- Mostrémonos agradecidos cuando nos sintamos bien y también cuando nos sintamos mal
- Hay que convertirse en un conductor menos agresivo
- Hay que relajarse
- Convirtamos los melodramas en microdramas
- Al leer artículos que van contra nuestras opiniones, pensemos qué razones tendrán para pensar de esa manera
- Hacer una sola cosa cada vez
- Contar hasta 10
- Practicar la posición de estar en "el ojo de la tormenta"
- Seamos flexibles para aceptar que nuestros planes se trastornen y cambien
- Pensemos en lo que tenemos, en vez de vivir pensando en lo que deseamos tener
- Echemos a un lado los pensamientos negativos
- Tratemos de aprender de los amigos y familiares
- Ser felices donde estamos y como estamos
- Recordemos que nos convertimos en aquello que más practicamos
- Relajemos nuestra mente
- Hagamos un acto de voluntariado o de servicio humilde cada día
- Hacer favores y no pedir ni esperar recompensa
- Pensemos en nuestros problemas como en nuevas posibilidades que se nos presentan
- Aprender a vivir con la incertidumbre e inseguridad acerca del mañana y del futuro
- Aceptarse cada uno como es
- Concederse un respiro
- Dejemos de culpar a los demás
- Intentemos ser serviciales aunque sea en pequeñas cosas
- A pesar de todo...estar siempre alegres
- No discutir sino comprender
- Analicemos y rectifiquemos nuestros ideales
- Escuchar la voz de alarma
- No busquemos lo que no se nos ha perdido
- Vanidad de vanidades. Todo pasa, se esfuma y se va
- Llenar la vida de sanos afectos.
- Mejorar los pensamientos
- Abandonar la idea de que cuanto más se tenga mayor felicidad habrá
- Preguntarse frecuentemente: ¿qué es lo más importante?
- Confiemos en nuestras propias intuiciones
- Preguntarse: ¿Qué me quiere enseñar esto? ¿Que bienes me puede traer?
- No meterse en el campo ajeno
- Dedicar algún tiempo al trabajo interior
- Vivamos este día como si fuese el último de nuestra existencia. ¡Puede serlo!
Por: R. Carlson y E. Sálesman