Al reconocer que tienes que acudir a un psicólogo,
podría parecer que estás dando una sensación de fragilidad,
y no; es justo al revés.
Quiere decir que eres una persona valiente.
Quien acude a una consulta es alguien valiente que quiere mejorar su vida,
y para eso no hace falta estar muy destrozado.