domingo, febrero 28, 2010

COMO AUMENTAR TU POTENCIA CEREBRAL

¿Alguna vez has visto muy de cerca una nuez? Nuestros ancestros observaron que la carne de la nuez está encapsulada en una cubierta protectora dura, al igual que la "carne" del cerebro humano está encerrado en un cráneo protector duro. Además, cuando se abre una cáscara de nuez, la nuez interior contiene dos mitades que se asemejan a los dos hemisferios del cerebro. Cuando usted extrae la nuez de la cáscara, se parece al cerebro aún más.

Mensaje Secreto de la Naturaleza: La Naturaleza recurre a nuestra imaginación ofreciéndonos pistas sobre los beneficios de alimentos específicos.

Curiosamente, incluso nuestro lenguaje relaciona a la nuez con el cerebro. Por ejemplo, decimos que alguien está "loco como una nuez", o en inglés "a total nutcase" significa "un chiflado total" (nut = nuez)
"La apariencia no es más que la cáscara de una nuez que nos envuelve a cada uno, pero recordemos que lo más importante de ella es lo que se encuentra en el interior".

Los antiguos creían que debido a su increíble semejanza, las nueces debían ser beneficiosas para el cerebro humano, de alguna manera. ¡Y no se equivocaban! Hoy en día, las nueces están consideradas dentro de muchas listas de "los diez mejores alimentos" porque las investigaciones demuestran que contienen ácidos grasos omega-3beneficiosos, que apoyan la función del cerebro, incrementan la memoria y ayudan a controlar la hiperactividad, la depresión, e incluso el autismo. El cuerpo no puede fabricar grasas omega-3, por lo que debemos obtenerlas de fuentes de alimentos como los frutos secos.

Entre las almendras, anacardos, avellanas, nueces de macadamia, pistachos, nueces y pecanas, ¿puedes adivinar cuál tiene la mayor cantidad de grasas omega-3 enriquecedoras de la actividad cerebral? Acertaste, ¡la nuez! Y he aquí otra coincidencia fascinante: el cerebro y la nuez están formados por cerca de 68 por ciento de grasa.

Otro rasgo distintivo de la nuez es su combinación de grasas omega-3 y ácido alfa-linolénico (ALA), convirtiéndola en una de las fuentes de estas grasas esenciales, aparte del pescado.

Y hay más: las investigaciones demuestran además que las nueces son beneficiosas para el corazón. Según los resultados de dos grandes estudios multicéntricos aleatorizados, estos frutos secos están llenos de ácidos grasos, nutrientes, compuestos bioactivos, fitoesteroles y ácido fólico, todos los cuales pueden combatir contra las enfermedades del corazón. Las nueces también contienen altos niveles de L-arginina, un aminoácido esencial que se sabe reduce la hipertensión, y el ácido elágico que disminuye drásticamente las lesiones arteroescleróticas en los animales. El aceite de nuez no contiene colesterol y reduce la formación de nueva placa vascular.

Es inimaginable la cantidad de nutrientes y grasas beneficiosas que pueden caber dentro de una carcasa compacta.

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sábado, febrero 27, 2010

DOLOR LUMBAR TRATADO CON TERAPIA COGNITIVO CONDUCTUAL

Un grupo de investigadores ha encontrado que haciendo uso de la terapia cognitivo conductual ha podido controla el dolor lumbar.

Este sería un nuevo uso para esta terapia que resulta ser efectiva para el tratamiento de la depresión y ansiedad.

Los investigadores reclutaron 600 pacientes que sufrían de dolor lumbar crónico, a 400 de ellos participaron en 6 sesiones grupales de TCC (terapia cognitivo conductual), en las sesiones se buscó combatir creencias inútiles sobre el dolor, con la finalidad de que el paciente modificara su forma habitual de ver las cosas y así pudiera centrarse en lo positivo y no en lo negativo.

Las sesiones duraban una hora y media y en ellas también se les enseñó técnicas de relajación y nuevas formas de mantenerse activos con el fin de que superaran el miedo a lastimarse físicamente.

El otro grupo de 200 pacientes fue sometido a terapia convencional para el dolor como ejercicios y analgésicos.

