Tras escuchar las indicaciones de Juan José Bustamante, profesor de meditación y budismo, no me fue difícil llegar a relajarme. Aunque en un inicio algunos pensamientos me ametrallaban, tardaron en desaparecer y pude disfrutar de mi respiración y hasta de los ruidos exteriores. Opté por sentarme con los ojos cerrados, pero otros prefirieron echarse y hasta tener los ojos abiertos. La idea es que uno se sienta lo más cómodo posible y respire relajadamente.
"La meditación es la supresión del pensamiento conceptual para que se manifiesten otras capacidades del ser humano, como la intuición más trascendente", explica Bustamente. La práctica de esta disciplina puede tener efectos terapéuticos, pues se reducen los niveles de estrés y ansiedad, hay un sueño más profundo, se fortalece la memoria y se enfoca mejor la atención, entre otros aspectos, señala Luciana Stiglich, de Inner Healers.
De hecho, un estudio del Hospital General de Massachussetts concluyó que seguir un programa de meditación durante 8 semanas genera cambios positivos en áreas del cerebro asociadas a la memoria, la autoconciencia, la empatía y el estrés.
Por: Norka Peralta Liñán
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