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domingo, abril 29, 2018

DIA 119: 7 IDEAS PARA DISCIPLINAR NIÑOS

1) Tener un vinculo cercano con el niño. Mucho de tocarse, mucho de mirarse, de ser cómplices. Solo por que sí, no por una razón especifica. Los niños están hechos para decir que no cuando no hay un vinculo cercano. Ni modo que se fueran con cualquier extraño por ahí. Es como un mecanismo de defensa decir que no.

2) Interesarse más cuando hace las cosas bien que cuando "se porta mal". Estar ahí dando abrazos y besos o un "muy bien" cuando pasa un rato sin hacer alguna travesura. "Oh que bien Pedrito, te has quedado muy tranquilo en la sala sin armar algún escándalo". Te agradezco mucho que así pude cocinar tranquilo sin problemas y ahora podemos comer un rico almuerzo. 

3) Cuando tienes que lograr que el niño haga algo urgentemente, haz uso del contacto físico nuevamente. Antes de pedir, te sientas, lo tomas en brazo o le acaricias el pelo, logras que te mire, creas un ambiente "agradable". Háblale de cosas triviales y entretenidas, entra en simpatía y luego dile "qué entretenido, amor, vamos que ya es hora de lavarse los dientes, yo te acompaño".

4) Si está haciendo algo indebido y ya no hay mas que ponerle un "párale", lo primero es que tú estés centrada y en control de tu ser. Debes ser como el piloto del avión, que en turbulencia está en extremo tranquilo y confiado de sus habilidades y le transmite esa tranquilidad a los pasajeros. ¿No te has fijado que el piloto te da una orden y tú la cumples sin chistar? ¡¡Y eso que eres una adulta!! Con los niños es lo mismo. Si estas teniendo problemas para tranquilizarte porque "mi hijo debería hacer xxxx", piensa por un segundo por qué tu hijo "NO DEBERÍA", encontrarás muchas razones que justificarán su actuar. Con esa tranquilidad vas y tranquilamente le das una indicación. Amor, eso no está bien. Anda, recojamos lo que rompiste" (que participe, que le cueste trabajo y que entienda que debe reparar lo que hace de mal). 

5) Si tu hijo está en modo "pataleta", déjalo pues, acompáñalo, que saque lo que tiene. Ayúdalo a ponerle nombre a lo que le pasa pero sin "sermonear", no es el momento de educar. "Dale, estás enojado, llora, está bien, sin golpear, vamos que no te gustó que te dijera que no, a mi tampoco me gusta eso, porque es muy entretenido jugar con las cosas de mamá". Eventualmente el niño irá transitando del enojo a una etapa mas de comprender y acordar, de un odio extremo a un enojo condicionado y eventualmente se calmará, "se adaptará a la situación". Eso es bueno porque la frustración y su manejo es algo que se aprende y la única forma de aprenderlo es frustrarse 40 mil veces y llegar al final del camino a la calma. Si no se frustra ahora y no se logra calmar, de adulto se le dificultará más hacerlo. No hay que desesperarse ante las pataletas, hay que dejar que sigan su proceso. Luego que se calmó, ahora sí le educamos y le decimos qué estuvo mal y qué debemos hacer en esos casos. Con firmeza, seguridad de piloto de avión y con amor y compasión. 
Funciona y genera los mejores resultados aun cuando se ha probado de todo, incluso castigos (que no funcionan).

6) Las alternativas son mejores. Por ejemplo: ¡no rayes la pared! Mejor en éste cuaderno, yo te hago una casita y tu la pintas...etc etc. Dar alternativas también enseña a los niños a manejar las frustraciones: ésto no se puede, pero hay otro camino. Así no, pero debe haber otra manera.

7) Testimonio de una madre: Yo seguí con mi primer hijo la desgraciada tradición de "el bofetazo a tiempo". Con el paso del tiempo, mucho estudio y análisis, introspección, etc., me vi como madre maltratadora sustentada en pura ignorancia e irracionalidad. No hay lógica, no aguanta análisis. Más aún, cuando me vi en la necesidad de advertir y enseñar a mi hijo sobre su seguridad e integridad, cuando quise decirle que su cuerpo es sagrado y nadie tiene derecho ni razón para maltratarlo, comprendí lo absurdo de someterlos a obediencia con agresiones físicas; tremenda contradicción decirle que debe ser respetado pero es transgredido en su propia familia. 
¿Cómo les protegemos y enseñamos a exigir respeto si nosotros mismos les infringimos violencia física?

