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viernes, julio 11, 2014

COMO SER SOLTEROS FELICES: 10 CLAVES

Si te encuentras solo o sola y durarás algún tiempo así o sientes que se aproxima un periodo de estos en tu vida, atiende estos consejos para ser una persona felizmente soltera. Una gran cualidad de los solteros es que llegan a desarrollar un fuerte sentido de sí mismos.

1. Di no a los clichés. La realidad es que una persona soltera puede ser realmente feliz y exitosa si se lo propone. Los solteros no se pasan la vida como los clichés de las películas bebiendo solos en un bar, llorando con amargura su soledad y por haber perdido al amor de su vida o por nunca haber dejado que el amor llegara a sus corazones.

2. Obsérvate a ti mismo. Este es un paso importante hacia el conocimiento de tu persona. Te encontrarás con la cuestión de encontrar a alguien pero piensa exactamente por qué te planteas buscar una pareja. ¿Realmente das pasos concretos para lograrlo? ¿Tienes un verdadero interés en este cometido o es tan importante para ti como hacer la lista del supermercado o leer el periódico? No permitas que la cultura influya en tu actuar. Tal vez sí quieres una pareja, pero ahora no o tal vez nunca. Conócete a ti mismo y entonces, de verdad vivirás una vida plena.

3. Decide por ti mismo quién es especial y quién no. Puede que en tu vida ya haya alguien especial, puede tratarse de un amigo muy cercano o un hermano y no una pareja romántica. O tal vez no sólo es una persona sino muchas, como toda tu familia y amigos.

4. Reconocer a otros solteros. Los solteros saben muy bien que existen otras personas solteras en el mundo, no se cierran y piensan que ellos son los únicos que viven en soledad. Los solteros reconocen que no todo el mundo quiere estar con otra persona todo el tiempo, no importa lo especial que esa persona puede ser.

5. Momentos sociales y momentos de soledad. Debes comprender también, que todas las personas pasan por momentos a solas y disfrutan de ellos, igualmente esas mismas personas disfrutan mucho de los momentos en que socializan con otros. La combinación de ambos tiempos es diferente para cada persona. Si necesitas un tiempo a solas dátelo, si lo que quieres es salir con personas hazlo, y disfruta de ello.

6. Identifícate. Debes aprender de tus experiencias y saber si eres autosuficiente. Si lo eres, sigue adelante, haz frente a las cosas y toma decisiones por tu cuenta. En un estudio reciente realizado a adultos mayores de más de 40 años de edad, que habían vivido solos durante casi toda su vida, se descubrió que su bienestar se debía a su autosuficiencia. Cuanto más independientes eran, más felices eran. Por el contrario con los casados, éstos mientras hacían más cosas por su cuenta eran más propensos a ser infelices.

7. Haz caso a tu corazón. Los solteros que realmente son felices, están perfectamente conscientes de que sólo hay una persona en su corazón y son ellos mismos. A ellos se les llama solteros de corazón y aunque suene un poco triste, la verdad es que estas personas son las que viven más plenamente sus vidas, sus vidas son más significativas y son más auténticos.

8. Conoce el significado real de las cosas. Los solteros, a diferencia de los que decidieron casarse, conocen las dimensiones reales de la palabra matrimonio. Quienes se casan, lo hacen con la esperanza de ser más felices o de que sus vidas cambien con este gran paso, sin embargo, en casi todos los casos, sucede el efecto llamado “luna de miel” que consiste en el sentimiento de alegría y de que la vida mejorará pero esta sensación se disipa rápidamente y las personas se encuentran sino deprimidos, no más felices, y su autoestima baja.

9. Lo mejor viene con la edad. Según la escritora Bella de Paulo, es muy popular la creencia de que los solteros son infelices y que, conforme van creciendo o envejeciendo, se vuelven más miserables por la vida que llevan. ¡Pero esto es totalmente falso! De hecho, muchas personas solteras se vuelven más seguras sobre la vida a través del tiempo, y les importa menos la opinión de otras personas; están menos zarandeados por las opiniones de otras personas. Así que si eres soltero o soltera, deja ya de preocuparte por lo solo/sola que puedes estar, comienza a vivir tu vida y disfruta de ella.

10. Conócete. Los solteros se conocen y creen en sus capacidades. Existe la cultura de que a cierta edad ya se debe contar con una pareja estable y debe haber ya un compromiso fuerte, matrimonio, hijos. Sin embargo, los solteros son lo bastante seguros para saber que pueden vivir vidas individuales, significativas y gratificantes si deciden hacerlo.

