Esa es la clave: la Familia.
La familia transmite amor, seguridad, protección, compañía, pertenencia, confianza, etc.
Cuando los propios padres no controlan su propia ansiedad, eso le transmiten a los hijos: ansiedad.
Luego no se explican por qué sus hijos son temerosos, inseguros, etc.
Padre y madre son el modelo para los hijos sobre cómo solucionar los problemas que se presentan a diario en la vida.
Los hijos observan cómo resuelven los problemas sus padres: si lo hacen calmados, serenos, seguros, o si lo hacen alterados, nerviosos o inseguros.
Por eso, cuando acuden niños a la consulta, hay que preguntarles: ¿y cómo es la relación con el papá, con la mamá? ¿dónde está el papá o la mamá?
Cuando padre y madre aprenden a manejar sus propias ansiedades y gestionar sus propias emociones, eso también le transmitirán a sus hijos.
Si aún se les está dificultando siempre pueden acudir a asesoría psicológica especializada en familia.