El agua fría estimula hormonas que actúan contra la DEPRESIÓN.
El agua caliente reduce la ANSIEDAD.
Una alternativa podría ser: agua fría por las mañanas para empezar el día con buen ánimo y agua caliente por las noches para descansar plácidamente. Y así tenemos lo mejor de ambas. ¿Tú cuál prefieres?
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