Los investigadores hicieron un seguimiento por un año y encontraron que los que habían participado en las sesiones de TCC tenían el doble de posibilidades de recuperarse que aquellos que recibieron el tratamiento convencional y una de las ventajas del tratamiento con TCC es que el tratamiento resulta más económico y que los resultados pueden mantenerse durante un año, a diferencia de otros tratamientos los cuales producen una mejoría a corto plazo.

La doctora Zara Hansen de la Universidad de Warmick y una de las que participó en esta investigación, también afirma que con esta investigación no están señalando que todo dolor lumbar está en la mente, pero a pesar de ser un problema físico, la forma como el paciente lo entiende afecta la forma como puede controlarlo.

Y el doctor Graham Daceport un experto en trastornos musculoesquelético afirma que el dolor crónico en la parte baja de la espalda es un trastorno muy común y que este tipo de terapia puede ser muy útil al cambiar las creencias de las personas.

La investigación ha sido publicada en la revista The Lancet:
http://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(09)62164-4/fulltext

Fuente: BBC

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viernes, febrero 26, 2010

RESENTIMIENTOS

COMO SER TOLERANTE Y PERDONAR A TU PAREJA

Dios no es perverso, no exige cosas imposibles. Sin embargo, todavía tenemos dificultades en dejar de lado los resentimientos.

Así como es difícil dejarlo ir, y como es tan paradójicamente placentero cultivar un resentimiento, así mismo sabemos que el rencor nubla nuestra vida, disminuye nuestra alegría e inhibe nuestras relaciones.

Tener resentimientos daña nuestras relaciones más importantes – con nuestras parejas, amigos, colegas, y endurece nuestras almas.

Dejándolo ir, nos liberamos. Podemos exhalar y respirar otra vez. Nos abre a experiencias más intensas y a relaciones más profundas.

Tolerar ciertos rasgos y comportamientos, es el secreto de un matrimonio exitoso. Todos (incluso nosotros) tenemos rasgos molestos y comportamientos irritantes. Nuestras parejas también los tienen. Cada uno de nosotros ha dicho o hecho cosas hirientes (nuestras parejas también) Pero, tenemos que ser capaces de dejarlo ir.

Algunos temas necesitan ser discutidos. Pero la mayoría del tiempo debemos dejarlo ir.
Es verdad, no siempre. Algunos temas necesitan ser discutidos. Algunos necesitan ser resueltos. Pero la mayoría del tiempo tenemos que dejarlo ir. Especialmente si ha habido una disculpa de por medio. No debemos tener una lista de temas pasados, ni siquiera una lista mental, que tiramos sobre la mesa ante cada situación frustrante.

Por ejemplo, incluso aunque mi esposo no recuerde la primera vez que me vio… aún cuando había solamente otras tres personas en la habitación… incluso si estuvimos allí por horas… Voy a dejarlo ir y no voy a mencionarlo otra vez.

Lo peor que uno puede decir en una discusión es “tu siempre…” Sólo enfréntate con la situación actual. Y luego olvídate de ella. La vida es extremadamente corta para guardar resentimientos corrosivos. Y el matrimonio es demasiado precioso.

Como todos sabemos, nosotros somos las mayores victimas de nuestros resentimientos. Ellos endurecen nuestros corazones y limitan nuestra habilidad de sentir placer.

Tenemos que ser capaces de atravesar los problemas. Frecuentemente nuestra monótona insistencia es peor que la transgresión inicial. La mayoría de las discusiones no valen la pena.

¿Pero cómo lo hacemos? ¿Cómo lo dejamos ir?

1. Siempre sé el primero en disculparse. No des vueltas sobre lo mismo, no te quedes con resentimiento, no seas un mártir, y no te preocupes por quien tiene la razón. Solo di “lo siento”.

2. “No sudes por las pequeñas cosas”. La mayoría de las cosas ni siquiera son importantes, deja que la pelea termine sola. Enfócate en el cuadro general, en la meta final. Habrá algunos temas que requerirán otra “conversación” posterior, pero elige tus batallas cuidadosamente.

3. Haz un balance. Todos los actos de bondad y cuidado de tu pareja durante los últimos 30 años no desaparecen por uno (o dos) actos desconsiderados. En comparación, esos baches, no tienen valor para ser tomados en cuenta.

