lunes, octubre 15, 2018

DÍA 288: DEPRESIÓN VERSUS TRISTEZA

Actualmente es muy frecuente escuchar decir: "tengo depresión" o "estoy deprimido/a", con una facilidad como si cada uno se pudiera autodiagnosticar.

Recuerden que existen distintos niveles de depresión: leve, moderada y grave.

Distimia es estar crónicamente tristes. 

Todo eso debe ser diagnosticado por un especialista.

Lo que algunos llaman depresión, a veces puede tratarse de una decepción, frustración, aburrimiento, desmotivación, tristeza profunda, etc. 

¿Cómo diferenciar una tristeza pasajera de una depresión?

La tristeza es una emoción pasajera que no debería durar más de dos o tres semanas y que si, adicionalmente, la persona presenta algunos síntomas, entonces hay que buscar la ayuda apropiada, debido a que la persona comienza a buscar soluciones inadecuadas y cae en el error de confundir la depresión con irritabilidad, ansiedad, desmotivación, flojera o quizás cansancio, lo que prolonga el sufrimiento de la persona.

domingo, octubre 14, 2018

DÍA 287: LENGUAJE DE PROBLEMAS vs LENGUAJE DE SOLUCIONES

Cambia tus palabras para cambiar tu vida
En vez de decir "debo", "debería", "tengo que" (obligación), di "decido, elijo, prefiero, opto por" (lo haces en tu libre voluntad).

En vez de decir "quiero" (como capricho, infantil), di "decido, elijo, prefiero, opto por" (en forma adulta, madura).

En vez de decir "trataré, intentaré" (queda en intención sin mucha determinación), di "haré todo lo posible", "haré lo mejor que puedo", "pondré mi mayor esfuerzo", "daré lo mejor de mí", "voy a hacerlo".

En vez de decir "te prometo" (las promesas generan expectativas y si no se cumplen genera decepción), di "me comprometo" "haré todo lo posible", "haré lo mejor que puedo", "pondré mi mayor esfuerzo", "daré lo mejor de mí", "voy a hacerlo" (es más realista).

En vez de decir "soy" (ocioso, indeciso, lento, impulsivo, etc.), di "tengo conductas de" (ociosidad, indecisión, lentitud, impulsividad). Evitar poner etiquetas a la persona y más bien verlo como conductas que pueden ser controladas o modificadas, que la persona no siempre es así.

En vez de decir "¿por qué?" (lenguaje de víctima, pobrecito, no sé qué hacer, se queda estancado en el pasado, en las causas, los motivos), di "¿qué? (voy a hacer), ¿cómo? (lo voy a lograr)" (lenguaje de ganador, triunfador, adulto, maduro, consciente, que no se queda estancado ni paralizado en el pasado sino que busca salir adelante sea cual sea la causa o el motivo).

En vez de decir "culpa, culpable", di "responsabilidad, responsable".

En vez de decir "yo juzgo", di "comprendo, entiendo, evito juzgar".

En vez de decir "todo" (lo haces mal, me sale mal), di "varias cosas,muchas cosas, la mayoría de cosas" (no te han resultado, no han resultado como yo deseaba).

En vez de decir "nada" (haces bien, me sale bien), di "varias cosas, algunas cosas, hay cosas que" (sí haces bien, sí me han resultado bien).

En vez de decir "siempre" (pasa lo mismo), di "varias veces, muchas veces, la mayoría de veces" (pasa lo mismo, o similar, pero no siempre).

En vez de decir "nunca" (lo superaré) [lenguaje depresivo], di "en algún momento, algún día, a su debido tiempo" (lo superaré) [lenguaje optimista].

En vez de decir "tengo un problema", di "tengo una dificultad, tengo algo por mejorar, tengo opciones, tengo soluciones".

En vez de decir "no tiene solución", di "es solucionable, hay soluciones, hallaremos alguna solución, aprenderé de esto".

En vez de decir "es una catástrofe, un desastre, lo peor", di "cálmate, no es el fin del mundo, hay cosas peores de las que la gente en el mundo ha salido adelante, puedo hacer algo al respecto, etc.".

En vez de decir "es injusto" [lenguaje depresivo], di "voy a tomar medidas, haré algo al respecto" [lenguaje proactivo].

En vez de decir "no me comprenden", di "voy a hacer lo posible por hacerme comprender de una mejor manera, lo importante es que yo me comprenda a mí mismo, no todas las personas llegan a comprenderse del todo".

