martes, octubre 17, 2017

¿POR QUE CUESTA TENER AMIGOS? 7 RAZONES

Tener amigos en la edad adulta puede ser complicado para muchas personas. Entender las nuevas “normas del juego” en relación a las amistades entabladas en la infancia y la adolescencia es un primer paso. Comprender qué cuestiones pueden hacer difícil entablar nuevas amistades es el siguiente.

Se necesita trabajo para mantener la amistades a lo largo del tiempo. Conocer gente puede ser ya una cuestión complicada para algunas personas a medida que se hacen mayores. Pero una cosa son los conocidos o las “amistades” y otra muy diferente es tener amigos.

Hacer amigos en la edad adulta es mucho más difícil que en la adolescencia. Es más, muchas de esas relaciones que teníamos como relaciones de amistad se destapan y descubrimos que no había verdadera amistad. Así muchas personas llegan a la edad adulta y se dan cuenta que no tienen apenas amigos, aunque muchos anhelan tener este tipo de relaciones.

Motivos que dificultan la amistad

Las personas que sienten que no tiene muchos amigos deben tener en cuenta las posibles razones por las que ocurre esto. Para empezar hay que tener en cuenta que las reglas del juego cambian con los años. Las personas evolucionan, crean su vida en torno a su trabajo y su familia y pasan por diferentes experiencias. Todo esto influye en sus relaciones con los demás.

Además, cuando somos niños y adolescentes, seguimos unas pautas de conducta dictadas por el entorno, haciendo lo que creemos que debemos hacer. Pero, con el paso del tiempo, vamos entendiendo las cosas de otra manera y muchas situaciones que antes aceptábamos como válidas dejan de serlo. 

En este sentido, hay cierto tipo de cuestiones y actitudes que dificultan mucho hacer amigos y mantener relaciones de amistad que se refieren; sobre todo, al carácter y forma de ser de cada uno. Hazte las siguientes preguntas para descubrir los motivos que pueden estar haciendo difícil que tengas amigos.

1) ¿Te quejas mucho? 

¿Eres una de esas personas que está quejándose constantemente de su trabajo, la falta de dinero o la de lo injusta y ruin que es la vida? A la gente no le gusta malgastar su tiempo con gente negativa y pesimista. Trata de desarrollar una actitud más positiva y buscar temas más interesantes para discutir en lugar de hablar siempre de tus problemas y lo mal que está el mundo.

2) ¿Eres egoísta?

La amistad conlleva dar y recibir. A veces toca dar más de lo que se recibe. Esto incluye escuchar, ceder y compartir, tanto en lo material como en lo espiritual. Pero si solo estás dispuesto a recibir la balanza se desequilibra. Ten en cuenta que ser egoísta es una actitud y que nadie querrá ser tu amigo si actúas solo pensando en ti.

3) ¿Te preocupas por la gente?

Si no te importa lo que ocurre en la vida de las personas que te rodean es muy difícil que consigas construir y mantener cualquier amistad. Si quieres hacer amigos debes empezar por mostrar interés genuino en ellos.

4) ¿Dramatizas? ¿Causas problemas?

Si eres una persona problemática y que dramatiza en exceso los problemas te encontrarás que la gente no muestra interés en lo que te pasa, es más, que procura desaparecer. Si te gusta hacer las cosas para irritar a otros, no sabes guardar secretos, criticas o buscar culpar a los demás es muy difícil que la gente sienta interés en entablar cualquier tipo de relación contigo.

5) ¿Llevas la cuenta del daño que te hacen los demás?

La amistad es un tipo de relación que implica perdonar. Pero si eres de ese tipo de gente que lleva la cuenta de las injurias y perjuicios de los demás estás dando a entender que te sientes el centro del universo y que consideras que todo debe girar en torno a ti. Así no se puede mantener ni iniciar ningún tipo de relación, y mucho menos una relación de amistad.

6) ¿Chismorreas?

Chismorrear de los demás da muy mala imagen de las personas. Puede resultar divertido en un principio, pero cuando oyes a alguien hablar mal de otras personas, contar cosas personales o reírse de sus defectos y problemas no puedes evitar pensar: ¿hablará así de mal de mí también?

7) ¿Eres un mandón? ¿Escuchas a los demás? ¿Respetas los límites?

Ser un mandón tampoco te ayudará a tener amigos. Una cosa es tener iniciativa y querer ayudar y otra muy diferente organizar la situación o hablar ex cátedra, diciendo a todo el mundo lo que tiene que hacer.

Para hacer amigos, escuchar y no pasarte de la raya siempre son buenas ideas. Ir de listo, saltarte los límites del respeto y actuar como si todo el mundo tuviera que hacer lo que tú dices no es lo más recomendable si quieres entablar relaciones saludables.

