Automarketing, autopropaganda, autopublicidad, autocomercial, autobombo, autoestima elevada, autoestima inflada.
Motivación o esfuerzos de las personas para obtener y/o mantener el autoconcepto y/o las evaluaciones positivas de sí mismos, y para conseguir esa evaluación positiva de los demás.
Según esta teoría:
La necesidad de autoensalzamiento aumenta cuanto mayores son los deseos de pensar favorablemente sobre uno mismo.
Las personas no sólo buscan tener una imagen favorable de sí mismas, sino que también se esfuerzan por mostrar a los demás sus aspectos positivos, bien de manera explícita, o bien de manera sutil. (Relacionado con el motivo básico de pertenencia). Se hace todavía más fuerte cuando la imagen de la persona se ha visto empañada por algún motivo.
A pesar de que en contextos académicos o laborales la motivación por autoensalzamiento se asocia con una baja autoestima y sensación de malestar, en general es considerada como algo beneficioso para las personas.
Un ejemplo de autoensalzamiento es el optimismo poco realista, también llamado optimismo ilusorio y sesgo optimista.
Es el proceso por el cual las personas creen que para ellos será más probable experimentar situaciones positivas.
Esto las hace sentirse más felices.
Este sesgo suele ir acompañado de otro cuyo efecto no es beneficioso, la ilusión de invulnerabilidad que lleva a esas personas a pensar que tendrán menos probabilidades de experimentar situaciones negativas en comparación con otras personas similares, lo que produce llevar a cabo conductas arriesgadas.
Fuente: psikipedia.com
La mayoría de selfies también son formas de autoensalzamiento.
Como muchas cosas en la vida, hay que hallar el balance o equilibrio. Es decir, es una ayuda para elevar la autoestima pero evitar que sea una autoestima inflada (irreal, sin sustento efectivo y/o elevada en exceso).
Aplicar un poco de humildad, sencillez y perfil bajo no le hace mal a nadie.
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