Fuente: Univision

lunes, noviembre 17, 2008

SOLTEROS DEL SIGLO XXI

Por Jennifer Llanos

http://www.psicologosperu.com/

Todos hemos estado, estamos o estaremos solteros(as) en algún momento de nuestra vida. Y esto nos ocurrirá cada vez con mayor frecuencia, según los especialistas. Hay quienes dicen que la culpa es de las mujeres porque se han vuelto más egoístas y ambiciosas; otros responsabilizan de esta nueva realidad a los hombres que seguirían buscando en cada chica la mirada constante, la palabra precisa, la cocina perfecta de su madre.

Como sea, el hecho es que nos encontramos en la mejor época para estar soltero o soltera. Por ejemplo, después de un buen rato de no ver el filón de oro que se escurría delante de sus narices, publicistas y comerciantes empiezan a tratar a los solteros como lo que son: el público que más invierte en cuidados personales, capacitación profesional, actualización académica, viajes de placer y cultura en general. Dado que la vida social de un célibe suele ser más intensa que la de un casado -los solteros de entre 20 y 39 años frecuentan un promedio de 12 personas a la semana mientras que los otros solo 9.6-, el presupuesto que destinan a salir y divertirse también es bastante más significativo (las solteras van al cine 3 veces más que las casadas). Y si bien todavía sale más a cuenta comprar un paquete turístico para 2 personas que para una sola, cada vez hay más gente que se anima a irse de vacaciones sin compañía y las mesas de a uno ya no despiertan cuchicheos entre los mozos.

Esta más influyente especie que cada día se desplaza con más aplomo sobre la faz del planeta no solo ha dado pie a toda una rama editorial sino que además está resultando mucho más interesante y vendedora que nosotros, los humildes y rutinarios -pero felizmente- casados. Así, desde España, Juan Antonio Bernard ("Psicología del Soltero: Entre el Mito y la Realidad") ha dividido a los solteros en 2 grandes familias (formadas por 22 categorías en total): los que disfrutan plenamente su estado civil y lo toman como una etapa enriquecedora, y aquellos que lo padecen como un lastre. Entre los primeros tenemos-vaya usted ubicándose donde mejor le acomode- a los egoístas, los neocélibes (personas muy calificadas, seguras de sí mismas que no sienten la obsesión de encontrar el alma gemela ni de fundar una familia), los libertinos, los solidarios (se involucran en causas humanitarias o religiosas) y otros. En el segundo grupo encontramos a los refractarios al compromiso, los calentadores, los rencorosos, los nostálgicos y siguen firmas.

Como vemos, los solteros del siglo XXI pueden ser muchas cosas, pero si hay algo que definitivamente han dejado de ser es una mancha de marginales ansiosos de redimirse a través del altar. Ya no tienen necesidad de justificarse, de caer simpáticos ni de ensayar actitudes reinvindicativas. Esos seres desesperados que se aferraban al cuello de lo primero que encontraban solo para evitarse la ignominia de ir al cine sin pareja han pasado a mejor vida.

Considerado hasta hace poco como una etapa de evolución cerebral y emotiva previa a la de "sentar cabeza"-como balbucear antes de hablar-, el celibato actualmente goza de todas las credenciales para considerarse un estatus no solo respetable sino también deseable. De mantenerse la tendencia, lo cual es casi seguro, quizás podamos ver el día en que los periodos de vida de a 2 sean solo paréntesis eventuales en la cada vez más prolongada vida de a uno.

Uno de los principales efectos colaterales de esta novedosa configuración es la lenta pero bien merecida extinción de la solterona (de paso, también entra en cuenta regresiva el testarudo mito del soltero maduro y sus gustos oscuros). Mientras que hace solo 2 décadas, una mujer de más de veintimuchos sin anillo al dedo constituía un lastimero espectáculo -la gran choteada de la eterna fiesta de prom que es el mundo-, las solteronas de hoy producen una ambivalencia que oscila entre la envidia y el cuestionamiento. ¿En verdad son muy exigentes, neuróticas y competitivas como queremos creer o acaso saben algo que las señoras ignoramos? ¿Ellas están solteras a su pesar o nosotras estamos emparejadas porque en fin? Diez años atrás hubiéramos respondido sin titubear, en cambio ahora lo más seguro es quién sabe.

http://www.psicologosperu.com/