Autora: Eva Maria Rodríguez

domingo, octubre 15, 2017

25 FRASES PARA CALMAR HIJOS FURIOSOS

Ya sea que tu hijo o hija sea tranquilo, que su mecha se tarde en encenderse o que explote ante la primera provocación, nunca está de más conocer sobre control de la ira. Finalmente somos nosotros como padres quienes debemos controlarnos en su totalidad sin dejarnos llevar por nuestro enojo. Por ello, aquí les dejamos 25 frases que podemos utilizar en estas situaciones en que debemos mantener la cabeza fría con nuestros pequeños, y hasta con nuestros adolescentes.
1. En vez de: “¡Deja de aventar/tirar las cosas!”
Intenta: “Veo que estás aventando tus juguetes, ¿no quieres jugar con ellos? ¿Eso es lo que está pasando?”

Esta técnica de hablante/escucha está diseñada para ayudarnos a comunicar nuestros sentimientos de una manera no confrontacional. No solamente permite que las vías de comunicación se abran, sino que también te permite plantear la situación desde tu perspectiva, lo que le permite al niño replantear la misma situación desde su perspectiva.

2. En vez de: “¡Los niños grandes no hacen X!”
Intenta: “Los niños grandes, incluso los adultos tenemos sentimientos y está bien, algunos de éstos son pasajeros”.

Seamos honestos, entre más grandes tus niños sean, más grandes serán sus problemas y más grandes serán sus emociones. Decirles que los niños grandes no sienten enojo, frustración, ansiedad, lo que sea, es simplemente mentirles. Esta frase, en cambio, también los motiva a manejar y procesar sus emociones de una forma sana.

3. En vez de: “¡No te atrevas a pegar!
Intenta: “Está bien enojare, pero no puedo dejar que pegues. Debemos mantenernos seguros a todos”.

Ésta establece perfectamente que la emoción está bien, pero la acción no. Separar estos dos elementos hará que tu niño aprenda, efectivamente, a hacer esta separación.

4. En vez de: “¡Estás siendo bien difícil!”
Intenta: “Ésta es complicada ¿no? Pero vamos a entenderla y superarla juntos”.

Cuando los niños están que no lo calienta ni el sol, debemos entender por qué. Esta frase refuerza la idea de que están en el mismo equipo, trabajando para el mismo objetivo.

5. En vez de: “¡Ya, suficiente! ¡Estás fuera!”
Intenta: “Vamos a calmarnos los dos y encontrar nuestro punto juntos”.

Esto cambia la idea de “afuera” a “adentro”, permite así la reconexión en vez del aislamiento.
6. En vez de: “¡A lavarse los dientes ya!”
Intenta: “¿Te gustaría lavarle los dientes a Elmo primero y luego a los tuyos?”

Los pequeños a veces se frustran cuando no tienen control de su ambiente, bueno, todos. Pero con esta frase, le ofreces una opción, una forma de control en donde ellos tienen el poder de elegir.

7. En vez de: “¡Cómete tu comida o te vas a quedar sin hambre!”
Intenta: “¿Cómo podemos hacer que la comida sea más rica?”

Esto le da al pequeño una responsabilidad de encontrar una solución.

8. En vez de: “¡Este cuarto está asqueroso! No puedes salir hasta que esté limpio”.
Intenta: “¿Qué te parece si empezamos a limpiar esta esquina desordenada? Yo te ayudo”.

En vez de centrar toda tu atención a terminar una tarea que se ve imposible, intenta plantear la meta más sencilla. Sobre todo si es una tarea que a nadie le gusta hacer, lo importante es iniciarla.

9. En vez de: “¡Ya estuvo! ¡Nos vamos!
Intenta: “¿Qué te falta para que estés listo para irnos?”

Permite a los niños que piensen en los procesos de transición de sus vidas. Esto va a ayudar frente a una pelea de poder y les va a dar una oportunidad para pensar en que están haciendo el paso a una nueva actividad. También es una rutina excelente para cuando hacen juegos de rol y no están yendo realmente a ningún lado.

10. En vez de: “¡No te estés haciendo berrinche!”
Intenta: ¿Qué te parece si me lo vuelves a decir en tu voz normal?”

Algunos niños hacen berrinche sin siquiera darse cuenta. Al pedirles que lo digan en un tono normal, les enseñas a que la forma en que dices las cosas es muy importante.
11. En vez de: “¡Ya no te estés quejando!”
Intenta: “Ya te escuché. ¿Se te ocurre alguna solución?”

De nuevo, esto le da la responsabilidad al niño. La próxima vez que se esté quejando de la escuela/hermanos/comida/, mejor realicen una lluvia de ideas para llegar a una solución. Con esto debes recordarle que no hay respuesta incorrecta y que entre más boba sea, mejor.

12. En vez de: ¿Cuántas veces te lo tengo que repetir?”
Intenta: “Creo que no me escuchaste la primera vez. ¿Qué te parece si te lo digo y me lo repites?”

Hacer que tu niño repita el mensaje, hacer más fuerte el mensaje. Variar en el volumen y tono le da un elemento divertido.

13. En vez de: “Ya no te frustres”.
Intenta: “¿Está demasiado complicado? ¿Qué te parece si nos damos un descanso y regresamos en 52 minuto?”