4. Acepta las limitaciones de tu pareja (o amigos – la mayoría de estos consejos se aplican también a los amigos). Así como tú esperas que el otro acepte las tuyas. Frecuentemente pasamos mucho tiempo enfocándonos en las faltas de los demás y no suficiente tiempo en nuestras propias deficiencias.

5. Sé introspectivo y juzga favorablemente. Muchos de nuestros resentimientos son producto de nuestra hipersensibilidad. Tu pareja no te está ignorando, sólo está pensando en sus propias preocupaciones.

6. No lo tomes como algo personal. El comportamiento de la mayoría de las personas es un reflejo de quienes son ellos realmente. Si tu sientes que alguien es frío, eso probablemente es por que ellos ven a todo el mundo de esa manera. No es algo personal, entonces déjalo ir.

Cargar con resentimientos destruye todas las relaciones y finalmente destruye al portador de los mismos. Es por nuestro propio bien. Roguemos para que Dios nos de la fuerza necesaria y la perspectiva para lograrlo.

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jueves, febrero 25, 2010

EL ARBOL GENEALOGICO

GENOGRAMAS EN TERAPIA FAMILIAR

El Genograma consiste en una representación gráfica del mapa familiar. En él se registra información sobre los miembros de una familia y sus relaciones entre al menos tres generaciones.

La creación de un genograma implica tres pasos:

1) el trazado de la estructura familiar = relaciones biológicas y legales
2) el registro de la información sobre la familia = demográfica, funcional, sucesos familiares críticos
3) la representación de las relaciones familiares = entre los diferentes miembros

En terapia familiar sistémica, los datos plasmados gráficamente permiten generar hipótesis sobre la relación del síntoma con el contexto familiar.



Te invito a crear tu propio genograma o tu árbol genealógico. Aquí un ejemplo:

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miércoles, febrero 24, 2010

QUE ES LA VIDA

La Vida, es un reto ¡Afróntala!

La vida es un eterno dejar ir. Solamente con las manos vacías, podrás agarrar algo nuevo.

La vida es Amor. ¡Vívela honesta y profundamente!

La vida es esperanza. ¡Nunca la pierdas!

La Vida es un camino. ¡Camina siempre hacia delante!

La Vida es creer. ¡Nunca dejes de hacerlo!

La Vida también es muerte. Morir un poco cada día. ¡Debes estar consciente de eso!

La vida es aprender siempre, en todas partes y hasta el final.

La Vida es un regalo. Debes estar siempre agradecido por ello.

La Vida es amistad. ¡Cuídala!

La Vida es hermosa. ¡Abre bien los ojos!

La Vida es Verdad. ¡Nunca la traiciones!

La Vida es emocionante. ¡Mantente curioso!

La Vida tiene una meta. ¡Trata de llegar a ella!

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martes, febrero 23, 2010

LAS HORMONAS DE LA FELICIDAD

Las endorfinas, también llamadas hormonas de la felicidad, son sustancias químicas producidas por el propio organismo estructuralmente muy similares a los opioides (opio, morfina, heroína) pero sin sus efectos negativos. Se calcula que hay alrededor de 20 tipos diferentes de endorfinas distribuidas por todo el cuerpo, parte de ellas están localizadas en la glándula pituitaria y son las encargadas de hacer posible la comunicación entre las neuronas. Estos químicos naturales producen una fuerte analgesia, estimulan los centros de placer del cerebro creando situaciones satisfactorias que contribuyen a eliminar el malestar y disminuir las sensaciones dolorosas. Cuando sentimos dolor las endorfinas actúan como analgésicos endógenos inhibiendo la transmisión del dolor al cerebro.

Las endorfinas son producidas por el organismo en respuesta a múltiples sensaciones, entre la que se encuentra el dolor y el estrés, también influye en la modulación del apetito, la liberación de hormonas sexuales y el fortalecimiento del sistema inmunitario. Cuando sentimos placer estas sustancias químicas se multiplican y envían mensajes a nuestro cerebro a los linfocitos y a otras células responsables de la defensa de virus y bacterias que invaden el organismo.

Las endorfinas tienen una vida muy corta ya que son eliminadas por determinadas enzimas que produce el organismo. Es una medida para mantener el equilibrio de nuestro cuerpo y no ocultar señales de alarma.

