Como licenciado en psicoterapia que se especializa en terapia de pareja, he conocido a muchos matrimonios que simplemente no saben como estar casados.
Ellos no saben qué hacer, o aún más importante, no saben qué se espera de ellos para que su matrimonio funcione.
Los matrimonios mejoran drásticamente cuando los cónyuges entienden cuales son sus responsabilidades y se comprometen a cumplirlas.
SEAN AMIGOS Y AMANTES
El ser amigos y amantes es la primera y más importante tarea del matrimonio, y la primera responsabilidad tanto del marido como de la mujer. En las Sheva Brajot que se leen en toda boda Judía, bendecimos a la novia y al novio para que se conviertan en "amigos y amantes". Esta es la base de cualquier buen matrimonio y es algo que debe trabajarse constantemente.
A menudo las personas piensan erróneamente, que la amistad es algo que tienes o no tienes. Afortunadamente, nosotros sabemos una verdad psicológica fundamental, y es que podemos crear sentimientos amorosos actuando de manera amorosa. Muchas parejas no intentan lo suficiente y se dan por vencidos, porque creen falsamente en la noción romántica de que: "el amor es un acontecimiento". Creen que cupido te dispara con su flecha o no; que el estar enamorados es algo fuera del control humano.
Esto me recuerda una historia sobre un hombre que había decidido divorciarse porque ya no amaba a su esposa. Desgraciadamente, las condiciones legales no le permitieron llevar a cabo el divorcio antes de otros seis meses, y estaba condenado a permanecer con su no querida esposa por ese tiempo. Pero siendo un hombre razonable, decidió que sólo por gusto sacaría el mejor provecho de la situación haciendo una lista de todas las cosas que haría, si es que realmente amara a su esposa. Pero no solo hizo la lista, sino que además comenzó a hacer estas cosas. Al final de los seis meses, ¡estaba locamente enamorado de la mujer a la que no podía soportar seis meses atrás!
Para mejorar un matrimonio promedio o reparar uno dañado, debemos entender que es necesario trabajar para ser amigos y amantes. La clave está en que es lo que hacemos para llegar a ello. Aquí van algunos consejos:
•Dejen de tener malas peleas.
Para convertirse en buenos amigos deben saber la diferencia entre una buena pelea y una mala pelea. Una mala pelea es aquella que termina con uno de ustedes, o ambos, sintiéndose herido o dañado. Luego de una mala pelea sienten que no han sido escuchados o entendidos. Tener malas peleas regularmente, casi siempre lleva al divorcio. Si es que las están teniendo, deben hacer todo lo posible para parar inmediatamente.
En vez de peleas verbales, algunas parejas tienen peleas silenciosas, donde los temas son constantemente puestos "bajo la alfombra" e ignorados. Esto también es una mala pelea, porque el resultado es el mismo: se sale herido y sintiendo que falta un espacio de diálogo y comprensión. La Torá nos dice, "Aléjate del mal y haz el bien". No pueden comenzar a ser amigos hasta que no se alejen del mal, que es en este caso, abstenerse de este tipo de conflicto dañino.
•Pasen tiempo disfrutándose mutuamente
Aunque este consejo parezca obvio, para muchas parejas este es un gran secreto. El Dr. William Doherty autor del libro, Take Back Your Marriage, ha basado toda su terapia de pareja en este principio. El señala que la mayoría de los problemas matrimoniales son resultado de un esposo y una esposa que no pasan suficiente tiempo juntos. ¿Cómo pueden tener alguna oportunidad de ser amigos si la mayoría del tiempo que están juntos lo pasan teniendo conversaciones sobre negocios o administrando a la familia? Pasear juntos puede hacer maravillas para construir su amistad. Tener citas nocturnas es esencial para mejorar el matrimonio. Una vez por semana puede resultar muy complicado para la pareja estresada y con niños el crear un tiempo de calidad en pareja, pero háganlo de forma regular.
•Desarrollen rituales de amor e intimidad
Asimismo, Doherty señala en su libro que necesitamos desarrollar buenos rituales de "conexión". Este principio es importante ya que mientras más nos acercamos a nuestro cónyuge, más sentimientos positivos producimos.
Por ejemplo, ¿cómo se saludan el uno al otro al final del día? Un marido tenía su propio "ritual de saludo", en el cual llegaba su casa, abrazaba a sus tres hijos y luego iba a su habitación por veinte minutos, se cambiaba de ropa y veía las noticias en la televisión. Finalmente, acercándose a la cocina, donde su esposa estaba cocinando la cena, la saludaba con algo así como "¡tenemos que cenar rápido para llegar a la reunión de la escuela de los niños!" ¡Que tal eso como ritual de amor que promueva acercamiento y amistad!
El siguiente ejemplo es un "ritual de saludo" mucho mejor ideado por otra pareja. El marido puso atención a como su perro lo saludaba a la vuelta del trabajo. Cada noche, sin falta, tan pronto como él cruzaba la puerta, el perro venía corriendo, moviendo la cola y saltando encima de él con encanto. Siendo un hombre de gran sabiduría, se dio cuenta que quizás él podría aprender algo de su perro. Le preguntó a su esposa si es que ellos podrían intentar saludarse como el perro los saludaba a ellos. Ahora intenten poner esta imagen en su mente. Cuando él cruza la puerta, los dos corren el uno hacia el otro, sonriendo y expresando cuán maravilloso es verse. Funcionó tan bien, que han estado practicando este saludo por diez años. Imaginen también, el impacto positivo que esto produce en los niños.
¿Es esto un poco mucho para ustedes? No hay problema. ¿Pero pueden tú y tu pareja encontrar una mejor manera de saludarse – de la manera en que se saludarían si es que realmente se gustaran el uno al otro y fueran buenos amigos?
•Programen los momentos románticos
Este es uno de los consejos más profundos que puedo darles: No esperen que la intimidad ocurra; prográmenla. No suena muy romántico, lo sé. Pero funciona. Cuando los dos se ponen de acuerdo y se hacen un tiempo para estar juntos, estarán más motivados a disfrutar este tiempo que tendrán en pareja. Sin embargo, si esperan que ese "momento mágico" ocurra solo, puede ser que nunca llegue.
•No causen dolor; den placer
El Rabino Zelig Pliskin llama a esto la "regla de oro del matrimonio". ¿Han escuchado alguna vez de amigos que no les importa si le causan dolor al otro o no? ¿Qué tipo de amigo le causa dolor a su amigo? Sin embargo, marido y mujer a menudo lo hacen. La razón principal para esto es que no piensan en cuales son las consecuencias de sus palabras y acciones. Cada cosa que digan o hagan los acerca o los aleja el uno del otro.
Hagan la siguiente prueba por dos días: hagan el compromiso de llevar cada uno una lista de todas las interacciones entre uno y el otro, anotando si actuaron en una forma que promueve sentimientos amistosos o sentimientos negativos. Intenten ser concientes de cada decisión que tomen en presencia de su pareja.
Al concluir los dos días, siéntense a comparar sus anotaciones. ¿Cómo se sintió cada uno? ¿Sintieron algún progreso en su relación? Si están seriamente interesados en convertirse en "amigos y amantes", ¡es difícil creer que no estarán dispuestos a comprometerse a aplicar este principio por el resto de sus vidas!
Por: Rabino Dov Heller
http://www.psicologosperu.com/
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