Suena muy aleatorio, pero se ha estudiado que la mayor productividad se realiza en un ritmo de trabajo de 52 minutos y un descanso de 17. Al descansar de tareas estresantes, permite regresar a ellas con mejores ánimos y otra perspectiva, más concentrados que antes. Y es lo mismo para la tarea, para el piano, para cualquier deporte.

14. En vez de: “¡A tu cuarto!”
Intenta: “Bueno, me voy a quedar aquí hasta que estés listo para darme un abrazo”.

Aislar a los niños solamente les da el mensaje de que hay algo mal con ellos. Al darles su espacio hasta que esté listo para reintegrarse, le estás asegurando que siempre estarás para él.

15. En vez de: “¡Me estás avergonzando!”
Intenta: “Vamos a algún lugar privado donde podamos arreglar eso”.

Esto no se trata sobre ti, es sobre él y sus sentimientos. Al quitar a los dos de la situación, le estás recordando ese trabajo en equipo, esto sin prestarle demasiada atención a su conducta.
16. En vez de: (Exhalar y girar tus ojos)
Intenta: (Míralo a los ojos, recuerda las mayores fortalezas de tu niño y dale una sonrisa)

Practica mantener la perspectiva pensando en las virtudes de tu niño.

17. En vez de: “¡Estás insoportable!”
Intenta: “Creo que estás pasando un mal momento, vamos a trabajar juntos en esto”.

Siempre, siempre, separa la conducta del niño, tu niño no es su conducta, más bien, trabaja la emoción y motiva a que encuentren una solución juntos.

18. En vez de: “¡Deja de gritar!”
Intenta: “Voy a imaginar que le voy a soplar a tus velitas de cumpleaños. ¿Me quieres ayudar?”

La respiración profunda ayuda a calmar completamente el cuerpo y hacerlo a través de un juego lo hace más sencillo. Para los niños mayores, tal vez sea más efectivo que quieran respirar como Darth Vader.

19. En vez de: “¡Ya no puedo contigo en este momento!”
Intenta: “Me estoy frustrando, pero voy a estar aquí calmándome”.

Enséñales cómo identificar y controlar sus emociones al darles un modelo en tiempo real.

20. En vez de: “¡Ya! ¡Es mi última palabra!”
Intenta: “Te amo y necesito que entiendas que no está bien que ______. ¿Hay algo que yo deba entender?”

Dale a los niños una forma visual de expresarse cómo se sienten, te puede sorprender lo que pueden decir y la clase de soluciones al problema que pueden encontrar.
21. En vez de: “¡Yo NO voy a cambiar!”
Intenta: “Lamento que no te parezca como _____. ¿Hay algo que podamos hacer para la próxima?”

Cambiar la atención del problema a la solución, elimina el conflicto de poder asociado al mismo problema.

22. En vez de: “¡Deja de decir que no!”
Intenta: “Escucho que estás diciendo mucho que no. Entiendo que algo no te gusta, pero vamos a trabajar en ver qué podemos hacer distinto”.

Al reconocer las negativas de tu niño, estás disminuyendo el problema. En vez de hacer una discusión de sí y no, hay que hacer una para encontrar la solución.

23. En vez de: “¡Ya no te enojes!”
Intenta: Entiendo que te puedes enojar. Vamos a intentar nuestro grito de guerra”.

Cuando gritamos al estar lastimados físicamente, podemos interrumpir los mensajes de dolor mandados por nuestro cerebro. Y aunque no esté lastimado físicamente, un grito de guerra puede funcionar para liberar toda la energía de furia de una forma lúdica.

24. En vez de: “¡No exageres!”
Intenta: “Estás teniendo una emoción muy fuerte, que ocasiona una reacción muy fuerte. Pero si la emoción fuera un monstruo, ¿cómo sería?”

Cuando los niños están cansados, hambrientos o hiperactivos, vamos a exagerar. Darle una cara a la emoción hace más externo el problema y le permite al niño responder a su monólogo interno. Esto ayuda subsecuentemente a controlar la emoción cada vez más.

25. En vez de: “¡Suficiente!”
Intenta: “Estoy aquí para ti. Te amo. Estás a salvo. (Entonces siéntate en calma con tu niño y permite que la emoción pase)”

Cuando los niños están en ese punto de furia o pánico, sus cuerpos están experimentando una respuesta al estrés. Hacerlos sentir seguros, los apoya hasta que estas emociones pasen. Esta es una habilidad vital de resiliencia.

Fuente: Perfecto guru

sábado, octubre 14, 2017

METAFORAS TERAPEUTICAS PARA ENTENDERLO TODO MEJOR

Las metáforas son un recurso muy extendido en terapia. Según Lankton, una metáfora es una forma lingüística que hace una comparación implícita entre dos entidades diferentes. Se ha comprobado que en el contexto terapéutico, las metáforas son un elemento esencial para que los cambios en el paciente se produzcan antes y a un nivel más profundo.

