Los padres saben que es muy importante que sus hijos tengan una buena autoestima. Lo que la mayoría desconoce es que eso depende, en gran medida, de ellos mismos.
Desde el nacimiento, la o el bebe necesita sentirse amado, ser abrazado y tratado con cariño. Ese es el punto de partida para tener una autoestima alta y sentirse bien.
Cuando van creciendo, igual, también requieren saberse valorados y queridos por sus papás.
Lamentablemente, hay muchos chicos que se quieren muy poco y no todos sus padres lo notan.
Pero nunca es tarde para intervenir.
Para que un hijo se quiera necesita saber, muy en su interior, que sus padres lo aman, lo respetan y lo valoran. Así enfrentará el mundo con seguridad.
No basta decirle "te amo", el niño debe sentirlo, notar que su opinión es importante, que su esfuerzo se valora, que se equivocó pero puede enmendar las cosas.
LO QUE PUEDE HACER:
- Expresarle amor con palabras, con abrazos, con gestos y miradas.
- Respetar el modo de ser del hijo y aceptarlo como es, tratando de ayudarlo con límites claros.
- Evitar un ambiente de discordia en casa y, más bien, darle seguridad.
- Animarlo a resolver dificultades, a decidir sobre su ropa, a proponer algún cambio en casa.
- No sobreprotegerlo.
- Evitar fijarse solo en aquello que el niño hace mal, buscar sus puntos fuertes y hacérselos notar.
- No requintarlo, sino conversar.
- No humillarlo nunca.
- Comunicarse con él, escucharlo, no solo darle indicaciones.
- Jugar juntos o pasear, permitirle saber que los padres disfrutan al pasar tiempo con él.
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