Existen varias formas para estimular la producción de endorfinas, lo cierto es que cuando realizamos actividades placenteras aparece en el organismo un mayor flujo de estas hormonas, lo que provoca un cambio en nuestra actitud y nuestro estado de ánimo mejora considerablemente.
- El ejercicio físico provoca un aumento de la cantidad de endorfinas presente en sangre y en el líquido encefalorraquídeo. Se retrasa la fatiga lo que produce una sensación de vitalidad y bienestar.

- Las caricias, besos y abrazos estimulan la descarga de endorfinas, además de feromonas, hormonas que aumentan el atractivo de la persona y cautivan a la pareja. La combinación de estas dos hormonas produce una situación de intenso placer, durante y después de la relación sexual.

- La risa tiene una notoria influencia sobre la química del cerebro y del sistema inmunitario, por eso es la mejor fuente de endorfinas. Basta con esbozar una sonrisa para que nuestro cuerpo comience a segregar endorfinas especialmente encefalinas.

- El contacto con la naturaleza nos llena de energía y buen humor. La atmósfera que se respira en el campo o la playa cargada de iones negativos estimula las hormonas de la felicidad.
Cuando nuestra mente esta relajada las endorfinas se segregan con mayor facilidad y en mayor cantidad. Es muy recomendable practicar relajación, yoga y tai-chi.

- El masaje provoca grandes descargas de bienestar, ya que las terminaciones nerviosas trasmiten el roce de las manos sobre la piel hasta el cerebro activando la secreción de hormonas de la felicidad.

- La música melódica provoca una importante liberación de endorfinas, consiguiendo una disminución de la frecuencia cardiaca y respiratoria así como una importante relajación muscular.

Mediante técnicas de visualización, evocar buenos momentos, pensar en hechos felices o soñar despiertos con nuevos proyectos y anhelos es la forma más sencilla de producir las hormonas de la felicidad cuando necesitemos recuperar vitalidad y energía.

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lunes, febrero 22, 2010

COMO DETECTAR LAS MENTIRAS

BASES TEORICAS

Las mentiras se pueden detectar porque suelen implicar emociones que se filtran en la comunicación. Cuanto mayor sea la mentira y más emociones implique, más pistas dejará. En general se despierta el sentido de la culpabilidad, el remordimiento o la incomodidad al mentir.

El intento de ocultar posibles filtraciones de estas emociones genera en casi todo el mundo una lucha interna emocional. Cuanto más íntima sea la relación con una persona, más complicado será mentirle por las emociones que ello implica. Así por ejemplo al cónyuge enamorado le será muy difícil mentir a su pareja pero no tendrá tanta dificultad en mentir a un extraño.

Tendremos presente que los síntomas que vamos a tratar aquí se relacionan con la persona que experimenta algún tipo de estrés y que aunque la mayoría de los mentirosos exhiben muchas señales externas, este estrés no garantiza que se esté mintiendo.

Hay personas que se sienten cómodas con la mentira y por ello no demuestran muchos síntomas de estrés, mientras que otros, como los fanáticos, se creen sus propias mentiras y, como consecuencia de ello, no muestran tampoco ninguna señal de que están mintiendo.

En el caso de los mentirosos patológicos pueden carecer de vínculos emocionales que les aten a nadie y en consecuencia les resulta muy fácil mentir.

RECOMENDACIONES

- No hay que interpretar un gesto solitario aislado de otros gestos o circunstancias. Si alguien se frota los ojos puede ser que lo haga realmente porque le escuecen, le lloran o está cansado. Se ha averiguado que las mentiras se producen siempre en unos conjuntos, denominados “racimos”, y que antes de dar por sentado que el interlocutor le miente, deberíamos ser capaces de detectar un mínimo de tres señales. Que alguien se toque la nariz, la boca, o se tire de la oreja no garantiza que está mintiendo, aunque algo debe estar pasándole por la cabeza que no dice. No está mintiendo necesariamente, pero sí es probable que esté ocultando alguna cosa.

- Conviene actuar como sí se creyera todo lo que dice, para conseguir que acabe traicionándose a sí mismo. Si le hacemos confiar en exceso en lo bien que está llevando a cabo su representación, luego podemos pedirle que repita su mentira una segunda vez. Los buenos mentirosos tienen la respuesta ensayada y repiten exactamente lo mismo, pero podemos hacer pausas y distracciones para que crea haberlo conseguido y después pedirle que lo repita una tercera vez. Si no esperaba verse obligado a esto y está relajado, la respuesta que ofrezca no será idéntica y la historia sonará algo distinta.