Las metáforas terapéuticas han de albergar una serie de características para que sean eficaces. En primer lugar, la metáfora ha de ser entendida por el paciente, por lo que su relato debe estar adaptado a su nivel de comprensión. Por otro lado, se busca que la persona se vea reflejada en ella, de manera que entienda lo que le está ocurriendo y esta comprensión le motive a realizar el cambio terapéutico necesario.

La metáfora también debe tener una estructura de acción, de forma que en la narración se reflejen los pasos necesarios que el paciente tiene que emprender si quiere conseguir el cambio. Además, debe ofrecer una solución o salida al problema, de forma que el paciente vea con claridad que los pasos que tiene que dar le van a llevar, si los hace de forma correcta, a solucionar el problema por el que está en consulta.

Algunas metáforas que podemos usar en terapia

Sobre todo en la terapia de aceptación y compromiso (ACT), el uso de metáforas está bastante extendido. Nos complace exponer al lector algunas de las metáforas que a nuestro entender, más pueden ayudar a los pacientes o a cualquier persona que se encuentre perdida.

La metáfora de los dos escaladores

Imagina que tu terapeuta y tú sois dos escaladores, cada uno subiendo por una montaña distinta, pero cercanas. El terapeuta puede ver un camino que puede ayudarte a subir mejor tu montaña, pero no porque sea más listo que tú, ni porque la haya subido antes, sino porque está en una posición desde donde puede ver cosas que ahora mismo tú no puedes ver. Finalmente, aunque el terapeuta indique el camino, tú eres el que tiene que subir la montaña.

Por lo tanto, la ventaja del terapeuta respecto al paciente es la perspectiva. El terapeuta puede ofrecerle una perspectiva al paciente con la que este no cuenta; será el paciente el que tenga que integrar esta información, con la que él ya tiene, para avanzar.

La metáfora de la luz

Los pensamientos automáticos negativos, como su nombre indica, aparecen en nuestra mente de forma automática porque han sido repetidos y repetidos durante mucho tiempo. Así, hemos creado un hábito de pensamiento.

Una metáfora que se utiliza mucho en terapia para explicar este fenómeno mental tiene que ver con algo que alguna vez nos ha pasado y hemos hecho todos. ¿Qué ocurre cuando se funde una bombilla o se va la luz? Pues que entramos en una habitación y a sabiendas de que la luz no va a encenderse, apretamos el interruptor. Pasa lo mismo que con los pensamientos, es algo que tenemos automatizado.

La metáfora de la casa y los muebles

¿Una casa deja de tener valor si sus muebles son viejos, feos o están estropeados? La respuesta es no. La casa, tiene valor, independientemente de los muebles que contenga. La casa no son sus muebles. De la misma forma, el ser humano es valioso independientemente de sus pensamientos o sus actos puntuales.

Podemos tener pensamientos o actos más o menos nocivos, dañinos o negativos pero eso no hace que toda nuestra persona sea así.

La metáfora del viaje a tu lugar soñado

Tienes un objetivo: viajar a tu lugar soñado e incluso cambiar de aires y empezar una vida en ese lugar que tanto te gusta. Coges el auto para irte y unos pasajeros intrusos en el asiento de atrás empiezan a decirte: ¿Pero dónde te crees que vas? ¡Tú no tienes capacidad para hacer eso!, ¡No eres capaz de coger este auto, conducir tanto y vivir en otro lugar!, etc.

Esos molestos pasajeros son los pensamientos negativos: intentan boicotear nuestros objetivos, nos generan ansiedad y hacen que, finalmente, dejemos el auto y volvamos a nuestra casa, a nuestra zona de confort.

La metáfora de la fiesta y el invitado que nos cae mal

Te han invitado a una gran fiesta: la boda de tu mejor amigo. Evidentemente, tienes muchas ganas de asistir, pero te has enterado de que va a ir también alguien que no te agrada demasiado. Se trata de un compañero de trabajo del novio que te presentaron una vez y te cae bastante mal. ¿Vas a dejar de ir a la boda por ello? Supongo que tu respuesta será que no, ya que tienes muchas otras personas con las que disfrutar.

De la misma forma, las emociones negativas son como ese invitado: no porque ellas también hayan sido invitadas a la fiesta de nuestra vida tenemos que dejar de hacer cosas que nos importan.

La metáfora del calor

Las emociones negativas son como el calor: muy desagradables. Seguro que no te dices a ti mismo que tener calor es horrible, insoportable o la guerra nuclear. Es molesto, pero sabemos que de vez en cuando hemos de pasar por ello, sobre todo en verano. No le damos más valor.

De la misma forma, las emociones negativas, existen y a veces las vamos a tener que experimentar. ¿Por qué no somos tan indulgentes con nuestros propios estados emocionales? Las emociones, al igual que el calor, un dolor de cabeza o un grano en la nariz, no son más que estados fisiológicos latosos o fastidiosos, pero no tienen mayor trascendencia que la de facilitarnos información.

