Eso es generalizar. Y la generalización es una distorsión cognitiva o del pensamiento.
No todos los hombres son violentos ni abusadores.
Es más, existen mujeres que son violentas y/o abusadoras.
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“He visto un aumento de casos de depresión entre hombres jóvenes que se sienten humillados en una sociedad hostil a la masculinidad” (Erica Komisar, psicoanalista).
Biológicamente, los varones segregan más testosterona, que favorece la acometividad y la competitividad; y más vasopresina, cuyo efecto en el cerebro inclina a dirigir la agresividad a la protección de las personas queridas. También rasgos femeninos, como la inclinación a cuidar de otros –de los hijos, en especial– o la sensibilidad emocional, están relacionados con las hormonas. Las mujeres tienen más oxitocina que los hombres, y además esta sustancia afecta a ellos y a ellos de modo diverso, como se comprueba cuando una pareja tiene un hijo. La oxitocina inclina a las mujeres a ser más sensibles y empáticas, y a los hombres, a ser un estímulo para el niño y fomentar en él la resiliencia.
“Estas diferencias entre hombres y mujeres –escribe Komisar– se complementan, y así, la pareja puede criar y estimular a sus hijos”. La psicoanalista anota que hoy se ve también cierto menosprecio de los rasgos maternales, que recae sobre las mujeres que optan por dejar el empleo para dedicarse a sus hijos pequeños.
Claro está que las tendencias humanas no determinan la conducta, y han de ser cultivadas para que no se desvíen. Así lo señala Komisar: “Por supuesto, llevado al extremo, el culto a la virilidad puede ser perjudicial. Enseñar a los chicos –o a las chicas: para el caso, es lo mismo– que han de ser siempre estoicos, guardarse sus sentimientos para sí y no mostrar nunca debilidad es una receta segura para el trastorno mental. Pero también lo es decir a los chicos que la agresividad, la competitividad y el instinto protector son síntomas patológicos. Como lo es decir a las chicas que su deseo de criar hijos es vergonzoso”. En fin, “lo insano no es la masculinidad ni la feminidad, sino el menosprecio de los hombres masculinos y las mujeres femeninas”.
¿Qué es lo duro de ser hombre? Labash habría respondido así: “Tener que escuchar a otros que no son hombres, o están avergonzados de serlo, decirme constantemente qué tengo que hacer para ser un hombre”.
Fuente: https://www.aceprensa.com/sociedad/masculinidad-no-toxica/
Entre las celebridades existen hombres que pueden ser ejemplos a seguir en cuanto a masculinidad saludable, tales como George Clooney, Chris Pratt, Ryan Reynolds, entre muchos más.