PUNTOS BASICOS PARA DETECTAR LA MENTIRA

- El que miente evita cualquier referencia a su persona en sus mentiras, así como la utilización de palabras como “yo” o “mí”.

Debido al hecho de que casi todo el mundo se siente incómodo al mentir, la gente intenta por instinto distanciarse de su propia mentira. El FBI americano descubrió esta pista a partir del estudio de las palabras de los sospechosos que daban falsas coartadas.

Por ejemplo alguien que te planta en una cita, miente si te dice “se me estropeó el coche y el móvil no tenía batería” y no lo hace si dice ” Se me estropeó el coche y no pude llamarte porque tenía la batería de mi móvil descargada”.

- Evitan mencionar el nombre de la persona sobre la que mienten. Prefieren decir “no tuve relaciones íntimas con esa mujer” antes que decir “no tuve relaciones con Mónica”.

- Ofrecen una “representación” impecable. El mentiroso habitual no olvida, porque ha practicado la mentira repetidas veces. La respuesta más probable a la pregunta de qué ha hecho el fin de semana cuando no mienten, será algo como “ah…fui a casa de mi hermano después de desayunar y entonces….ah….no, le vi después de comer porque primero….”. Cuando recordamos los acontecimientos de un día, solemos ir arriba y abajo cambiando de dirección hasta ser capaz de ordenar correctamente los acontecimientos. Pero en el caso del mentiroso no es así, ya que lleva el papel bien ensayado y no suele dudar.

- La voz del que miente sube de volumen debido a la tensión asociada con la mentira. Si cuando se ven “pillados” chirrían como un canario mientras te explican su versión, podemos empezar a sospechar.

Cuando se experimenta estrés al mentir, se provoca una tensión de las cuerdas vocales. (Los niveles de estrés de la voz humana se miden registrando los cambios de circulación sanguínea que riega las cuerdas vocales, ya que esta desciende cuando alguien miente). Los tres elementos en la voz que se alteran en ese momento son el volumen, el tono y la velocidad. La voz será más aguda y también puede, asimismo aumentar la velocidad (el hablar rápido expresa el deseo de acabar pronto con el tema) y subir el volumen.

Y, en sentido contrario, cuando el mentiroso reflexiona sobre su mentira para tener por seguro que la dice a la perfección, empieza a hablar más lentamente, a bajar el volumen y a disminuir la velocidad.

- Cuando habla se come las palabras. Si no ha tenido tiempo suficiente de ensayar, en ocasiones el tono suele verse salpicado por “ums”. “ahs”, “ers”, toses y pausas. Este factor es más evidente en los hombre que en las mujeres, pues ellos poseen menos habilidad cerebral para controlar el lenguaje, así que es probable que el hombre que se come las palabras esté mintiendo, pues ello revela que le están sucediendo un montón de problemas simultáneamente y que su cerebro intenta lidiar con ellos de una sola vez. A veces creen que el hablar así indica que no están mintiendo.

- Honestamente, sinceramente, francamente, son algunas de las palabras y frases que mas comúnmente indican un intento de engaño intentando convencer con ellas de una emoción que no se siente en realidad. Por ejemplo, “Francamente, es la mejor oferta que puedo hacerle” se traduciría como “No es mi mejor oferta, pero tal vez crea que es así”. “Te quiero” es más creíble que “Te quiero sinceramente”. “Indudablemente” da cabida a la duda, mientras que “sin duda alguna” es una señal de alerta definitiva.

- “Créeme”, significa a menudo lo contrario: “Si consigo que me creas, harás lo que yo quiero”. La intensidad con la que una persona que dice “créame” intenta convencer a su interlocutor, es proporcional al tamaño del engaño. La persona piensa que no le creen y por ello subraya sus afirmaciones con un “créeme”, “no te engaño”, “¿crees que te mentiría?”. Son más versiones de lo mismo.