¡Ahora te toca ti recordar siempre que lo precises estas metáforas!. Notarás como desde esta perspectiva, todo se ve más claro.
Por: Alicia Escaño Hidalgo

La metáfora del diamante en bruto
Imagina que eres una piedra preciosa por dentro, es sólo que aun falta descubrirte, pulirte, aprender de tus experiencias para poder brillar con todo tu esplendor, es decir tu autoestima saludable. Eso se va logrando poco a poco y con el tiempo. No desesperes. Eres una persona muy valiosa, más valioso incluso que las joyas más preciadas. Tu mayor valor radica en tu interior, por allí se empieza.
Y así podemos crear muchas metáforas más según el estilo y creatividad de cada persona. ¡Inténtalo y verás los resultados!
Por: Luis Venegas Chalen

viernes, octubre 13, 2017

COMO TE VEN LOS DEMAS Y QUIEN ERES EN REALIDAD

Para que funcione bien debes seguir las instrucciones sin hacer trampa. ¿Estás listo?

Instrucciones:

Toma una hoja de papel y un lápiz.
Escribe el nombre de 3 animales en el siguiente orden:
Tu animal favorito.
El animal que más te gusta como mascota.
Tu segundo animal favorito, ya sea mascota o salvaje.

Para que resulte bien, escríbelos ahora antes de continuar con la lectura de las respuestas.

Luego ve a la lista de animales y anota las características que corresponden a cada animal.

Verifica tus resultados de la siguiente manera:

El tercer animal refleja cómo te percibes a ti mismo.
El segundo animal describe cómo te percibe la gente.
El primer animal te dice cómo eres realmente.


Fuente: Genial gurú

ASESORIA DE IMAGEN: 7 IDEAS

jueves, octubre 12, 2017

AGUA CON LIMON: 15 BENEFICIOS

15 motivos por los cuales se recomienda tomar limonada 

martes, octubre 10, 2017

LA LEY DEL ESPEJO

¿Qué es la ley del espejo? Todo lo que deberías saber
La ley del espejo es la que nos hace ver en aquellos que nos rodean lo que nos disgusta de nosotros mismos, para poder así reparar nuestro ser interior

Quizá alguna vez has oído hablar sobre la ley del espejo, o quizá te resulte completamente desconocida.

Sea cual sea tu caso, hoy te contaremos todo lo que necesitas saber sobre esta y lo que la conforma.

En primer lugar, la ley del espejo afirma lo visto en otras personas como un reflejo real de lo que tienes dentro de ti mismo; es decir si ves cosas en alguien, los que estás observando es un reflejo de lo albergado en ti.

Lo anterior yace como una  manera de enseñanza.

Su fin es el de solucionar problemas, sean graves o simples, con grupos de personas allegadas y pertenecientes a nuestro círculo social. Pueden ser conocidos, compañeros, familiares o amigos, entre otros.

No obstante, esta ley es algo que debe realizarse desde uno mismo.

Qué es la ley del espejo

El principio de la ley del espejo sugiere el corazón como el origen de todas las cosas.

Allí se albergan las razones por las cuales reaccionamos de cierta manera ante las opiniones o acciones de los demás hacia nosotros.

Un argumento bastante fuerte se presenta con un ejemplo sencillo:

Debemos fijarnos en cómo reaccionan quienes nos rodean con respecto a los comentarios o acciones recibidas. Surgen un montón de sentimientos diferentes en cada persona.

Lo anterior sugiere que la reacción es relativa a lo que yace en el corazón de cada uno.

Por ello, a través de esta ley, se pueden comprender ese tipo de cosas y, a la vez, comenzar por cambiar lo negativo.

Debemos ir paso a paso hasta reaccionar ante las situaciones de manera más tranquila y libre de pensamientos nocivos para la mente.

Analizar el comportamiento de los demás

Teniendo en cuenta de qué trata la famosa ley del espejo, se debe entrar poco a poco en la práctica.

Las personas que encontramos en nuestro entorno conforman una parte esencial de nuestra vida y de lo que somos como seres humano.

De ellas suelen molestarnos una infinidad de cosas, lo cual es totalmente normal.

Maneras de actuar, reacciones, mentiras, control externo de familiares hacia nuestra vida… Todo ese tipo de cosas son inesperadas, molestas e incluso tortuosas.

Debemos analizarlas en ese orden de ideas, sin entrar a reaccionar de ninguna forma.

Las cosas positivas o negativas de la vida no se albergan únicamente en las demás personas. Nosotros mismos también tenemos una serie de características supremamente relevantes, que pueden agradar o molestar quienes nos rodean.

Para analizarse a uno mismo se debe dejar salir, a flor de piel, el exceso de honestidad, sensatez y sinceridad. Y es que la autocrítica es una de las prácticas más recomendadas, siempre y cuando sea bien utilizada.

Como seres humanos, el error no es ajeno a nuestro patrón de comportamiento. No obstante, no debe ser una excusa para justificarlo todo.

