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sábado, diciembre 15, 2018

DÍA 349: BAILANDO SE COMBATE EL ENVEJECIMIENTO CEREBRAL

El baile como una actividad que ejercita la capacidad mental. Ese es el objetivo de investigación de un grupo de científicos de la Universidad Masaryk de Brno, en colaboración con un grupo de personas mayores que asisten a un centro de baile de la ciudad. Pese a que aún falta tiempo y trabajo para arrojar los resultados, la experiencia ya habla por sí misma.

La pérdida del rendimiento mental, de la memoria y la demencia senil pueden ser casi un hecho al alcanzar cierta edad. El Instituto Centroeuropeo de Tecnología (CEITEC), adscrito a la Universidad Masaryk, realiza una investigación para demostrar los efectos positivos del movimiento corporal en la salud cerebral.

Personas mayores de alrededor de 70 años se reúnen varias veces a la semana para bailar al tempo de diversos ritmos, marcados por la instructora Pavlína Vaculíková, quien comenta a Televisión Checa.
“Practicamos bailes que son sencillos y ahora nos acercamos a ritmos africanos y griegos. Se nota que logran hacer los pasos cada vez mejor”. 

El ejercicio no solo consiste en seguir la música, sino también en charlar mientras se baila y así entrenar la sincronización de ambas actividades sin perder la concentración en ninguna de ellas.

Parte de la investigación consiste en observar comparativamente la plasticidad cerebral antes y después del proyecto mediante resonancias magnéticas. La jefa de la investigación, Irena Rektorová, del centro CEITEC, agrega.
“La demencia lleva a la pérdida de la corteza cerebral. Por supuesto que el movimiento no puede detener el proceso neurodegenerativo del cerebro, pero sí pensamos que lo desacelera”. 

Se trata de una investigación a largo plazo y que requiere de cientos de datos para ser del todo constatada. Sin embargo, son los mismos ancianos quienes por experiencia propia confirman que desde que han comenzado a bailar se sienten mucho más lúcidos.

Una de las bailarinas asiduas, Drahomíra Rutarová, comenta que asociar los nombres a las caras ya no es un problema cuando se topa con conocidos por Brno y que ya puede hacer mercado sin listas, pues su memoria está simplemente entrenada. De hecho, ya no le es necesario ir tanto al mercado, pues prefiere pasar más tiempo bailando.

Otro de los testimonios los da Jaroslav Majerčík, a quien ahora no se le pasan las fechas importantes.

“Tengo cada vez más nietos y soy capaz de acordarme de las fechas de sus cumpleaños. Hasta me acuerdo de la fecha de mi matrimonio que fue el 3 de marzo de 1979, lo cual aprecia principalmente mi esposa”. 
Parece así que dentro de poco los científicos de Brno ya podrán afirmar que vivir es bailar y viceversa.

"La actividad física es uno de los factores del estilo de vida que puede contribuir a llevar una vida saludable durante el mayor tiempo posible, contrarrestar varios factores de riesgo y disminuir el declive relacionado con la edad. Es una poderosa herramienta para establecer nuevos retos para el cuerpo y la mente, especialmente en la vejez".

Por Ana Briceño

sábado, enero 27, 2018

DIA 27: LOS HIJOS Y SUS ABUELOS

Según un estudio, los hijos se benefician al pasar tiempo de calidad con sus abuelos
Fomentar vínculos estrechos entre los niños y sus abuelos resulta importante por muchas razones. Desde beneficios de salud hasta mejores habilidades sociales, los niños tienen mucho que ganar con este tipo de relaciones. Recientemente, en un estudio se descubrió que los niños se benefician al pasar tiempo de calidad con sus abuelos incluso de otra forma más: tienen menos probabilidades de tener prejuicios con respecto a la edad madura y el envejecimiento. Además, los niños no son los únicos que se sienten mejor cuando pasan tiempo con sus abuelos.

Investigadores de la Universidad de Liege en Bélgica entrevistaron a 1.151 niños entre las edades de 7 y 16 años para el estudio, que fue publicado en la revista "Child Development", en el cual formulaban preguntas sobre lo que pensaban de los ancianos, así como sus puntos de vista sobre envejecer. Entre otras preguntas se incluyó cómo se sentían sobre sus propios abuelos, la salud de sus abuelos y la cantidad de tiempo que pasaban con sus abuelos.


Quizás no sorprenda entonces que aquellos niños que pasaban la mayor cantidad de tiempo con sus abuelos, visitándolos una vez a la semana, tenían las mejores opiniones sobre las personas de edad madura, según la revista "Good Housekeeping". Los niños que describieron sus relaciones con sus abuelos como "buenas" o "muy buenas" también tenían puntos de vista más positivos acerca de los ancianos. En contraste, los niños cuyos abuelos tenían mala salud tendían a tener una opinión más negativa acerca de los ancianos.
En el caso de aquellos que no vivan cerca de los abuelos de sus hijos o que no puedan hacer tiempo para una visita a la semana, no se preocupen. El investigador principal del estudio y estudiante PhD de Psicología de la Universidad de Liege, Allison Flamion, explicó en un comunicado de prensa a través de "Eureka Alert" que la calidad de las relaciones era el factor más indicativo de los dos criterios de evaluación:

El factor más importante asociado con los estereotipos de prejuicios contra la edad avanzada consistía en una deficiente calidad del contacto con los abuelos. Les pedimos a los niños que describieran cómo se sentían al visitar a sus abuelos. Aquellos que se sentían infelices eran los que presentaban una deficiente calidad en el contacto. Cuando se tocaba el punto de vista acerca de la edad avanzada, se halló que la calidad del contacto importaba mucho más que la frecuencia del mismo.

El coautor del estudio y catedrático de Psicología en la Universidad de Liege, Stephane Adam, declaró en el mismo comunicado de prensa que este estudio es un testimonio de la importancia de tener relaciones intergeneracionales de calidad:

Para muchos niños, sus abuelos son su primer y más frecuente contacto con adultos mayores. Los hallazgos apuntan al potencial por parte de los abuelos para participar en programas intergeneracionales diseñados para evitar los prejuicios hacia el envejecimiento.
Pero ese no es el único beneficio. El tiempo que pasan con los abuelos también desarrolla su inteligencia emocional y social, de acuerdo con la publicación "Parents". Este tipo de conocimiento es necesario para ayudar a los niños a saber manejar las relaciones interpersonales. Asimismo, en un estudio con niños británicos entre las edades de 11 y 16 años, se halló que los vínculos estrechos con los abuelos se correlacionaban con menos problemas emocionales y de conducta, menos dificultades con los compañeros y un menor impacto causado por experiencias negativas como el divorcio de los padres.

NOTA DEL PSICÓLOGO Y PSICOTERAPEUTA: Lo he constatado en los pacientes que no fueron criados por sus padres (o que fueron parcialmente criados por sus padres): el vínculo saludable con sus abuelos les benefició y permitió compensar, de alguna manera, la ausencia de alguno (o ambos) de sus progenitores. He conocido pacientes que a sus abuelos les llaman "papá" o "mamá", ya que fueron quienes los criaron. Y, como bien se señala en el artículo, ello permite que no sea tan traumante el hecho de no haber tenido o estado con sus padres biológicos. Igualmente, los abuelos se benefician con los logros en la crianza de los nietos y el cariño demostrado. Prevención: Una precaución consistiría en evitar sobreproteger a los nietos o engreirlos excesivamente. Todo exceso en la vida puede resultar dañino o perjudicial. El objetivo de todo ser humano saludable consiste en poder desarrollar su autonomía e inteligencia emocional.