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viernes, mayo 22, 2015

TEST SOBRE LA COMIDA Y LAS EMOCIONES

Cada alimento que entra a nuestra boca, tiene dos componentes:
• La parte física y química: su aspecto, su olor, sabor, consistencia, temperatura, nutrientes, carbohidratos, colorantes, etc.
• La parte emocional: ¿Qué significa para ti?

Por qué no analizas ahora tu modo de comer y confirmas si se parece a la forma en que actúas en otros aspectos de tu vida. Según Adriana Esteva, autora de "Cuando la comida calla mis sentimientos" y creadora del Taller teórico-vivencial “Comiéndome mis Emociones”, por ejemplo:

• Si comes siempre rápido, ¿vives siempre corriendo?
• Si comes siempre lo mismo, ¿eres muy rutinario?
• Si te privas de lo que te gusta comer, ¿de que más te privas?
• Si eres muy quisquilloso con lo que comes, ¿criticas mucho?
• Si cuando estás solo comes diferente a cuando te acompañan, ¿te da miedo mostrarte como eres?
• Si comes lo que te den, aunque no te guste, ¿eres conformista?
• Si comes mucho irritante, ¿sueles ser muy irritable?
• Si te fijas mucho en lo que come el de junto, ¿prefieres poner tu atención en los demás en lugar de en ti mismo?
• Si te quieres devorar el plato, ¿te quieres tragar el mundo?
• Si te atragantas con la comida, ¿te saturas de muchas actividades?
• Si comes con desesperación, ¿sientes que te quitarán algo?
• Si te comes las sobras, ¿crees que no mereces algo más?
• Si andas picando todo el día, ¿te cuesta trabajo centrarte en una sola cosa?
• Si comes hasta quedar abotagado, ¿te sientes incapaz de moverte?
• Si comes a escondidas, ¿sientes que hay algo que no puedes mostrar porque está mal en ti?
• Si cocinas para los demás antes que para ti, ¿te pones constantemente en segundo término?

Ahora, prepárate para que elabores una lista de los alimentos que consideras prohibidos y los relaciones con lo que representan para ti: Por ejemplo:

• Sundae de caramelo: Pecado, aventura, exceso.
• Papa al horno con crema y tocino: Castigador, aromático, viajes
• Quesadillas fritas: Agresividad, prohibición, irritabilidad.
• Panquecitos de chocolate rellenos de crema: Prohibición
• Ate relleno de nuez y cajeta: Grosería.
• Churros rellenos: Infamia.
• Papas a la francesa: Ahogo, sofocación.
• Flan de cajeta: melosidad.
• Pasitas con chocolate: obsesión, descontrol.
• Torta de chorizo con huevo: imperdonable.
• Café con leche: Apapacho.
• Galletas de mantequilla: No me puedo dar el lujo.
• Tacos de pollo dorados, con crema y queso: Exceso.

Ahora te invito a hacer una negociación con esos alimentos aprovechando la relación que ya viste que tienes con ellos.

La escritora Doreen Virtue en su libro “Loosing your pounds of pain”, hace una lista, en donde describe qué emociones están relacionadas a ciertos alimentos en especial.

• Barras de chocolate: Requieres estimulación o te sientes privado de amor.
• Chocolate crujiente: Te sientes frustrado, ansioso o enojado por la tensión o por falta de amor.
• Helado de chocolate: Te sientes deprimido por tensión o por dificultades en una Relación.
• Helado con chispas o con algo crujiente: Estas conteniendo enojo dentro o te sientes enojado contigo, depresión.
• Helado de menta y chispas: Te sientes aletargado y frustrado porque tienes mas Responsabilidades que tiempo y motivación.
• Pastel de chocolate: Te sientes vacío, inseguro, posiblemente por la falta de Amor.
• Chocolate caliente: Haz pasado por sentimientos difíciles en el día y ahora Necesitas callar un ratito a tu ego para poder dormir.
• Comida crujiente alta en grasa: Te sientes vacío por frustración o enojo Grasa
• Comida condimentada Cubierta con queso o crema: Te sientes deprimido porque la vida parece no tener sentido.
• Lácteos: Te sientes deprimido o no amado. Deseas sentirte nutrido y confortado.
• Galletas, postres: Te sientes tenso y requieres relajación. Puedes también Sentir que tu vida está vacía
• Refrescos: Te sientes sobrepasado por el trabajo o responsabilidades, deseas tener más energía; también deseas tener más energía sexual.
• Hamburguesas y comida rápida: Te sientes vacío con ciertos aspectos de tu vida. También te puedes sentir inseguro o inadecuado en alguna área de Tu Vida.

lunes, febrero 13, 2012

GORDOREXIA O MEGAREXIA

Hace cinco años, la britânica Sara Bird descubrió que sufría de un trastorno alimentario: la gordorexia. Cuando se miraba al espejo no notaba que estaba gorda, pero la verdad es que pesaba 123 kilos. Su experiencia está en el libro "Fatorexia – What do You See When You Look at the Mirror?”, que se agotó en 3 semanas en el Reino Unido.