Por ello debemos estudiar cómo tratamos a quienes nos rodean y localizar los errores en nuestro propio comportamiento.

Poner en práctica la ley del espejo

Basta de tanta teoría. Lo ideal frente a esta ley es ponerla en marcha lo antes posible.

Con base en lo mencionado anteriormente, ya sabemos analizar a los demás y a nosotros mismos o, por lo menos, ya lo pusimos en práctica.

Ahora vamos a trascender en el camino para sacarle provecho a la ley del espejo:

Para ello basta con elegir una sola persona. Esta debe sernos de muy poco agrado, así el ejercicio será mucho más relevante.

Teniendo al sujeto en mente (alguien con el cual no sentimos empatía y creemos que nos ha hecho mucho daño), elaboramos una lista con todas las cosas positivas por las cuales le debemos agradecer.

Para realizarla se debe tomar el tiempo suficiente. Paciencia y cero ansiedad son los ingredientes para dejarla como se debe.

Al terminar la leeremos en voz alta, como si estuviésemos diciéndole todo a esa persona.

Solamente si es factible, contactar con la persona

Yendo más allá, la ley del espejo sugiere reparar los lazos con quienes nos rodean. De tal forma, nuestro corazón irá dejando de lado los pensamientos destructivos y la empatía florecerá paulatinamente.

Opcionalmente se pueda hacer esto: Una vez en frente de esa persona le mencionaremos la lista de cosas positivas y, si es necesario, pediremos perdón.

De no ser posible, no importa, de todos modos ya lo hemos hecho de corazón y la próxima vez que nos pongamos en contacto con esa persona, será sin resentimientos, rencores o emociones guardadas.

De ti dependerá si se lo quieres decir en persona o no. Lo importante es que hagas ese trabajo de sanación emocional para tu salud mental, psicológica e incluso espiritual.
Fuente: mejorconsalud.com

lunes, octubre 09, 2017

sábado, octubre 07, 2017

EL MEJOR HIPNOTIZADOR DEL PERU

DEFINICIÓN DE HIPNOSIS: Un estado de conciencia que implica una atención enfocada y una reducción del darse cuenta periférico, que se caracteriza por una incrementada capacidad para responder a las sugestiones. American Psychological Association, División 30, (revisión 2014).  
Hipnosis Clínica es la aplicación intencional de las capacidades hipnóticas de una persona para un cambio terapéutico. Willmarth (2011)

Hipnoterapeuta, Psicólogo y Psicoterapeuta Luis Venegas Chalen, con formación en la División 30 de Hipnosis en la American Psychological Association.

jueves, octubre 05, 2017

6 ENERGIAS NEGATIVAS QUE DEBES LIMPIAR

Puesto que solemos atraer lo que somos, es importante que aprendamos a ver la parte buena de las cosas. Así evitaremos que las vibraciones negativas se adueñen de nuestra vida

Una de las cosas que hemos aprendido con el paso de los años es que existen energías positivas y negativas cuya presencia influye en nuestro estado de ánimo.

Mientras que las buenas vibras nos contagian y nos hacen disfrutar de cada experiencia, las negativas nos pueden invadir y provocar graves problemas.

La cosa es que no siempre sabemos identificarlo y, muchas veces, nos dejamos llevar hasta el punto de sentirnos atrapados e infelices.

Por esta razón es importante revisar nuestros cambios de ánimo y energías, relacionándolo con el ambiente al que estamos expuestos y las personas que nos rodean.

Si bien es normal padecer ciclos de negatividad ante ciertas circunstancias, se debe atender con cuidado para que no afecte nuestra calidad de vida.

Por fortuna, recuperar su equilibrio es relativamente fácil y solo depende de la actitud con que se asuma.

A continuación te compartimos 6 señales para saber en qué momento es necesario hacerle frente a las malas energías.

1. Mal humor y sensación de nervios

Tener cambios negativos en el estado de ánimo puede ser muy perjudicial para la salud física y mental.

Sentimientos como la ira, los nervios y el estrés impiden pensar con claridad y pueden tener graves consecuencias tanto a nivel individual como social.

Es muy importante aprender a controlarlo, identificándolo y tomando control de las emociones fuertes.

Tomarse unos minutos para respirar y reflexionar puede ayudar a alcanzar la calma sin alterar el equilibrio energético.

Este ejercicio relaja la mente, evita la huida y permite evaluar qué fue lo que provocó esas reacciones en el pensamiento.

2. Ansiedad y depresión

El estilo de vida moderno ha incrementado de forma considerable el número de pacientes que tienen que lidiar con los síntomas derivados de la ansiedad y la depresión.

Aunque, por lo general, se manifiestan de forma leve y momentánea, estos sentimientos pueden conducir a fuertes episodios de negatividad.

De hecho, ambos trastornos psicológicos son más frecuentes en las consultas médicas en comparación con las enfermedades combinadas.

