La psicóloga Olga Valjajeva entrega una sencilla receta que usó en una batalla contra el autismo de su hijo.
Enfrentó este trastorno y se preparó para luchar. Olga Valjajeva llevó a su hijo al doctor con más frecuencia. Un psiquiatra le dio un regalo invaluable; él le comentó sobre un tratamiento para el autismo en una clínica de Inglaterra.
Las madres de los niños afectados, cada noche, implementaban una simple terapia. Esperaban que su hijo o hija se durmiera, y luego, después de 15 minutos, cuando el niño entraba en la fase activa de sueño le decían:
“¡Te amo! ¡Estoy orgullosa de ti! ¡Estoy encantada de que seas mi hijo! ¡Para mí eres el mejor hijo del mundo! ”
Los médicos de la clínica han comparado a los niños cuyas madres hacen este ejercicio en las noches, con los niños a los que nadie ha hablado en las noches. Los resultados fueron dramáticos: los niños que recibieron las palabras llenas de amor, se recuperaron mucho más rápido.
Olga dice:
“Al principio dije sólo esas palabras a mi hijo. Más tarde, empecé a improvisar y agregar otras palabras, llenas de amor. Cinco años han pasado desde entonces, y yo todavía las susurro en la noche para mis dos hijos. Mi hijo mayor ya no sufre de autismo. ¡Estoy segura de que mi terapia nocturna jugó un rol importante!
Hay algo muy importante para mis hijos y para mí: ¡la magia del amor maternal está trabajando en ambos lados! Un maravilloso sentimiento de cercanía se creó con ambos. Por la noche, mientras los abrazo y les digo una palabra gentil siento cómo nuestra cercanía mutua crece y se fortalece. El resto está en el pasado, todo lo que nos estaba haciendo daño -peleas y malentendidos mutuos.
Con el tiempo, he leído que a un niño se le debe decir constantemente:
– Si pudiéramos elegir, de todos los niños del mundo, ¡te elegiríamos sólo a ti!
y: – ¿Te he dicho hoy que te quiero mucho? Me di cuenta de que para un niño es muy importante sentirse especial y necesario para los padres tal cual es.
Esto es lo que les digo: Estoy muy contenta de que existas.
Esta afirmación es especialmente útil para los hijos que fueron no deseados. Por ejemplo, si tu querías una hija y por mucho tiempo no te podías conciliar con el hecho de que tuviste un varón, es importante transmitirle al niño: ¡Estoy feliz de que eres un niño!
Qué más debería hablar con el niño: ¡Te quiero mucho! ¡Eres NUESTRO hijo querido! Aquí la palabra clave es “nuestro”. Ayuda al niño a aceptar por igual a ambos padres.
Durante el día, si peleaste con el niño, dile: Lamento que hayamos llegado a una situación en la que tuve que retarte.
Nunca diga todas estas palabras en forma mecánica: ¡Te amo! ¡Estoy orgulloso de ti!
Las palabras ayudan mucho cuando se tejen con los sentimientos. Así que dilas con mucha emoción sincera.
A partir de mi hijo, me di cuenta de que las palabras juegan un rol curativo, si es que estas salen del interior. La relajación logra llegar y el espasmo interior desaparece.
El tratamiento de la terapia con palabras de amor no tiene que durar mucho tiempo. Sólo tres a cinco minutos llenos de emociones fuertes. Es importante que lo hagas todos los días. No te olvides de decirle al niño todas estas palabras, varias veces durante el día también en vigilia.
Sin ninguna razón, cuando pases a su lado, con suavidad abrázalo y besa su cuello. Lo recordará por toda la vida.
Fuente: sendero saludable.net
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