La Megarexia es un trastorno opuesto a la anorexia nerviosa. (Traducción de la imagen: "Yo vencí a la anorexia").

Descubierto y denominado "Megarexia" por el doctor Jaime Brugos (Ph.D.), en su libro "Dieta Isoproteica" editado en 1992 y ampliado en su libro "Isodieta" en 2010.

Suelen ser personas obesas que se miran al espejo y no lo perciben; por eso no hacen ninguna dieta; por eso se atiborran de comida basura (calorías vacías).

Ellos se perciben sanos.

Son, en cierta forma, personas obesas que se ven delgadas a causa de la distorsión de la percepción que caracteriza a los trastornos alimentarios, cuando la desnutrición que padecen (son obesos desnutridos por falta de nutrientes esenciales en su alimentación), llega a afectar a su cerebro, momento en el que, como sucede con la anorexia, su trastorno alimentario se convierte en una grave enfermedad.

Ellos consideran que el exceso de peso es sinónimo de fuerza y vitalidad.

Comen de todo y en cantidades abismales, pero muy pocos "nutrientes esenciales" y una altísima proporción de azúcares, féculas, almidones, etc.

Comida basura, dulces, frituras, alimentos grasos, postres... son algunos de los platos principales en la dieta de los megaréxicos (de los que padecen megarexia, megarexia no es la persona, es su enfermedad).

Fuente: Wikipedia

Los gordoréxicos son individuos obesos que ellos mismos creen verse menos gordos de lo que realmente son y no perciben que su sobrepeso pone en riesgo su salud. Se permiten comer a sus anchas, lo que causa un aumento exagerado de peso y empeora las dolencias que adquieren debido a la obesidad.

http://www.psicologosperu.com/

domingo, mayo 01, 2011

ADICTOS A LA COMIDA

AZUCARES Y HARINAS AL BANQUILLO

Pocas personas pueden resistirse a una torta de chocolate recién preparada, esponjosa y con bastante fudge. ¿No es cierto? Ahora imagine el esfuerzo casi sobrehumano que debe hacer un adicto a la comida para no caer en esta tentación.

¿No sabía que existía este tipo de adicción? Pues sí, los médicos creen que la comida es adictiva para ciertas personas y un equipo de investigadores de la Universidad de Yale, en Estados Unidos, hizo un estudio –publicado en la edición digital de “Archives of General Psychiatry”– que refuerza esta idea. En ese trabajo se comprobó que la actividad cerebral vinculada a la adicción a la comida es similar a la que se produce en el cerebro de los adictos a las drogas.

EL ORIGEN DEL MAL

“La génesis de la obesidad tiene una base genética. Pero, además, hay personas obesas que tienen una especie de adicción a las comidas, les cuesta desprenderse de los azúcares y las harinas refinadas. En cambio, sí pueden dejar las grasas y las carnes”, explica el doctor Jesús Rocca, endocrinólogo de la clínica Ricardo Palma.

Cabe advertir que la adicción al azúcar y a las harinas se da en obesos que tienen resistencia a la insulina. Además, se observa en ellos que “el triptófano (aminoácido esencial) no atraviesa en cantidad suficiente la barrera hematoencefálica y, por lo tanto, las neuronas cerebrales dejan de producir serotonina, causando que el cerebro mande la orden de comer más azúcar y harinas, porque son ricos en triptófano”, añade el doctor Rocca.

Por su parte, la nutricionista Mariana Hermoza refiere que la solución es “tomar medicamentos o, mejor aún, fraccionar las comidas en cinco a siete partes, aumentando la cantidad de proteínas y fibra, para tener una sensación de llenura”, aconseja la nutricionista.

De otro lado, el doctor Rocca aconseja a estos pacientes “comer menos azúcares y carbohidratos con alto índice glicémico y más harinas con un buen aporte de triptófano (ejemplo: la avena) y, solo cuando el caso lo amerite, se prescriben fármacos que disminuyen la resistencia a la insulina. Además, hay que practicar ejercicios para subir los niveles de endorfinas cerebrales y aumentar así la sensación de bienestar”.

Tenga en cuenta:

CÍRCULO VICIOSO. Al comer muchos alimentos hipercalóricos (grasa, harinas refinadas) la persona sube de peso y, si tiene familiares con diabetes, pues acumula más grasa en sus vísceras, lo cual conlleva a mayor resistencia a la insulina. Así se ingresa en un círculo vicioso (mayor resistencia a la insulina, más hambre de harinas y dulces, etc.). ¿Resultado? “La persona se vuelve obesa y con ello deprimida, requiriendo por lo tanto más serotonina, entonces come más dulces cuando está estresada, empeorando así el cuadro”, dice el doctor Jesús Rocca. Esto explica en gran medida la dificultad que las personas sienten cuando intentan perder peso.


Fuente: Diario El Comercio, Suplemento Mi Hogar
http://www.psicologosperu.com/