Lo más preocupante es que algunos ignoran sus síntomas iniciales y permiten que pase el tiempo sin darle algún tipo de solución.

Por suerte, está comprobado que la práctica de una técnica de relajación y el ejercicio físico pueden aliviarlo sin necesidad de fármacos.

3. Constantes quejas

Quejarse de las situaciones o de las personas nunca traerá soluciones ni nada positivo para la vida. Por el contrario, se puede convertir en un obstáculo y una fuente de energías tóxicas.

Si bien muchas personas estarán dispuestas a escuchar y aconsejar para aliviar esas quejas, la mayoría preferirá mantenerlas alejadas.

Este tipo de actitudes son bastante dañinas y pueden tener graves repercusiones en las relaciones sociales.

En otras palabras, las quejas disminuyen las buenas vibras y van aumentando la negatividad tanto en el entorno como en el pensamiento.

4. Dificultades para mantener las relaciones sociales

Las personas con pensamientos negativos tienen más dificultades para establecer relaciones sociales duraderas que aquellos que ven el lado amable de cada situación.

Al atravesar por un ciclo de malas vibras, las interacciones con otros resultan agotadoras y pueden tornarse incómodas.

Aunque en casos como la ira y el estrés es mejor pasar un tiempo a solas, practicar la comunicación y la escucha activa puede ser la mejor manera de superarlo.

5. Tensión y dolor de cabeza

A pesar de que las principales consecuencias de la negatividad se manifiestan en la forma de pensar, no se puede negar que también afectan a nivel físico.

Los continuos dolores musculares, las cefaleas y la sensación de tensión son respuestas comunes del cuerpo ante el exceso de malas vibras.

La práctica de una actividad placentera, estar rodeado de personas positivas y las técnicas de relajación son los mejores remedios para aliviarlo.

6. Continuas peleas en el trabajo y el hogar

Las continuas discusiones en el lugar del trabajo o el hogar son un indicativo evidente de malas energías.

Tener dificultades para solucionar los inconvenientes mediante el diálogo y caer con facilidad en las peleas puede deberse a las vibras negativas del ambiente.

En este caso es importante revisar la actitud de los demás implicados y el entorno al que están sometidos.

La aromaterapia, la limpieza general y los sonidos de relajación pueden ayudar a mejorar la actitud de todos.

¿Listo/a para deshacerte de la negatividad? Aprende a identificar en qué momentos trata de invadirte y fortalece tus pensamientos para superarlo.

¡No permitas que interfiera en tu vida!

Fuente: mejorconsalud.com

martes, octubre 03, 2017

4 FRASES QUE EMPODERAN LA VIDA DE UN NIÑO PARA SIEMPRE

Elegir ser una influencia positiva significa establecer un buen ejemplo a través de tus palabras y a través de tus acciones. Tus palabras tienen un impacto mucho más fuerte en tu hijo, de lo que tú te das cuenta. Trata de ofrecerle siempre frases que empoderen su carácter para siempre.

1. “Trata a los demás como quieras que te traten”
La regla de oro. Enseñar a un niño la regla de oro a una edad temprana, puede ayudarles a entender lo importante que es tratar a los demás con amabilidad y respeto. Demasiadas personas carecen de la capacidad de aceptar a los demás por lo que son y tratarlos con respeto. Como adulto, tus palabras y acciones deben mostrarle a tu hijo que tú practicas lo que predicas. Si tratas a los demás con amabilidad y respeto, tu hijo comenzará a entenderlo. En lugar de ser un bully o señalar a otros, será un pacificador y un líder.

2. “Escucha antes de hablar”
Esta lección puede tomar algunos años para que un niño pequeño aprenda, pero vale la pena enseñarla. Ser un oyente activo, puede ayudar a tu hijo en todos los aspectos de la vida. Les ayudará a ser un mejor estudiante, un mejor maestro y un mejor amigo. La escucha activa mediante la concentración, la comprensión y la respuesta, no siempre es fácil. Recuerda suavemente a tu hijo a escuchar antes de hablar, para enseñarles la importancia de la comunicación respetuosa.

3. “Genera pensamientos positivos”
Esta frase que empodera es simple, pero puede terminar siendo una lección poderosa. Mantener una actitud positiva puede ser extremadamente difícil, especialmente a medida que se envejece y la vida comienza a suceder. Si tu hijo aprende a mantener una actitud positiva cuando es joven, incluso cuando las cosas son difíciles, esta lección se quedará con ellos durante toda su vida adulta.

4. “La bondad es el regalo más grande que puedes dar”
Una de las mejores lecciones que puede enseñar a tu hijo es ser amable. En un mundo lleno de gente que juzga y carece de compasión, encontrar a alguien genuinamente bondadoso y compasivo puede ser difícil. Enséñale a tu hijo lo importante que es mostrar bondad a los demás en cualquier circunstancia. Un acto amable puede hacer un mundo de diferencia en la vida de otra persona.

