Las cosas ocurrieron tal como ocurrieron por cuanto no hubo condiciones para que ocurrieran de una manera diferente.
En tal sentido, ellas fueron necesarias.
Quien se lamenta por experiencias del pasado a menudo se olvida que aquel que se lamenta es ya un individuo diferente de aquel que vivió esas experiencias, por cuanto es un producto de ellas.
Resentir del pasado no sólo compromete el pasado, también compromete el presente y, al hacerlo compromete también el futuro.
Toda forma de resentimiento del pasado revela que no aceptamos plenamente quienes somos, que no nos amamos suficientemente, pues quienes somos hoy, es lo que tal pasado hizo que fuéramos.
La plena aceptación de quienes somos descansa en la plena aceptación de nuestro pasado, en la capacidad de mirarlo aceptando su necesidad, sin despojarlo de su inocencia.
Nada es más inútil, ni nada produce tan innecesario sufrimiento, que desgarrarnos por un pasado que no podemos cambiar.
Nada es más absurdo que luchar contra lo necesario.
Así como es preciso aprender a aceptar el pasado necesario como forma de aprender a bien vivir, es igualmente importante aprender a ejercitar lo que está “en nuestro poder”.
Introducirnos en el futuro significa participar en el arte de lo posible.
Por: Rafael Echeverría
4 comentarios:
Enrique dijo:
Mi padre siempre decía:
"Siempre que ocurre igual, sucede lo mismo"
que viene muy al caso.
Maribel dijo:
"Una gota de agua no hace nada, pero muchas forman un torrente"
Proverbio chino.
Traducción: la vida está llena de pequeños esfuerzos.
Nerea dijo:
La vida es breve. Solo vivimos una vez y no tenemos manual de instrucciones. cada vez que hacemos una elección y seguimos un camino y no otro, nos estamos abriendo una puerta y cerrando otras muchas. Después no tenemos opción de saber qué hubiera sido de nosotros si hubiesemos seguido otro camino. Nunca podemos saber si lo hicimos bien o no, porque no hay vuelta atrás. Si viviéramos mas de una vida, podriamos acumular esa experiencia y ante la misma encrucijada podríamos tomar otro camino y ver si era mejor que el que seguimos anteriormente.
Pero solo vivimos una vez y todos los pasos que vamos dando en la vida son un poco a tientas. Quizá no deberíamos exigirnos tanto, al fin y al cabo lo hacemos lo mejor que podemos.
Nice dijo:
Esa visión nerea creo que es muy posibilitadora: "Hacemos lo mejor que podemos", en cuanto que aceptamos nuestras limitaciones y también nuestros recursos, y siempre que no caigamos en la autocomplacencia.
Y aun más interesante puede ser pensar así en lo que hacen los demás: hagan lo que hagan, hacen lo mejor que pueden, dentro de las opciones que tienen accesibles en dicho momento.
Es lo que en Programación Neurolingüística se llama "Intención positiva": todos tomamos la mejor alternativa que disponemos, y nos hacemos cargo de algo.
Utilizar esa mirada hacia los demás puede permitirnos entenderlos mejor, y tener mejores opciones de intercambio.
http://www.psicologosperu.com/
Sólo el amor da sentido a la vida, el amor a uno mismo y a los demás, aprender a amar es lo más importante, donde hay amor hay sabiduria, porque la sabiduria está en el corazón y si éste nos guía no corremos ningun peligro de equivocarnos y menos de lamentarnos.
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