...que puedes practicar cada día.
La higiene mental son todos aquellos mecanismos que le permiten a la persona lograr un equilibrio con su entorno sociocultural.Estos abarcan las actividades y acciones que previenen los comportamientos negativos en el contexto social, y también las conductas que cada uno incorpora en su rutina para mejorar su calidad de vida.
A nivel general es primordial que toda la sociedad se involucre en la creación de un ambiente que les permita a todos encontrar su equilibrio mental.
La familia, las amistades y los compañeros de trabajo son una pequeña parte de aquellos que pueden contribuir a mejorar este aspecto.
Sin embargo, así como cada uno es responsable de su higiene corporal, también debe existir un control individual sobre los hábitos que permiten mantener una buena salud psíquica.
Por fortuna, existen muchas formas de ponerlos en práctica y todos tenemos la capacidad de hacerlos parte de nuestra rutina. ¿Los conoces?
1. Fomentar la confianza
La inseguridad en uno mismo es un sentimiento que destruye e impide avanzar. Para vencerla, es necesario atreverse a experimentar y dejar fluir todas esas habilidades que seguramente se tienen.
Todas las personas tenemos que atravesar momentos difíciles que ponen a prueba nuestra confianza; sin embargo, lo primordial es no dejarse vencer y tratar de construir, con base en la experiencia, una mejor versión de cada uno.
2. Satisfacer las necesidades biológicas
Para conseguir una buena higiene mental es determinante crear un estrecho vínculo entre la salud física y emocional.
La adopción de una dieta balanceada, la práctica regular de ejercicio físico y el dormir bien son solo algunas de las cosas que se pueden hacer para lograr ese equilibrio.
Así mismo, cabe mencionar que las relaciones sexuales y otras actividades de placer también desempeñan un rol importante.
Reprimir o suprimir cualquiera de estas conduce a caer en episodios negativos de salud mental.
3. Valoración positiva de los rasgos propios
Una de las buenas costumbres que todos podemos adoptar cada día es valorar de manera adecuada cada una de las cualidades que tenemos como personas.
Tanto la imagen como el refuerzo de la autoestima ayudarán a tener una mejor actitud ante cada situación que se presente en el camino.
Esto mismo modificará por completo la forma en como otros nos perciben, lo que sin duda mejorará el ámbito social.
4. Valoración positiva de los demás
Las personas que nos rodean también tienen muchas virtudes y comportamientos que vale la pena reconocer y exaltar.
Percibir los aspectos positivos de otros y aprovecharlos para mejorar las relaciones incrementará el grado de bienestar que experimentamos.
5. Autocontrol
Dominar los impulsos y las emociones no es fácil porque, por naturaleza, nos dejamos llevar por las situaciones.
Sin embargo, no es imposible adquirir autocontrol y aprender a ser conscientes de lo que es más conveniente para nosotros.
El controlar las emociones ayudará a tomar mejores decisiones y alejará las emociones negativas como la angustia y el estrés.
6. Autonomía
Sin que el concepto de autonomía se confunda con el prescindir por completo de otros, su práctica diaria puede hacer mucho por la salud mental.
Tener la capacidad para solucionar nuestros problemas, por pequeños que sean, alimentará la confianza y evitará las recaídas de autoestima.
No depender para todo de otros será útil tanto en lo personal como a nivel social. El querer cargarles a otros nuestras tareas o angustias va creando un deterioro en las relaciones.
7. Evocar recuerdos agradables
Mucho cuidado al momento de rememorar las vivencias. El traer al presente las frustraciones o los fracasos del pasado lo único que hará será crear un fuerte sentimiento de inseguridad y dolor.
Lo mejor es evocar esos recuerdos gratos que, de una u otra forma, sirvieron para ser mejores personas.
8. Hacer un balance general del día
¿Te has tomado el tiempo para pensar qué fue lo bueno y lo malo del día? El realizar un balance general del día permitirá identificar qué cosas nuevas se aprendieron, cuáles son los errores que no se han de repetir y qué aspectos necesitan de más atención.
Esto se puede practicar al final de la jornada, justo antes de ir a dormir. Seguramente servirá para asumir mejor el día que viene.
¿Pones en práctica estas buenas costumbres? Ahora que las conoces debes aprender a incorporarlas en tu vida para mantener una buena higiene mental.
Lograr aplicarlas con frecuencia es la mejor manera de conseguir un equilibrio entre el cuerpo y la mente. ¡Compruébalo!
Fuente: mejorconsalud.com