La autocompasión o auto-indulgencia es el sentimiento de pena hacia uno mismo que experimenta un individuo en situaciones percibidas como adversas cuando dicha situación no ha sido aceptada y no se tiene la confianza o la habilidad para adaptarse a ella.
Es un sentimiento asociado al autoconsuelo con un importante papel en las relaciones humanas, puede abarcar desde un comportamiento breve, ocasional y transitorio hasta un trastorno de personalidad que se expresa sin una provocación externa o a consecuencia de percepciones distorsionadas de la realidad, que provoca sufrimiento a uno mismo y a los que le rodean; pero que está mantenido por la existencia de un beneficio secundario.
El individuo autoindulgente cree ser víctima de una situación negativa y por tanto merecer condolencia. La autoindulgencia es, de forma general, considerada un sentimiento negativo que no sirve de ayuda para tratar con situaciones adversas; sin embargo, en un contexto social puede dar lugar a despertar simpatía o consejo. Esa forma más cercana a la autoaceptacion resulta conveniente denominarla autocompasión y puede ser considerada normal y, en determinadas circunstancias, saludable en la medida de que sea una situación transitoria y lleve a la aceptación o a tener la determinación para cambiar la situación.
La autoindulgencia puede vincularse a una respuesta emocional que surge en un momento de estrés. Al tratar con situaciones estresantes, la tendencia más común es sentir pena por uno mismo; sin embargo, se muestra de forma muy diferente según las características de cada individuo, de modo que puede relacionarse con determinadas características individuales como inseguridad emocional, depresión, exceso de indulgencia con los errores propios, privaciones y pérdidas.
La autoindulgencia puede retroalimentarse a si misma, especialmente si concurre un estado de depresión u otras circunstancias agraventes; sin embargo, la autocompasión es una forma de prestarse atención a uno mismo; es un medio de conciliarse con uno mismo.
Los teóricos del aprendizaje social dicen que la autoindulgencia es una astucia para recabar atención, cuando un niño recibe atención cuando está enfermo o herido, aprende a prestarse atención a sí mismo (o solicitar atención por parte de otros) mediante llamadas a la ayuda, fingidas o reales. Además, otra forma de refuerzo de la conducta puede ser la simpatía ofrecida por otros.
Fuente: Wikipedia