domingo, marzo 11, 2018

DIA 70: DISCIPLINAR SIN GRITAR: 35 ESTRATEGIAS Y 15 CONSECUENCIAS

Empecemos por este principio base:
A NADIE LE GUSTA QUE LE GRITEN
A nosotros, como adultos, no nos gustaría que nuestro jefe, nuestros clientes o nuestros familiares nos gritaran o pegaran para solucionar las cosas.
¿Cómo reaccionaríamos?
Primero, la reacción de sorpresa, indignación, humillación y luego la reacción de desquitarnos, reaccionar de la misma manera o resignarnos.
Eso no nos agradaría para nada, ¿cierto?
Entonces, pongámonos en el lugar de los niños, ¡cómo se sentirán con semejantes reacciones de sus padres, que son sus héroes, sus ejemplos, sus modelos para aprender a solucionar sus problemas!
Que no aprendan que las cosas se solucionan gritando o pegando.
Incluso los psicólogos no solucionamos las cosas gritando ni agrediendo a los pacientes.

Alguien dijo que los niños llegan al mundo sin manual de instrucciones, por lo cual uno de los grandes dilemas que padres y madres enfrentan es acerca de cómo disciplinar a sus hijos. 
La mayoría oscila entre el polo de la permisividad y del autoritarismo, resultándoles difícil administrar una disciplina firme y amable al mismo tiempo.

15 CONSECUENCIAS DE LOS GRITOS

1. Baja la autoestima
En vez de sentir que sus padres están orgullosos por sus logros, sienten que sus padres no los quieren, que no valoran sus esfuerzos, que se centran en sus errores, que los tratan sin respeto, que los humillan, etc.

2. Les genera miedos
Los gritos asustarían a cualquiera. Imagínese que le grite alguien mucho más grande que usted, con una voz más potente, con mucha más fuerza y poder y que sean las personas que más ama. ¡Qué confusión e inseguridad se debe sentir!

3. No ayuda a gestionar las emociones
Los hijos aprenden de los padres observando cómo sus padres resuelven sus problemas: si lo hacen gritando y peleando o solucionando las cosas en forma serena, adulta, madura, civilizada. Luego algunos padres se preguntan sobre por qué sus hijos reaccionan tan agresivamente. Cuanto más se le grite a un niño, hay más probabilidades de que se ponga desafiante.

4. Aleja a los hijos
Si le gritan cuando se sincera o confiesa algo, la próxima vez ya no va a confiar en sincerarse con los padres. Se lo va a guardar y luego algunos padres se preguntarán por qué sus hijos no confían en sus padres. Los gritos generar una barrera como mecanismo de defensa.

5. Los vuelven sordos
Tanto física como emocionalmente. De allí viene la expresión: "les entra por una oreja y les sale por la otra". Cuando van creciendo, van haciendo oído sordos a los gritos.

6. Alteran su sistema nervioso

7. Aprenderán que los gritos son un recurso útil, válido y eficaz para resolver sus conflictos

8. Los gritos pierden validez cuando se utilizan de forma repetitiva y constante

9. Los hijos estarán estresados, lo cual influirá en su desarrollo emocional,´y, por ende, los padres también, generando un círculo vicioso.

10. Puede conllevar a que los hijos desarrollen ansiedad, depresión y adicciones en un futuro.

11. Empeoran los problemas de conducta

12. La solución es temporal, solo por el momento

13. Se debilita la influencia positiva de los padres

14. Gritar agrava la agresividad

15. GRITAR REFLEJA PÉRDIDA DE CONTROL

35 ESTRATEGIAS PARA DISCIPLINAR SIN GRITAR

1. Establecer reglas claras

2. Explicar las consecuencias negativas antes

3. Advertir antes de tomar medidas

4. Proporcionar refuerzo positivo: Elogia a tu hijo cuando se porte bien y realice las conductas deseadas

5. Examinar las razones por las que gritas

6. Ponerse en el lugar de los hijos

7. Analizar, reflexionar sobre los motivos de la conducta inadecuada y las consecuencias de la misma

8. Saber escuchar

9. Ser humildes, admitir que también nos equivocamos

10. Apoyo de la pareja: Frente común, acuerdos parentales

11. Resolverá el problema el adulto que esté más tranquilo

12. Ser democrático: ni permisivo ni autoritario, sino FIRME

13. Prueba susurrando: Parece mentira pero, al hablarle a su oído en voz baja, con un susurro, lo motivará a prestar atención. ¡Es muy eficaz! Pruébalo y luego nos cuentas.

