Desafíos y retos al realizar Terapia de Pareja tomando en cuenta el punto de vista de los hombres
Las terapias de pareja son, por definición, más sensibles hacia las mujeres,
¿Qué sucede dentro del consultorio?
Se demuestra vulnerabilidad a las emociones
Se admite la necesidad de recibir ayuda
Se admite las necesidades de dependencia
Se habla acerca de la relación
PREMISAS:
Violación de las reglas de la masculinidad
El hombre no ha sido socializado para ser competente al expresar sentimientos ni "hablar de la relación"
El hombre puede sentirse "menos que" o "en desventaja"
Todo esto puede generar vergüenza
Evitar la vergüenza es una fuerza impulsora, que se forja en la infancia y en la adolescencia de los hombres
Una Terapia de Pareja que considere el punto de vista del hombre significa:
Realizar la terapia teniendo el conocimiento de la forma de socialización de los hombres
Y hacer que el tratamiento sea un lugar seguro donde el hombre se sienta tan cómodo como su contraparte femenina
5 RETOS:
Trabajar las alianzas y mantener la imparcialidad
Supervisar la contratransferencia
Evaluar si hay depresión masculina
Reconocer la socialización por parte del terapeuta
Evaluar si hay violencia doméstica
TRABAJAR LA ALIANZA Y LA IMPARCIALIDAD
Los hombres son infieles con mayor frecuencia que las mujeres
A los hombres les resulta más difícil contener su ira cuando están fisiológicamente alterados
Hay más probabilidades de que el hombre se retire ante conversaciones difíciles
El hombre tiene mayor dificultad para verbalizar sus emociones
El hombre tiene más probabilidades de ser ambivalente acerca de acudir a terapia de pareja
El hombre puede sentir que lo están trayendo "obligado, forzado, arrastrado" a la terapia
El hombre puede estar a la defensiva al sentir que pudiera haber una alianza de coalición entre su pareja y la terapeuta, y que lo etiqueten como el que tiene el problema
La mujer puede sentirse cómoda al hablar de sentimientos y al analizar la relación
Evitar ponerse únicamente del lado de las conductas femeninas al responder.
Evitar cualquier señal no-verbal sutil
Evitar centrarse en enseñar al cliente masculino cómo hablar acerca de sus sentimientos hasta que la alianza se consolide
Encuadrar la expresividad emocional versus la restricción emocional como diferentes estilos de procesamiento
En el caso de terapeutas mujeres: preguntar al hombre si él tiene objeciones acerca de que la terapeuta sea una mujer
Si el hombre se retira o se resiste considerarlo como una señal de que se ha perdido la neutralidad o imparcialidad
SUPERVISAR LA CONTRATRANSFERENCIA
Empatizar con las conductas masculinas que pudieran provocar alguna reacción en la terapeuta
"Aun cuando significaba perderte el nacimiento de tu hijo, estar en un campeonato de tabla era tu sueño"...
Luego, dirigirse hacia ella...
Luego, dirigirse hacia ella...
EVALUAR SI HAY DEPRESIÓN MASCULINA
Señales de depresión
Conductas de evitamiento/resistencia
Se muestra a la defensiva contra las críticas
Problemas de control de ira e irritabilidad
Evidencias de automedicación
RECONOCER EL ROL DE SOCIALIZACIÓN DE TU PROPIO GÉNERO
Los hombres desean conexión y cercanía tanto como las mujeres
Las dificultades al verbalizar las emociones son aprendidas, no son innatas
Los terapeutas pueden percibir como debilidad la falta de mostrar vulnerabilidad
EVALUAR SI HAY VIOLENCIA ENTRE ELLOS
Siempre hay que hacerlo.
Reunirse con ambas partes individualmente
Reconsiderar el abuso como problemas de control de ira
Establecer la modalidad: individual para la víctima; grupo y/o individual para el victimario (independientemente del género)
Fuente: Convención Anual 2013 de la Asociación Americana de Psicología (APA), realizada en Honolulu, Hawai, del 31 de julio al 4 de agosto del 2013
Editado y traducido por: Psicólogo Luis Venegas Chalen
No hay comentarios:
Publicar un comentario