- Cuando escuche a alguien diciendo “sólo”, plantéese por qué esa persona intenta minimizar la importancia de lo que está diciendo, ya que esto es, para lo que se utiliza esta palabra, para minimizar el significado de las palabras que la siguen, para liberar a alguien de un sentimiento de culpa o para echar las culpas a cualquier otro motivo o persona. Nos plantearemos si le falta confianza para decir lo que realmente siente, o si intenta engañar con toda intención o si trata de evitar responsabilidades. Analicemos la palabra “sólo” en su contexto y encontraremos la respuesta. “Sólo te robaré cinco minutos” es lo que se dice cuando deseas en realidad una hora, “sólo 9,95 euros” y “sólo 40 euros de depósito” se usa para convencernos de que se trata de un precio insignificante. “Sólo quería decirte que te quiero” nos habla de la persona tímida que lo que querría decir es “te quiero” y es difícil de creer cuando nos dicen “sólo es una amiga/o”.

- El verbo “intentar” lo utilizan con frecuencia personas que esperan fracasar en su intento. O su equivalente “haré lo que pueda”. Son respuestas que anuncian un fracaso inevitable pues su traducción es “tengo dudas de mi capacidad para conseguirlo”. Sí acaba fracasando dice “lo intenté”. Cuando escuche frases de este tipo, exíjale que se comprometa diciendo “lo haré” o “no lo haré”. Es mejor que no haga lo que deseamos antes de “intentarlo” y fracasar. “Intentar” es una forma tranquilizadora de decir “quizá”.

- Expresiones tipo que se usan más frecuentemente para convencer de que se está diciendo la verdad cuando, en realidad lo que se pretende es obligar a que le crean:

“Confía en mí”
“No tengo ninguna razón para mentir”
“Hablando francamente”
“Te digo la verdad”
“¿Por qué tendría que mentirte?”
“Para ser totalmente sincero contigo”
“¿Haría yo algo así?”

- Cuando se sitúan entre un tipo de gente que no debería ser víctima de ningún tipo de reproche, porque responden ante una autoridad superior. Por ejemplo “Lo juro por la tumba de mi madre”, “Dios es testigo”, “Que me maten si no es así”. Las personas con una convicción religiosa no utilizarían sus creencias para intentar convencer de que son sinceros.

- Cuando utilizan la organización a la que pertenecen, un premio recibido o su familia para convencer de su sinceridad. Por ejemplo “No soy de ese tipo de personas”, “soy un empleado leal”, “jamás me rebajaría a una cosa así”. La gente con moral no necesitar estar continuamente demostrándoselo, vive según sus valores y eso se ve. Este tipo de respuestas se usan para evitar la respuesta directa a una pregunta.

- Hay un aumento significativo del movimiento de las manos hacia la cara, cuando nos sentimos dudosos, inseguros, exageramos o mentimos. La gesticulación del hombre resulta más fácil de detectar pues es más exagerada que la de la mujer y ellos la usan en mayor grado.

Entre estos gestos tenemos el frotarse los ojos y la nariz, tirarse de las orejas y rascarse el cuello.

Bill Clinton, por ejemplo, se tocó la nariz y la cara veintiséis veces delante del Gran Jurado mientras respondía a preguntas relacionadas con Mónica Lewinsky.

A veces el ocultar las manos también es revelador de que nos están mintiendo, ya que precisamente lo hacen para ocultar esta gesticulación que han observado que podría delatarles.

- La sonrisa se muestra torcida (se sonríe por igual al mentir que al decir la verdad, sin embargo la sonrisa auténtica es más rápida, espontánea y simétrica, es decir la parte izquierda de la cara es un reflejo de la parte derecha, pero las expresiones faciales de quien intenta exhibir una emoción que no siente no son simétricas), algo forzada (se utiliza ampliamente para fingir sinceridad) o con los labios apretados (como signo de tensión).

- El aumento del pestañeo es una señal importante que tener en cuenta, ya que indica que la tensión aumenta y que se le secan los ojos.

- La falta de contacto visual, el que nos rehuya la mirada, o si están en una habitación con puerta que mire con frecuencia hacia allí, de siempre se ha asociado al mentir, pero el que el interlocutor nos mire o no a los ojos mientras habla es menos discriminativo para ayudarnos a detectar un engaño, ya que está más directamente relacionado con características de personalidad, con aprendizajes (si de pequeños nos pillaban o no las mentiras al mirarnos a los ojos), y con culturas, (puesto que en algunas el mirar a los ojos es una demostración de agresividad o falta de cortesía y en otras al contrario). Además los mentirosos que engañan concienzudamente son capaces de mantener el contacto visual mientras mienten, así que sería en este caso el adecuado contacto visual el factor que apuntaría hacia el engaño.

