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lunes, abril 07, 2014

HOMBRES VIOLENTOS LLEVAN TERAPIA PARA EVITAR FEMINICIDIOS

En Lima y Callao, 2 centros del Estado dan tratamiento a más de 50 sentenciados por violencia familiar.

El tratamiento para hombres violentos que brindan los dos centros de asistencia institucional del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables constan de terapias grupales. (Foto: Nancy Chappell / El Comercio)
LOURDES FERNÁNDEZ @LulitaFC

Redactora de Sociedad

Veinticuatro zapatos están alineados en un rincón del salón. En otra de las esquinas, están sus dueños, unos doce hombres que fueron sentenciados por el Poder Judicial por haber agredido a sus parejas. “Al principio lo vi como un castigo y me costó venir. Ahora, estoy empezando a entender lo que hice”, dice Silvio Romero, de 53 años, quien descalzo inicia la terapia a la que asiste desde hace dos meses.

Como Silvio otros 55 hombres considerados violentos asisten una vez por semana al Centro de Asistencia Institucional (CAI) del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), ubicado en Breña. En este centro son atendidos por especialistas para evitar que su agresividad pueda concluir en feminicidio. “Trabajamos en grupos para que empiecen a reconstruir su mundo y desterrar la ira y la violencia”, cuenta el coordinador del CAI, Óscar Huacho Arroyo.

Esta rabia es la que César trata de apaciguar desde hace un año. Con una formación militar a cuestas, César tiene una lucha diaria con sus emociones. Hace dos años estuvo a punto de matar a golpes a su esposa luego de enterarse que le había sido infiel. Ahora se siente tan culpable que al recordarlo la voz se le quiebra y los ojos se le llenan de lágrimas. “Me enteré de que me engaño y la castigué. La golpeé y tenía ganas de matarla, pero pensé en mis hijos”, recuerda.

César dice haber aprendido a controlar esa rabia que le enciende la sangre cada vez que tiene una discusión. Cuando me da calor a la cara y me sudan las manos, digo ya vengo, salgo y como una hora después regreso y pregunto si puedo seguir conversando, precisa. Ahora, dice, sabe perdonar y ha decidido retomar la relación con su esposa y demostrarle que ha cambiado.

UNA TERAPIA QUE CUESTA

Los doce hombres descalzos se ponen de pie. “Agárrense de las manos y mírense fijamente”, dice Huacho casi susurrando. Unas risas nerviosas rompen el silencio. “No estamos acostumbrados a esto”, replica otro de los asistentes intentando no soltar las manos de su compañero.

“Lidiar con emociones no es fácil. Hay usuarios que están un mes y luego deciden no venir porque no pueden abandonar el machismo con el que fueron criados”, agrega Huacho.
Este es el principal problema del programa. Pese a ello, tanto el CAI de Breña como el de Carmen de la Legua, en el Callao, han recibido a 470 sentenciados desde el 2010. La mayoría de agresores que asiste a los CAI, tiene entre 36 a 45 años de edad. El alcohol y drogas, así como los celos, son los detonantes de sus conductas agresivas.

¿Cuánto pueden cambiar los sentenciados? Según el MIMP, se necesita por lo menos un año de terapias para ver cambios. “Es un proceso largo, lo que también incluye algunas recaídas”, sentencia Huacho.

Fuente: http://elcomercio.pe/lima/ciudad/hombres-violentos-llevan-terapia-evitar-feminicidios-noticia-1720940


domingo, enero 04, 2009

COMO HACER LAS PACES

CLAVES PARA HACER LAS PACES


1- Compórtate como esperas que lo hagan los otros. Deja de esperar a que las personas cambien su actitud y comportamiento, y comienza a actuar como desearías que lo hicieran los demás. Sé diferente, te aseguro que tu vida mejorará y que comenzarás a proyectar armonía. Con tu forma de actuar te convertirás en el ejemplo que necesitan otros para volverse más participativos.

2- Evita pensar sólo en tí mismo. Observa a las personas que se encuentran a tu alrededor y pregúntate: ¿Qué puedo hacer para suavizar sus vidas? Comienza por tus seres queridos, vuélvete más colaborador, muéstrate interesado en sus asuntos y averigua cómo puedes apoyarlos. Acércate a ellos con una frase o un gesto cariñoso y hazlos sentir queridos y especiales.

3- Evita que la conversación toque el pasado negativo. Fomenta el recuerdo de las vivencias divertidas, positivas y agradables. Reconoce sus logros y hazlo sentir querido y aceptado. Suavizar la vida de otros con nuestros comentarios y actitudes hará que nos sintamos satisfechos.

LA SOLUCION
Una oportunidad para la reconciliación puede ser un viaje para cerrar círculos, tomar todo lo bueno de lo que han vivido juntos y dejar en el pasado lo negativo o lo desagradable para que no les afecte más. Ya sabes que para ser feliz tenemos que poder desprendernos del pasado doloroso, pues sólo así podemos abrirnos sin temor y sin prejuicios a vivir cada experiencia en el presente como si fuese completamente nueva y diferente.
Asume la responsabilidad de tu felicidad. Deja de esperar a que te reconozca, se comporte de una manera diferente o se anime a celebrar tus logros y éxito personal. Acéptalo/a como es, no esperes encontrarlo/a cambiado/a, ve dispuesto/a a darle, a brindarle tu cariño y amistad incondicional. Apóyate en la seguridad y el placer que produce vivir tu independencia emocional, y comparte con el/ella sin temor a perderlo/a.
Mantén siempre una actitud positiva, minimizando lo negativo que pueda presentarse y exaltando lo bueno, lo positivo, lo agradable de ese reencuentro. Así podrás compartir con el/ella un buen momento. No te dejes enganchar por alguna de sus actitudes, comentarios o comportamientos negativos, recuerda que ya no son determinantes para ti, pues tú has adquirido madurez e independencia emocional y ahora estás en posición de dar y no de pedir.