Fuente: lavidalucida.com

3 TIPS PARA DEJAR DE PREOCUPARSE

Se dice que la depresión se centra en los acontecimientos pasados ​​que desearía haber podido cambiar, y que la preocupación se centra en los acontecimientos futuros sobre los que no se tienen ningún control. También podría decirse acerca de preocuparse, que usted piensa que no tiene control sobre el futuro, cuando en realidad se puede optar por tomar medidas para ayudar a prepararse para lo que sea que le esté preocupando. En este artículo, vamos a buscar formas activas que pueden ayudar a entrenar su cerebro para dejar de preocuparse.

CÓMO ENTRENAR A SU CEREBRO PARA DEJAR DE PREOCUPARSE

1. DETENER SU CEREBRO DE LA PREOCUPACIÓN Al ESCRIBIRLO
Cuando se está entrenando a su cerebro para dejar de preocuparse, se dice que ésta técnica es la más importante. Si su cerebro se mantiene alerta durante la noche pensando en algo, póngalo en un papel o en formato electrónico. Si lo hace, permitirá a su cerebro un suspiro mental de alivio por no tener que gastar energía tratando de recordar esos detalles. Si va a preocuparse por lo que va servir en una reunión de amigos, anote ‘¿Qué hay que servir?’

Anotarlo también es una manera de que usted ponga a su cerebro en aviso al decirle: ‘esto es lo suficientemente importante como para escribirlo‘. Su cerebro habrá sido alertado de poner recursos hacia la solución de este problema en lugar de estar preocupado o tener que recordar esa cosa importante que le preocupa.

¿Por qué escribirlo? Los investigadores ahora tienen evidencia de que los individuos con preocupación crónica también pueden ser evasores de problemas crónicos. Los científicos en la revista Anxiety, Stress & Coping dieron a un grupo de personas que se preocupaban la oportunidad de anotar tres resultados posibles para la situación por la que estaban preocupados, a continuación, se analizaron las respuestas buscando soluciones prácticas. Los científicos dijeron: ‘Cuando se observaba el grado de concreción en la elaboración de los problemas de los participantes, mostraban una relación inversa entre el grado de preocupación y el de concreción: los participantes más preocupados acerca de un tema determinado, eran menos concretos en el contenido de la elaboración de las soluciones. Los resultados desafían la opinión de que la preocupación puede promover un mejor análisis de los problemas. En su lugar, se ajustan a la opinión de que la preocupación es una respuesta de evitación cognitiva.‘

2. MEDITAR PARA TENER UN CEREBRO SIN PREOCUPACIONES
La meditación puede ayudar a entrenar su cerebro para dejar de preocuparse. Investigadores en la revista Psychosomatic Medicine estudiaron los efectos de la meditación y encontraron que la meditación es especialmente buena para la reducción de la ansiedad cognitiva, o precupación. Aunque algunas personas creen que no tienen tiempo para meditar, la meditación es tan fácil como elegir cerrar los ojos en este momento durante 30 segundos o más. El acto de elegir no prestar atención a otras fuentes de estrés es un paso activo para entrenar su cerebro para dejar de preocuparse.

Unos pocos momentos en donde se elige conscientemente evitar cualquier ruido no natural en su vida le permitirán conseguir centrarse en torno a lo que es más importante para usted, ahora y en el futuro. Los pensamientos preocupantes pueden venir a usted mientras medita, y esto es normal. Aquellos que han dominado el arte del entrenamiento cerebral para dejar de preocuparse recomiendan observar los pensamientos preocupantes cuando entran en la mente y simplemente observándolos pasan como nubes en un día ventoso.

3. HAGA EJERCICIO PARA ENTRENAR A SU CUERPO Y SU CEREBRO PARA DEJAR DE PREOCUPARSE
La preocupación es cómo el cerebro aprende a sobrevivir con la decisión de activar el sistema de lucha o huida. Si un puma salta cerca de usted, sentirá algo como una descarga de adrenalina. Esta respuesta de miedo es lo mismo que le que está sucediendo a su cuerpo cuando usted se preocupa, aunque en un nivel mucho más bajo durante un período de tiempo más largo.

El mismo estudio en la revista Psychosomatic Medicine encontró que el ejercicio, por el contrario, es bueno para cuando su cuerpo siente síntomas de ansiedad y nerviosismo. Si su cuerpo siente menos los síntomas físicos del estrés, su mente va a interpretar que debe haber menos de lo qué preocuparse porque el cuerpo no está en un estado de aumento de excitación.

El ejercicio parece dar al cuerpo una razón secundaria para la aceleración del ritmo cardíaco y la transpiración para que lo podamos sentir en un nivel pequeño cuando nos preocupamos. El ejercicio puede ayudar a disminuir la presión arterial, que es otro de los síntomas físicos de estrés en el cuerpo. Si puede identificar que se está preocupando, de un paseo de 5-10 minutos, en el exterior si es posible. Aprecie las vistas y los sonidos de la naturaleza mientras se centra en el movimiento de sus extremidades y las respiraciones que usted toma.

Fuente: conocersalud.com