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viernes, marzo 11, 2022

TERAPIA DE FAMILIA: TIP 40

 


Muchas madres y padres de familia suelen llamar al consultorio psicológico para pedir que sanen o solucionen a su hijo o hija y no se dan cuenta de que la solución no está solamente en dicho hijo o hija (especialmente si es menor de edad) sino en la mejora de toda la familia.

Si un miembro de la familia está metido en problemas de alcohol o drogas, todos los miembros de la familia se afectan y pasan a ser codependientes.

Si un miembro de la familia puede reducir o controlar su consumo de alcohol o drogas, todos los miembros de la familia pueden experimentar mejoras a nivel mental y emocional.

Cuando se trata de menores de edad, ellos solos no van a solucionar sus conflictos. Para eso requieren el apoyo de los padres.

Si los padres mejoran, los hijos mejoran.

Los padres son el ejemplo para los hijos de cómo solucionar sus problemas.

Por lo tanto, en vez de "quiero que arreglen a mi hijo", lo mejor es "queremos mejorar la interrelación de todos en la familia".

Cuando toman conciencia de ello, viene la mejoría.

Si están dispuestos a efectuar las mejoras, pueden contactarnos.

Hasta el momento, ustedes han estado aplicando lo que han sabido, han podido y han querido, según el ejemplo de crianza que hayan recibido de sus propios padres, padrastros, abuelos y/o tutores.

Lo que les falta es saber qué otras formas pueden aplicar y para eso estamos los Psicoterapeutas de Familia.

Este es un método muy particular en una sola sesión donde, al finalizar, la familia sale muy reconfortada, llevándose mejor y teniendo una visión más clara de la vida.

Pueden consultar en:

www.PsicologosPeru.com 

sábado, marzo 09, 2019

MIENTRAS CREÍAS QUE NO ESTABA MIRANDO

Mientras tú creías que yo no estaba mirando, yo vi que:

Pegaste con un imán mi dibujo al refrigerador, por eso de inmediato quise hacer otro.

Le diste de comer a un gatito sin hogar, entonces entendí que a los animales hay que tratarlos con amor y respeto.

Preparaste mi pastel favorito especialmente para mi, así me di cuenta que los pequeños detalles ocultan mucho sentido.

Fuiste a visitar a tu amigo enfermo, y entonces entendí que las personas deben cuidarse mutuamente.

No niegas la ayuda a los necesitados, y comprendí que si tienes tiempo y dinero, hay que ayudar a aquellos que no lo tienen.

Tratas con mucho cuidado nuestra casa y a todos los que vivimos aquí, y entendí que cada persona debe cuidar lo que tiene y lo que quiere.

Incluso cuando te sientes mal, continúas cumpliendo con tus obligaciones, y me di cuenta de lo que significa la responsabilidad.

A veces no pudiste contener las lágrimas, y entendí que en la vida hay tristeza y dolor, y llorar es normal.

Nunca dejas de cuidar de mí, y yo quise cumplir todas tus expectativas y hacer todo lo posible para que te sientas orgulloso de mí.

Mientras tú creías que yo no estaba mirando, aprendía de ti la vida. Tomé tu ejemplo y traté de ser como tú.

En lo más profundo de mi alma estaba un pequeño adulto que se decía a sí mismo:

¡¡¡Queridos padres, gracias por todo lo que he visto mientras creían que yo no estaba mirando!!!

Cristian Granados Guerrero

domingo, abril 08, 2018

DIA 98: 21 TIPS PARA CRIAR HIJOS SEGUROS

  1. Enseña a tu hijo a explorar soluciones y planifica con él diversas formas de resolver los problemas; en vez de estar quejándose. Evitar quedarse en la queja y pasar a las soluciones.
  2. Entrena a tu hijo en técnicas de relajación o respiración para que aprenda a calmarse y autoregular sus impulsos y emociones
  3. Escucha lo que tu hijo tiene que decir
  4. Interésate por lo que le preocupa a tu hijo, qué teme, qué le hace enojar, qué lo pone triste, qué le gusta, qué le apasiona, etc.
  5. Practica, junto con tu hijo, técnicas para el manejo del estrés. Aprende a manejar tu propio nivel de estrés.
  6. Sé un modelo ejemplar, positivo y saludable, para tu hijo
  7. Ten paciencia
  8. Ayuda a tu hijo a descansar y dormir bien
  9. Apoya a tu hijo cuando surjan situaciones difíciles. Que tu padre te diga: "no temas, todo va a estar bien, yo estoy aquí contigo", le transmite una seguridad enorme al hijo.
  10. Halaga el esfuerzo que haya hecho más que su capacidad
  11. Refuerza positivamente a tu hijo (con palabras o expresiones de afecto como caricias, abrazos, etc.) cuando realice conductas apropiadas
  12. Incentiva a tu hijo a enfrentar retos y asumir riesgos PERO con herramientas psicológicas de prevención y AFRONTE seguro y saludable
  13. Ayuda a tu hijo a aprender de los errores y fallas
  14. Incúlcale a tu hijo que los fracasos son temporales
  15. Incúlcale a tu hijo que muchas veces el éxito proviene del fracaso
  16. Desarrolla en tu hijo su autonomía, es decir que haga las cosas que pueda hacer a su edad (evitar atarle los zapatos, abrocharle los botones, cepillarle los dientes, darle la comida en la boca, bañarlo, hacer sus tareas, etc., si ya puede hacerlo por sí mismo)
  17. Mejora la comunicación con tu hijo. Enséñale a socializar con los demás y conducirse civilizadamente en la sociedad.
  18. Ayuda a tu hijo a tener y crear pensamientos positivos
  19. Enseña a tu hijo a saludar y respetar a los demás
  20. Enseña a tu hijo a agradecer y ser agradecido
  21. Llévalo de la mano. Por mi experiencia como psicoterapeuta, les transmito que ese tipo de conductas del padre (acompañamiento, estar presente en eventos importantes, presentaciones, y paseos o viajes en la naturaleza) es lo que recuerda el hijo cuando es adulto, y lo marca positivamente para salir adelante en la vida con salud mental y emocional.
Escrito por: Psicólogo y Psicoterapeuta Luis Venegas Chalen

