La preocupación es una característica natural del ser humano, pero debemos evitar que eso llegue a hacernos sentir muy mal, a dificultar nuestras actividades y relaciones, o a generar otros trastornos.
En vez de PRE-ocuparnos por lo que vaya a suceder, OCUPÉMONOS de lo que sí podemos hacer en el presente y así evitar pre-ocuparnos de lo que quizás ni vaya a suceder del modo que lo pensamos.
Si aun así, se te dificulta lograrlo por ti mismo,
siempre puedes acudir a Consultoría o Terapia Psicológica