Las personas con alta motivación a la afiliación tienden a priorizar a los trabajadores sobre las tareas, se relacionan con otros pensando más en sus sentimientos que en los hechos, organizan su tiempo priorizando temas como la amistad y, en definitiva, tienen un gran temor a romper los vínculos con las personas que son significativas para ellos.
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Jefes y jefas que aman demasiado |
SÍNTOMAS:
1. Sobrevalorar a algunos colaboradores.
2. Brindar permisos especiales a aquellos considerados cercanos.
3. Dificultad o imposibilidad para tomar decisiones difíciles (despidos, cambios de área, negar promociones, negar aumentos, entre otras).
4. Deficiente distribución del tiempo y tareas.
5. Dispendio de recursos en pocas personas.
Es paradójico pero, en muchas ocasiones, los gerentes que no saben manejar su lado afiliativo terminan generando un mal clima laboral y, por ende, peores resultados de negocios.
Fuente: Aptitus, octubre 2014