jueves, julio 28, 2016

LAS PALABRAS POSITIVAS CURAN

La psicóloga Olga Valjajeva entrega una sencilla receta que usó en una batalla contra el autismo de su hijo.

Enfrentó este trastorno y se preparó para luchar. Olga Valjajeva llevó a su hijo al doctor con más frecuencia. Un psiquiatra le dio un regalo invaluable; él le comentó sobre un tratamiento para el autismo en una clínica de Inglaterra.

Las madres de los niños afectados, cada noche, implementaban una simple terapia. Esperaban que su hijo o hija se durmiera, y luego, después de 15 minutos, cuando el niño entraba en la fase activa de sueño le decían:

“¡Te amo! ¡Estoy orgullosa de ti! ¡Estoy encantada de que seas mi hijo! ¡Para mí eres el mejor hijo del mundo! ”

Los médicos de la clínica han comparado a los niños cuyas madres hacen este ejercicio en las noches, con los niños a los que nadie ha hablado en las noches. Los resultados fueron dramáticos: los niños que recibieron las palabras llenas de amor, se recuperaron mucho más rápido.

Olga dice:

“Al principio dije sólo esas palabras a mi hijo. Más tarde, empecé a improvisar y agregar otras palabras, llenas de amor. Cinco años han pasado desde entonces, y yo todavía las susurro en la noche para mis dos hijos. Mi hijo mayor ya no sufre de autismo. ¡Estoy segura de que mi terapia nocturna jugó un rol importante!

Hay algo muy importante para mis hijos y para mí: ¡la magia del amor maternal está trabajando en ambos lados! Un maravilloso sentimiento de cercanía se creó con ambos. Por la noche, mientras los abrazo y les digo una palabra gentil siento cómo nuestra cercanía mutua crece y se fortalece. El resto está en el pasado, todo lo que nos estaba haciendo daño -peleas y malentendidos mutuos.

Con el tiempo, he leído que a un niño se le debe decir constantemente:

Si pudiéramos elegir, de todos los niños del mundo, ¡te elegiríamos sólo a ti!

y: – ¿Te he dicho hoy que te quiero mucho? Me di cuenta de que para un niño es muy importante sentirse especial y necesario para los padres tal cual es.

Esto es lo que les digo: Estoy muy contenta de que existas.

Esta afirmación es especialmente útil para los hijos que fueron no deseados. Por ejemplo, si tu querías una hija y por mucho tiempo no te podías conciliar con el hecho de que tuviste un varón, es importante transmitirle al niño: ¡Estoy feliz de que eres un niño!

Qué más debería hablar con el niño: ¡Te quiero mucho! ¡Eres NUESTRO hijo querido! Aquí la palabra clave es “nuestro”. Ayuda al niño a aceptar por igual a ambos padres.

Durante el día, si peleaste con el niño, dile: Lamento que hayamos llegado a una situación en la que tuve que retarte.

Nunca diga todas estas palabras en forma mecánica: ¡Te amo! ¡Estoy orgulloso de ti!

Las palabras ayudan mucho cuando se tejen con los sentimientos. Así que dilas con mucha emoción sincera.

A partir de mi hijo, me di cuenta de que las palabras juegan un rol curativo, si es que estas salen del interior. La relajación logra llegar y el espasmo interior desaparece.

El tratamiento de la terapia con palabras de amor no tiene que durar mucho tiempo. Sólo tres a cinco minutos llenos de emociones fuertes. Es importante que lo hagas todos los días. No te olvides de decirle al niño todas estas palabras, varias veces durante el día también en vigilia.

Sin ninguna razón, cuando pases a su lado, con suavidad abrázalo y besa su cuello. Lo recordará por toda la vida.
Fuente: sendero saludable.net