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miércoles, febrero 05, 2014

ORTOREXIA

Si comer sano te obsesiona podrías sufrir ortorexia. Así se denomina el trastorno obsesivo que lleva al extremo la alimentación sana y que consiste en un control exhaustivo y cada vez más estricto de los componentes de los alimentos.

Cuando comer bien es una obsesión
Ortorexia u ortorexia nerviosa es un término acuñado por Steven Bratman para calificar como trastorno alimentario la obsesión patológica por comer comida considerada saludable por la persona, lo que este doctor estadounidense sostiene que puede llevar a la desnutrición, incluso a la muerte.

Bratman acuñó el término en 1997 del Griego ὀρθός orthos, 'correcto', y ὄρεξις orexis, 'apetito'. Literalmente 'apetito correcto', la palabra es un símil de anorexia, 'sin apetito'.

Bratman describe la ortorexia como una obsesión perjudicial para la salud como el trastorno obsesivo-compulsivo, con lo que el paciente considera alimentación saludable.

El sujeto puede evitar ciertos alimentos, como los que contienen grasas, conservantes, colorantes artificiales, y tener una mala alimentación. Bratman afirma que "la desnutrición es común entre los seguidores de las dietas de comida saludable.

¡Como todo lo que se lleva al extremo, puede ser peligroso!

En un principio, la ortorexia puede parecer que se trata de un comportamiento adecuado (comer sólo productos sanos y naturales), y que va a resultar beneficioso para el organismo del que lo practica. Sin embargo, puede convertirse en un serio problema y ocasionar graves repercusiones, tanto sobre la calidad de vida como sobre la salud.

Cualquiera puede desarrollar esta inclinación patológica, aunque las personas más vulnerables son aquellas muy exigentes consigo mismas y con los demás, con un carácter recto y estricto, a las que les gusta planificar y llevar un control exhaustivo sobre su vida y sus actividades cotidianas.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que la ortorexia afecta, hoy en día, al 28 por ciento de la población de los países occidentales, principalmente a adolescentes y a mujeres. Y según ha explicado el nutricionista y naturópata del Instituto Médico de la Obesidad (IMEO), Rubén Bravo, en declaraciones a Europa Press, su prevalencia "podría ir en aumento" en los próximos años, ya que la sociedad actual "tiende a los extremos" y las personas o se cuidan en exceso o no se cuidan nada "y tienden a la autodestrucción con la comida como ocurre con la obesidad".

La ortorexia puede comenzar por limitar mucho la alimentación, evitando la ingesta de carne roja, huevos, azúcares, lácteos y grasas, y agravarse hasta conducir al "aislamiento social", ya que el individuo se agobia si por ejemplo tiene que asistir a una comida entre amigos o una comida empresarial. "Estas personas se creen superiores a aquellas que no siguen esta forma de vida", aclara Bravo, y suelen presentar "una falsa autoestima" basada en esta idea de superioridad y en el pleno convencimiento de que su vida es "mejor" que la del resto.

Quienes sufren ortorexia son personas que están "más preocupadas por la calidad de los alimentos que por el placer de comer". Por ello, dedican gran parte de su tiempo (3 o más horas al día) a organizar la dieta y la planifican con mucha antelación, se desplazan grandes distancias para conseguir alimentos especiales o puramente ecológicos, los pesan, analizan sus componentes y abandonan sus actividades diarias para poder llevar a cabo su patológico modo de vida. En el ámbito psicológico, Bravo explica que suelen presentar "niveles altos de dopamina y niveles bajos de serotonina, lo que hace que tengan un exceso de euforia combinado con niveles de ansiedad altos". Y a nivel fisiológico puede suceder tanto que presenten un exceso como que sufran un déficit de vitaminas.

Fuentes: Wikipedia, muyinteresante.es y webconsultas.com

http://www.psicologosperu.com

http://www.psicologoslima.com

martes, febrero 04, 2014

MEGAREXIA

Están gordos y no se dan cuenta
La Megarexia es un trastorno de la conducta alimentaria, de nuevo descubrimiento, estudiado por el Dr. Jaime Brugos, no recogido aún en la literatura científica y que vendría a ser lo opuesto a la anorexia nerviosa. Implica una distorsión de la imagen corporal, al igual que en la anorexia y la dismorfofobia.

El nutricionista español Jaime Brugos fue quien dio el nombre de megarexia a un desorden del comportamiento alimentario, que consiste en ser obeso sin querer verlo ni admitirlo. Se trata, en realidad, de una distorsión en la percepción de su propia imagen corporal y, por lo tanto, es un problema de origen psicológico que tiene como consecuencia el aumento de peso y la malnutrición en aquellos que lo padecen.

Si las personas que padecen anorexia se miran al espejo y se ven obesas, aunque se les marquen los huesos bajo la piel y sufran una delgadez límite, a los megaréxicos les ocurre exactamente lo contrario, no son capaces de percibir su exceso de peso, encuentran su físico agradable, y no sólo no se preocupan por la línea, sino que se atiborran de comida poco saludable, como dulces y grasas. Son obesos malnutridos, que cada vez comen más y peor.

Las personas que sufren de megarexia tienden a padecer de obesidad y no se someten a ningún tipo de régimen alimenticio. Debida a la distorsión de su esquema corporal, característica de los trastornos alimentarios, cuando se miran al espejo no perciben la obesidad, al contrario se ven a sí mismos como personas sanas y delgadas, y no son capaces de valorar el alcance de su problema. Llevan hábitos de vida insaludables. Estas personas consumirán grandes cantidades de comida basura que contienen muchas "calorías vacías", lo que conlleva a medio plazo al padecimiento de síntomas de desnutrición debido a la carencia de nutrientes esenciales, tales como vitaminas, minerales y aminoácidos, y provocar diversas condiciones patológicas secundarias como la anemia. Este déficit de nutrientes altera la bioquímica del cerebro, al igual que ocurre en la anorexia, por lo que la megarexia puede convertirse en una grave enfermedad.

Además estas personas consideran que el exceso de peso es sinónimo de salud y vitalidad por lo que no restringirán ningún tipo de alimento, y consumirán grandes cantidades de comida chatarra refinada en forma de alimentos hipercalóricos, ricos en azúcares simples, grasas saturadas, féculas, almidones y aditivos alimentarios; tales como dulces, bollería industrial, frituras, postres, frutos secos, comida rápida (hamburguesas, pizza, patatas fritas, comida precocinada, etc.), serán algunos de los platos principales en la dieta de los megaréxicos.

Por lo general los megaréxicos son inconscientes de su enfermedad. Evitan fotografiarse a sí mismos e ir de compras a tiendas de ropas para seguir negando la realidad. Esta dinámica de autonegación puede resultar en conductas hostiles hacia ellos mismos y los demás.

Megarexia
Fuente: Wikipedia y webconsultas.com