Si quieres cosechar beneficios mayores, debes sembrar más servicio, contribución y valores.
La verdad es esta: No hay excepciones a la ley de la causalidad.
Primero se siembra y después se cosecha.
Es simplemente imposible cosechar algo que no se ha sembrado.
El éxito es el efecto generado por los pensamientos correctos y las acciones correctas.
Si quieres saber lo que sembraste en el pasado, mira a tu alrededor y ve lo que estás cosechando hoy.
Todo lo que haces o dejas de hacer, cuenta.
Cada acción tiene una consecuencia, aunque no sea inmediata.
Cuando aceptas la responsabilidad de tu vida, reconoces que eres la causa de todas tus elecciones, decisiones y acciones.
Una vida extraordinaria es simplemente la acumulación de miles de esfuerzos.
Estás donde estás debido a las decisiones que has tomado.
¿Cuáles son las posibles consecuencias de estas acciones?
- saltar al vacío desde un edificio
- hacer ejercicios a diario
- mirar la TV más de 2 horas cada día
- leer una hora cada día
- sentarte al sol sin protector solar
- invertir 10% de tus ingresos
- usar drogas ilícitas
- seguir una dieta de granos enteros, frutas y vegetales frescos
- comer alimentos fritos
- cruzar corriendo delante de un camión que viene a toda velocidad
- robar un banco
- mentirle a tu mejor amigo
- estudiar mucho en la escuela
- fumar
- poner tus metas por escrito
- beber alcohol en exceso
- beber solamente un poco de alcohol
- no beber alcohol
- estudiar acerca de la crianza de los hijos
- leer libros sobre el matrimonio
- tocar una cocina caliente
- estudiar sobre gente exitosa
- orar
- comprar activos que se están desvalorizando
- gastar más allá de tus posibilidades
- levantarse a las 5 de la mañana
- levantarse a las 7 de la mañana
Recuerda: Cuando tomas una decisión, también eliges las consecuencias de esa decisión.
Si no te gusta lo que cosechas, analiza y cambia lo que siembras.
TÚ DECIDES
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