- El mentiroso diestro mira hacia su izquierda mientras miente y el mentiroso zurdo mira hacia su derecha. Este factor de la dirección hacia dónde mueve los ojos el interlocutor no es tampoco una prueba infalible, pero sí una señal importante del engaño.

La mayoría de diestros conecta con la parte izquierda del cerebro cuando quiere recordar algo sucedido y miran hacia su derecha. Cuando inventan una historia conectan con la parte creativa de su cerebro, el hemisferio derecho, y miran hacia su izquierda. (Esto es porque los canales sensoriales están cruzados en su conexión con los hemisferios cerebrales).

- El efecto Pinocho. En estudios de la circulación de la sangre se reveló que, cuando una persona miente, el aumento de la presión sanguínea y la liberación de unas sustancias químicas llamadas catecolaminas, provocan inflamación de los tejidos internos de la nariz, pero esto es un solo una curiosidad ya que esta inflamación no es visible a simple vista. Aunque sí que es la entrada en acción de las terminaciones nerviosas de la nariz por esta causa, la que explica la necesidad de frotarse la nariz para calmar el picor. Este fenómeno también se produce cuando la persona se siente molesta o enfadada.

- Contracciones de los músculos faciales, que se producen porque el cerebro está intentando evitar que la cara muestre cualquier reacción de respuesta. El FBI analiza las “microexpresiones” minúsculas, de medio segundo, con ayuda de la cámara lenta.

- Brazos y/o piernas cruzadas, pues esto refleja un instinto defensivo básico.

- Dilatación de las pupilas.

- Gestos que entran en contradicción con las palabras. Por ejemplo que la cabeza se mueva diciendo que “no”, cuando da un “sí” por respuesta o viceversa.

- Muestras de excesiva amistad o carcajadas. Estas actitudes están expresando el deseo de querer gustar para favorecer su credibilidad.

ACTITUDES PARA ENFRENTARSE AL INTERLOCUTOR QUE MIENTE

- Sentarse en una silla más alta o colocarse en una posición más elevada, es una forma sutil de intimidación.

- No cruzar las piernas, abrir los brazos, y echarse hacia atrás. Es una forma de comunicación no verbal o lenguaje corporal que indica que estamos “abiertos” a escuchar, a comprender e incluso a recibir la verdad.

- No es conveniente decirle lo que sabemos, no hay que dar la sensación de que intuimos que nos están contando una mentira.

- Invadir el espacio personal del otro, acercándonos a él, hace que se sienta más incómodo.

- Reflejar como un espejo sus posturas y movimientos es una forma de establecer una buena relación y al interlocutor le costará más mentirnos.

- Darle una “salida”. Necesitamos ponérselo fácil para que diga la verdad, por ejemplo haciendo que no entendemos o no hemos escuchado correctamente, para que tenga una opción de rectificar sus palabras.

- Es básico mantener la calma. No mostrarse sorprendido ni trastornado y otorgando la misma importancia a todo lo que diga. En cuanto reaccionemos negativamente, se perderá cualquier oportunidad de que nos digan la verdad.

- No acusar es también básico. Las preguntas agresivas del tipo “¿Por qué no me has llamado?” o “¿Te ves con ella?”, pueden reforzar la postura del mentiroso. Utilice preguntas más suaves, como “¿Dónde dijiste que estabas?”, “¿A qué hora dijiste que llegaste al restaurante?”

- Finalmente habrá que valorar si es conveniente o no darle una última oportunidad ignorando la mentira y diciendo algo como “¿Qué podemos hacer para evitar que esto vuelva a suceder?”. Lo que estaríamos haciendo así, es hacerle ver que no nos hemos creído nada, para así, tratar de hacer más probable que no repita esta mentira y se vea obligado a encontrar su propia solución para no tener que utilizarla de nuevo.