En vez de decir "¿por qué me sucede esto a mí'", di "¿qué puedo aprender de esta experiencia? ¿qué enseñanza o lección rescato de lo sucedido? ¿cómo quisiera que esto me haga una mejor persona?".

En vez de decir "te odio", di "gracias por el aprendizaje, por la enseñanza, por la lección aprendida, por lo que ya sé que no deseo para mí ni deseo hacer a los demás, por hacerme ver o hacer que me dé cuenta de algo (indirecta o involuntariamente), porque eso me ha llevado a mejorar, etc".

En vez de decir "no puedo", di "sí puedo" o, en su defecto: "estoy pudiendo", "poco a poco lo voy a ir logrando", "si otros lo han logrado, yo también", "haré lo que esté en la medida de mis posibilidades", etc.

Por: Lic. Luis Venegas Chalen, Psicólogo y Psicoterapeuta 

sábado, octubre 13, 2018

DÍA 286: TERAPIA DEL PERDÓN


MITOS O CREENCIAS ERRÓNEAS DE POR QUÉ NOS NEGAMOS A PERDONAR:

- Pensamos que le estamos haciendo un favor al otro (pero la realidad es que el favor te lo estás haciendo a ti)
- Creemos que es un signo de debilidad
- Pensamos que va en contra de nuestro valor de justicia (es injusto)
- Creemos que primero tenemos que ajustar cuentas
- Pensamos que la otra persona nos tiene que pedir perdón primero
- Creemos que ya está lejos y que pasó a mejor vida
- Confundimos perdonar con olvidar y viceversa
- Creemos que hemos perdonado si perdonamos hasta cierto límite (por ejemplo: "esto de aquí le puedo perdonar, pero esto otro jamás se lo voy a perdonar")
- Lo confundimos con una disculpa superficial
- Creemos que tenemos que retornarle la confianza perdida (y no necesariamente es así, y en todo caso es un proceso larguísimo)
- Nos ponemos en una posición superior de arrogancia
- Nos aferramos a nuestro sentir, una falsa ilusión
- Nos cuesta perdonar porque hay fantasías de revancha, la ira que sale a flote

Hay autocondenación
Autocondenarse = no sentirse querido, amado
Caer en una culpa falsa

Ideas erróneas: "Perdono pero no olvido" o "Perdonar es olvidar"
El perdón no tiene que ver con la memoria
Resentimiento = volver a sentir
Perdón = ya no sentir rencor, resentimiento, rabia, cuando se recuerda lo pasado

Escribe una carta de reclamo, la cual no vas a enviar
Hostilidad interiorizada
Canalizar la rabia
Nada se queda si uno lo canaliza y se da permiso para liberarlo
Perdonar es liberarse
La liberación personal de cada uno

jueves, octubre 11, 2018

DÍA 284: 10 TIPOS DE AMORES TOXICOS

Todos los amores tóxicos se caracterizan por convertir una relación en una desunión tormentosa y llena de sufrimiento, con pocos o ningún rato de tranquilidad y placer. El amor deja lugar a la inseguridad, el resentimiento y la venganza, sentimientos que poco tienen que ver con las bases necesarias para lograr una pareja duradera. Muchas parejas pueden estar vinculadas de manera tóxica durante años, transformando su vida en un calvario insoportable.

Por esa razón, es bueno lograr identificar el momento a partir del cual una relación ya no es sana y así lograr evitar daños mucho mayores. Aquí te presentamos 10 tipos de amores tóxicos. Cuando amar se convierte en una prisión.

Pesimista

Cuando la relación se ve minada por la queja y el reproche, se está ante un amor tóxico pesimista. Ninguno de los dos miembros es feliz y, por lo tanto, un halo de depresión rodea a la pareja. Están siempre rodeados por un clima triste, muchas veces generado por ellos mismos, debido a que creen que se encuentran en una situación sin salida. Debido a este desánimo, la dupla suele encontrarse en conflicto constante con otras personas: es posible que, como consecuencia de dramáticas peleas, no asistan a eventos y cancelen muchos planes, trayéndoles problemas con amigos y familiares.

Manipulador

Quizás no se note al principio, pero con el tiempo los amores obsesivos se convierten en sumamente controladores. Si notas que muchas situaciones de pareja te producen culpa sin haber hecho nada malo, es posible que estés siendo objeto de manipulación. El diálogo en estas parejas suele estar repleto de dos actos de desamor: la ironía y el sarcasmo. Aunque muchas veces se los disfraza de chistes ingenuos o pequeñas burlas, estas frases pueden tornarse cada vez más dolorosas, afectando el autoestima de los implicados.

