La vida mejor no suele ser la más complicada, sino la más sencilla.
A veces soñamos con realizar muchas cosas, o cosas de relieve, que nos den importancia y, sin embargo, comúnmente no podremos realizar ni muchas cosas, ni cosas de importancia.
En cambio, día a día podemos realizar pocas y sencillas cosas; y esas pocas y sencillas cosas son las que cambiarán nuestra vida y podrán influir en la vida de los que nos rodean.
La sencillez suele ser una característica de las obras mejores; en cambio, las grandes obras suelen perder su grandeza, cuando se las complica.
El chispazo que ciega no resulta tan útil como la sencilla lámpara, que incesantemente proyecta su tenue resplandor.