LAS MENTIRAS QUE MAS HIEREN

Cuanto más íntima es una relación, más dolor provoca el engaño porque menos deseamos alejar a esa persona de nuestra vida, porque más confiamos y más nos abrimos a ella.

CUANDO TODO EL MUNDO NOS MIENTE

Si hay quien cree que no se puede confiar en nadie y que el mundo está lleno de mentirosos, es, o bien porque ellos mismos son mentirosos habituales y dan por sentado que todo el mundo es como ellos, o, lo más probable es que, su comportamiento invite a que los demás les mientan, o sea, que dificultan a los demás que les digan la verdad, porque al provocar esta una reacción agresiva o excesivamente emocional (enfadado, herido, vengativo), nunca se la dirán, pase lo que pase. Los demás son sólo la otra mitad de la ecuación.

¿QUIÉN MIENTE?

La realidad es que todo el mundo miente, en el sentido de permitirnos convivir sin violencia ni agresión, porque con frecuencia preferimos oír sutiles distorsiones de la realidad antes que hechos duros y fríos. ¿Donde estaríamos si hubiéramos dicho las palabras exactas que se nos pasaban por la cabeza? Quizás solos.

Mentimos para obtener algo, o para evitar el dolor. Nos mentimos constantemente, los padres mienten a los niños, exageramos cosas, “olvidamos” comunicar un matiz importante, intentamos no herir los sentimientos.

Hombres y mujeres mienten por igual aunque difiere el contenido de las mentiras. En general las mujeres lo hacen para que los demás se sientan mejor mientras que los hombres lo hacen para quedar bien. A ellas les cuesta más mentir acerca de sus propios sentimientos y ellos lo hacen para evitar discusiones. Ellas suelen recordar mejor que ellos que mentiras y a quién las han contado.

Los estudios realizados con americanos y europeos han reflejado que cuanto más joven es una persona, mayores son las probabilidades que tiene de engañar y que esta tendencia disminuye a partir de los 30 años. Los patrones de comportamiento mentiroso se aprenden en la infancia (los padres enseñan a los hijos a mentir como muestra de buena educación “Cuando te dé un beso la abuela pon cara de que te gusta y no de asco” y a la vez se les enseña que la mejor política es la sinceridad aunque a veces se les castiga por haber dicho la verdad) y se impulsan a partir de la adolescencia debido a figuras autoritarias.

TIPOS DE MENTIRAS

La mentira inocente es la que forma parte de nuestro entramado social y nos evita herir emocionalmente a los demás o insultarlos con la fría, dura y penosa verdad.

La mentira beneficiosa se usa para tratar de ayudar a los demás, por ejemplo el rescatador de un accidente que dice al niño que sus padres están bien, o el médico que trata de elevar la moral del paciente.

La mentira maliciosa son las que se cuentan por venganza o para obtener algún beneficio, como saben los famosos que suelen ser blanco evidente de estas mentiras, pues por ultrajante o poco probable que sea, alguien acabará cayendo en el fango. También se usan como armas en situaciones competitivas.

La mentira engañosa es la peligrosa pues pretende hacer daño o aprovecharse en su beneficio. Puede ser en forma de ocultación de información que distorsiona así la verdad o en forma de falsificación de los hechos.

El autoengaño que permite que uno abuse del tabaco o la comida y diga que no es adicto o se convenza de que un postre de muchas calorías no altera la dieta.

TIPOS DE MENTIROSOS

El mentiroso natural es alguien que tiene conciencia de que lo es, pero confía en su habilidad pues lo viene haciendo desde la niñez (quizás por evitar castigos) y de adultos esta capacidad les convertirá en abogados, comerciales, actores, políticos, etc. Con diferente grados personales de respeto a la ética.

También puede tratarse del mentiroso romántico, cuyo único límite es su imaginación y que puede desarrollar un gran talento que aprovechará para manipular a su pareja sin que el afecto que dicen sea real.

El mentiroso no natural es aquel que fue convencido por sus padres de que mentir era algo imposible pues siempre sería detectado. Les cuesta mucho mentir, que no se note, e incluso pueden insistir en decir verdades que provoquen problemas entre los que le rodean, insistiendo en no mentir jamás.

BIBLIOGRAFÍA

- Pease, A. y Pease, B. (2002) “Por qué los hombres mienten y las mujeres lloran” Barcelona: Amat

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