Posesivo 

Las personas posesivas viven la relación transformando al otro en un objeto de su dominio. Ellas conciben a la otra persona como su propiedad, lo cual les otorga el derecho de controlar todos sus horarios, tipos de salidas, amistades, la ropa que viste, entre muchos otros. En la vida de un posesivo, nada queda librado al azar. Los controladores olvidan que cada uno es dueño de su vida y las víctimas de este tipo de relación suelen pensar que las indicaciones de su pareja son por su propio bien.

Celoso

Aunque los celos parecen ser parte de todas las relaciones, esto no significa que sea una actitud sana. Los celos obsesivos son producto de una profunda inseguridad y una costumbre de una insana manera de amar. La persona extremadamente celosa se vuelve paranoica y desconfía de todo, debido a que su propia inseguridad y baja autoestima no le permite ver la realidad tal cual es. Tanto sentir celos extremos como permitir que otro cele de manera asfixiante, habla de la falta de amor propio que solo se cubre con esa atención desmesurada.

Desconfiado

Hay parejas que se caracterizan por vivir controlando lo que el otro hace, ya sea espiando entre sus cosas, revisando su celular, elucubrando teorías absurdas, entre otros. Confiar en otro es prácticamente imposible: viven con la obsesión de que su pareja los engañará. Debido a la ejecución de ciertos mecanismos proyectivos, es muy probable que estas personas hayan sido infieles en otras relaciones o se vieron tentados en la relación actual. Por otra parte, padecen una inseguridad propia relacionada a su baja autoestima, que no les permite creer que otra persona los quiere tal como son y no necesita a nadie más. Esta desconfianza es además producto de graves problemas de comunicación: no hay confianza posible fuera de un ambiente que carece de diálogo profundo.

Indiferente 

Esta manera de amar se caracteriza por manejarse como un péndulo que oscila entre mucho interés y una indiferencia total. Las personas que generan esta clase de amor tóxico están presas de una ciclotimia: de estar pendiente de la otra persona, pasan a ni siquiera notar su presencia. Este alejamiento aparente muchas veces es realizado de manera consciente para obtener un poco de atención del otro. Esta actitud coloca a la otra persona en una situación de extrema asfixia cuando se la persigue y le produce un gran sentido de desolación e inferioridad cuando no se atienden sus necesidades, lo cual va en desmedro de concretar una relación basada en un amor estable.

Competidor

La toxicidad de este amor radica en no poder disfrutar, a la par, de los triunfos y los fracasos. Siempre uno de ellos siente que sus problemas son más importantes, o que los éxitos del otro no son tan grandiosos. Cada uno de los miembros de este tipo de pareja desea ser el centro de atención: ambos compiten mutuamente por lograr ser más que el otro, ya sea en el círculo de amigos, la familia o el trabajo. Esta situación culmina en que ninguno de los dos sea capaz de disfrutar de la felicidad de sus propios logros ni de los de su pareja, además de no poderse ayudar a resolver los problemas que van surgiendo.

Rescatista

Un rasgo profundo de muchos amores tóxicos tiene que ver con la creencia aparente de que uno de los miembros de la pareja debe rescatar al otro de su estado. Estos "rescatistas de la emoción" se sienten atraídos hacia personas que consideran incompetentes, lo cual disfraza un sentimiento de desprecio hacia el otro. Además de subestimar, los rescatistas suelen confundir la compasión con el amor: necesitan de un otro con sentimientos de carencia para poder relacionarse.

Infiel 

La base de la infidelidad es la desigualdad. Dejando la confianza de lado (una de las bases más importantes del amor), esta relación nunca será "pareja", es decir, entre pares. Podrán jugar por un tiempo, incluso muy prolongado, a ser una pareja y hasta una familia, pero el amor verdadero exige reciprocidad: amar y ser amado. Cuando ese desequilibrio genera culpa e insatisfacción, la desigualdad se profundiza. A esto se suma la desconfianza, ya que el juego de ocultamiento mina toda posibilidad de confianza mutua.

Demandante

Este amor exigente se la pasa demandando atención a su pareja, haciéndole imposible crecer. El flujo de amor en este tipo de amores funciona como una responsabilidad más en la vida: el demandante cree que el otro debe cumplir con sus metas, como si fuera un trabajo. Amor celoso y posesivo, vive pretendiendo convertirse en el centro de la vida del otro. Debido a que exige demasiado, el otro miembro de la pareja vive atado, sin concretar nunca su individualidad.

Fuente: ehowenespanol.com