14. Corrige con diálogo lo que necesita mejorar

15. Canaliza su frustración, ira y rabia con otra actividad. Por ejemplo: salir a jugar al patio, ir por un helado, ayudarte en la cocina con su receta favorita.

16. Canaliza tu propia frustración, estrés, agresividad. Cuando tienes un mal día, cualquier chispa encenderá el fuego. Date un momento, haz algo que te haga sentir mejor y deja de reunir leña para el fuego. Si se te dificulta lograrlo, puedes asistir a Psicoterapia.

17. Acuerda con toda tu familia que harán todo lo posible por no gritar.

18. Dile a tus hijos que cuando ellos gritan, no les puedes entender bien.

19. Recuerda que los niños deben actuar como niños

20. Trata con respeto a tu hijo: Así también aprenderá a respetar a los demás y lograr una mejor convivencia en sociedad.

21. Cuando te enojes, STOP: Para, cierra la boca. No hagas nada ni tomes decisiones en ese instante.

22. Aléjate de la situación, de la habitación

23. Lávate la cara

24. Enséñale a tu hijo a que ambos pueden darse un espacio aparte, a solas, en un sitio cerrado que nadie los escuche, debajo de una sábana, o con una almohada, para llorar o gritar si así lo sienten, después verán como la ira desaparece.

25. Respira y date cuenta de tus sentimientos

26. Encuentra tu propia sabiduría, tu esencia, que es cuando no estás triste ni molesto

27. Ten paciencia

28. Repite la norma las veces que haga falta, hasta que se forme un hábito positivo

29. Ten en cuenta que los aprendizajes requieren tiempo y paciencia, tu hijo no lo puedo aprender todo a la primera

30. Disciplina con afecto. 

31. Adopta medidas positivas

32. Lean cuentos (o historias de internet) sobre las consecuencias del mal genio y cómo los personajes resuelven sus problemas de ira

33. A veces, basta con dar un paso para ayudar al hijo o hija a que se sienta mejor para que la ira desaparezca

34. Aprende estrategias para calmar tus emociones y manejar la ira de manera sana. Esto será también servirá de modelo para tu hijo, para que aprenda también a controlar sus impulsos. 

35. Si se te dificulta lograrlo por ti mismo, siempre puedes asistir a Asesoría Psicológica y/o Psicoterapia.

Redactado por: Psicólogo y Psicoterapeuta Luis Venegas Chalen

Si desea mayor información, puede contactarse con:

sábado, octubre 04, 2014

11 FORMAS DE DISCIPLINAR A LOS HIJOS

¿Cómo premiar o castigar a mis hijos?
Enfocarse más en los refuerzos positivos, es decir preferir reforzar las conductas adecuadas que deseamos lograr antes que castigar por las conductas inadecuadas
Dar la oportunidad de corregir y resarcir lo hecho y de mejorar.
Ponernos en el lugar de los hijos, cómo nos gustaría que nos hubieran tratado cuando de niños hacíamos algo equivocado, e incluso ¿cómo nos gustaría que en el presente, como adultos, se nos tratara cuando hacemos algo indebido?
Por ejemplo, ¿acaso nos gustaría que nuestro jefe nos jalara las orejas, nos gritara o nos pegara cada vez que nuestro trabajo no le satisface? ¿A nuestros empleados o colegas, cuando hacen algo erróneo, les gritaríamos y pegaríamos?
Ir entrenando a los hijos para que sepan cómo manejarse emocionalmente estables y saludables cuando sean adultos.
Se empieza por los padres, quienes son el ejemplo y modelo a seguir.
Primero les corresponde a los padres entrenarse en manejo de frustraciones, cólera, tristezas, miedos, estrés, etc. para que nuestros hijos tengan ideas de cómo lograrlo.
Muchos padres esperan que los hijos realicen mejoras que a los propios padres se les dificulta lograr
La mejora empieza por uno mismo, como el cerebro adulto, maduro, civilizado, sereno y con mayor experiencia de vida, en comparación con el cerebro de los niños que recién se está formando, realizando nuevas conexiones neuronales y que muchas veces les cuesta aprender por ellos mismos.
Los padres son la guía: Poner límites con amor y no con cólera.
Si se les dificulta lograr todo ello por ustedes mismos, siempre pueden asistir a asesoría psicológica para padres, con el fin de recibir información importante que quizás nuestros padres nunca nos dijeron, no hemos visto en nuestra familia y, por tanto, no tenemos el ejemplo.
Nadie nace sabiendo cómo ser padre y/o madre.
Cuanto más informados estemos, mejor será para todos los integrantes de la familia nuclear, primaria, básica, esencial, fundamental.