacíos en las conversaciones, tienen sentimiento de culpa, intentarán rellenar el vacío con comentarios y detalles innecesarios para convencerte.
-La creatividad y la imaginación son lentas, con lo cual contarán las historias de una forma monótona sin enfatizar.
Usará palabras forzadas y sofisticadas, con una gramática sumamente correcta, alargando las frases.
Por último algo muy curioso.
Si crees que alguien te miente, cámbiale el tema de la conversación, un mentiroso se sentirá mucho más cómodo, mientras que alguien inocente se sorprenderá y pedirá que vuelvan al mismo tema.

Recuerda: “Es más importante saber por qué mienten, que saber si mienten”.

Por: Allan Pease

www.psicologosperu.com

viernes, noviembre 13, 2009

LA MITOMANIA

La mitomanía un impulso por mentir

Cuando alguien tiene un impulso por mentir que no se puede frenar es un síntoma de que algo no anda bien en su desarrollo síquico. La mitomanía no es una enfermedad en sí misma, sino que corresponde a un conjunto de síntomas que pueden presentarse en diversas enfermedades síquicas, particularmente en trastornos de personalidad, explica la terapeuta familiar Ana Simó, del Centro Vida y Familia.

Y es que los mitómanos mienten para construir una mejor imagen de sí mismos frente a la sociedad, sus amigos o para conseguir lo que desean sin importar cuál sea el objetivo.

La palabra mitomanía la comenzó a utilizar el profesor francés Ernest Dupré, alrededor del 1900, viene del griego “mythos” (mentira) y “manía” (compulsión); es un trastorno psicológico que consiste en mentir de forma patológica, falseando la realidad.

“El mitómano recurre a esta conducta continuamente sin pensar en las consecuencias, con tal de maquillar la realidad que considera inaceptable. Sabe que miente, pero por repetición, eventualmente termina creyendo sus propias mentiras y es entonces cuando la línea entre la realidad y la fantasía se torna borrosa.

Vive en un mundo irreal y utiliza la mentira para conseguir lo que quiere, miente para construir una mejor imagen de sí mismo frente a la sociedad y la mentira se convierte en algo cotidiano que no puede evitar”, señala la experta.

Cómo reconocer a un mitómano. Tienen una serie de características que los distinguen, como por ejemplo, que es una persona convincente, manipuladora y su discurso suele ser verosímil, tiene talento histriónico y sabe actuar, no acepta fácilmente su problema, algunos tartamudean, cambian de tema constantemente y dicen diferentes versiones del mismo tema en diferentes ocasiones y a diferentes personas, explica Simó.

Además, en su discurso se mezclan indistintamente retazos de verdad con fantasías, aunque son más o menos creíbles: suelen mentir sobre su vida, su trabajo, su salud, historial médico, edad, la profesión de los padres y un sinnúmero de cosas que en realidad no deberían ser maquilladas para ser contadas.

Sin embargo, lo que muchas personas deberían saber es que la mitomanía no es inofensiva: tiene muchos efectos en el plano social: se pierde credibilidad y prestigio social.

“El mitómano es la persona a quien todos catalogan como ‘el cuenta cuentos’. A nivel familiar es visto como poco fiable y termina por perder familiares y amigos”, dice la terapeuta Ana Simó.

Mitómano o simple mentiroso

Lo que diferencia al mitómano de una persona mentirosa es que el mentiroso inventa mentiras para defenderse o protegerse, es decir, con una finalidad, pero en el mitómano prevalece el carácter compulsivo de la mentira y sin una fuente de motivación, afirma Simó. “Es como una tendencia morbosa de desfigurar la realidad; imagina y siente cosas que no suceden realmente” asegura.

Los mitómanos también se diferencian de los psicóticos porque si bien se dejan llevar por sus fantasías, mantienen un juicio de la realidad suficiente como para darse cuenta de que están mintiendo.

Y aunque la mitomanía es más frecuente en hombres, también se da en mujeres.

Tratamiento

Es casi imposible que quien padece de mitomanía busque ayuda; generalmente es llevado a consulta por otras personas o acude a terapia por otras razones, pero mientras no se someta a una terapia, la mentira dominará su vida. Si acude a un especialista puede superar este problema y vivir en la realidad.

Niños mentirosos

Las mentiras o las alteraciones de la realidad no tienen la misma connotación en niños que en adultos. En la infancia la mentira no tiene juicio ético debido a la inmadurez del desarrollo cognitivo y emocional, ya que el razonamiento de los niños no está totalmente definido, sino hasta más o menos los diez años. Pero si las mentiras son muy frecuentes hay que preocuparse, pero es indudable que todas las mentiras de los niños hay que corregirlas y no estimularlas. Los niños viven una fantasía que no puede catalogarse como mentira y mucho menos mitomanía. Cuando un niño plantea que tiene un amigo imaginario, él cree que existe y por lo tanto no está mintiendo. En este caso hay una imaginación exacerbada que no es mitomanía, ya que se presenta en el contexto de la evolución cognitiva de la persona. El concepto mitomanía sólo se reserva a la mentira compulsiva. Es importante poder confrontar al niño para hacerle ver que la mentira no es buena.

Ana Simó señala que aún no hay una única razón que la origine, pero sí se puede hablar de posibles causas:

1. Personas que sufren de un trastorno de personalidad hipertímica, es decir personas con un ánimo muy elevado, alegres, superficiales, frívolas, que carecen de perseverancia y responsabilidad.

2. La insatisfacción o necesidad imperiosa de aprobación, admiración y afecto.

3. Las conductas ambivalentes: familias que simulan una posición social que no tienen, matrimonios que fingen un vínculo inexistente o padres que sostienen en secreto una doble familia pueden estimular a la mitomanía en sus hijos.

4. La baja autoestima: los mitómanos son personas que no se aceptan como son.

5. También puede interferir la genética, en el sentido de que se puede heredar.

Por: SUEDI LEÓN JIMÉNEZ

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