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lunes, enero 31, 2022

TEST DE INTELIGENCIA SEXUAL: TIP 19

 

La inteligencia sexual está relacionada con la salud sexual a nivel emocional, pues, se asocia con la satisfacción que se experimenta en la vida sexual.

El término de inteligencia sexual fue acuñado por los psicólogos Sheree Conrad y Michael Milburn en el año 2002. Estos autores señalaron que el erotismo de cada persona viene condicionado por su coeficiente de inteligencia sexual, el cual está constituido en parte por la capacidad intelectual.

¿Qué es la inteligencia sexual?

La inteligencia sexual no es una capacidad con la que se nace, ni un don que pocos tienen, sino que se va forjando con los años, por medio de las experiencias y saberes que se vivencian.

Para contar con una inteligencia sexual alta es necesario, por ejemplo, practicar ejercicios sobre cómo aceptar la experiencia sexual, trabajar las emociones y pensamientos relacionados con la sexualidad, asumir las fantasías sexuales dentro de sus límites, conocer más la sexualidad propia, entre otras.

Cuando algunos autores comenzaron a ocuparse de investigar la inteligencia en sus diferentes manifestaciones, entonces este concepto fue trasladado al área de la sexualidad. Fue así como surgió la noción de inteligencia de apareamiento y la inteligencia sexual, muchas veces denominada inteligencia erótica.

En cuanto a la inteligencia de apareamiento, esta se define como el conjunto de estrategias a las que recurren los sujetos para buscar y concretar una relación de pareja.

En cambio, la inteligencia sexual o erótica se centra en la habilidad para disfrutar de relaciones íntimas sanas. Este concepto es el que más repercute sobre la función y la satisfacción sexual.

Para Conrad y Milburn, la inteligencia sexual es la capacidad de “reconocer y aceptar la verdad acerca de qué es lo que hace que cada uno de nosotros, y de nuestras parejas, se sienta satisfecho como ser sexual”.

Dicha capacidad puede ser excelente, mediocre o pobre, en función de las destrezas que se desarrollen en estas tres áreas: la calidad de los conocimientos sexuales y la habilidad de ponerlos en práctica; el nivel de consciencia del Yo sexual secreto, es decir, el patrón de los deseos, preferencias, necesidades, temores, e incluso traumas que guían la conducta sexual individual, y la apertura y asertividad para conversar sobre sentimientos sexuales con la pareja.

Estas áreas están relacionadas con factores psicológicos que pueden actuar como causas de disfunción e insatisfacción sexual, tal como lo señala un estudio sobre inteligencia sexual en hombres y mujeres en la relación conyugal.

Entre los factores se encuentra la depresión, la ira, el bajo nivel de educación y conocimiento científico sexual, experiencias de violencia sexual, las imágenes del cuerpo ideal que provienen de los medios comunicacionales, entre otros que terminar por ofuscar la conciencia del yo sexual secreto y la capacidad de compartir los sentimientos sexuales.

¿Cómo se calcula la inteligencia sexual?

Uno de los test más aplicados para calcular el índice de inteligencia sexual es el del especialista español Antoni Bolinches.

TEST DE INTELIGENCIA SEXUAL 

Responde Sí o No y anota tus respuestas.

Las preguntas son las siguientes:

1. Te sientes libre y muestras disposición para tomar la iniciativa sexual?

2. ¿Hablas libremente con tu pareja sobre sexualidad?

3. ¿Te sientes utilizado/a sexualmente a menudo?

4. ¿Consideras que la mayoría de los contactos sexuales, sean de una noche o con tu pareja de toda la vida, resultan gratificantes para ambos?

5. ¿Mantienes contactos sexuales con la frecuencia que desearías?

6. ¿Crees que tu pareja es demasiado egoísta y solo busca su placer?

7. ¿Después de alcanzar el orgasmo tienes deseo de permanecer al lado de tu pareja?

8. ¿Consideras que tus relaciones son demasiado monótonas o rutinarias?

9. ¿Cuando tienes pensamientos sexuales o practicas la masturbación, te sientes culpable?

10. ¿Consideras que los rituales sexuales que practicas son los que deseas?

11. ¿Aceptas determinadas iniciativas de tu pareja, pero después crees que está demasiado liberada?

12. ¿Piensas que la mayoría de la gente tiene una sexualidad más gratificante y plena que la tuya?

Para administrarlo se debe sumar un punto por cada en las preguntas 1, 2, 4, 5, 7 o 10, y un punto por cada NO en las preguntas 3, 6, 8, 9, 11 y 12.

Si los resultados arrojan entre 0-2 puntos, es deficiente; 3-4 puntos, es insuficiente; 5-7 puntos, es aceptable; 8-10 puntos, es alto y 11-12 puntos, es excelente.

Cabe destacar que la insatisfacción sexual y la disfunción son motivos frecuentes de consulta. Sin embargo, la mayoría de las veces, la causa es psicológica. Si bien la disfunción y la insatisfacción sexual se pueden originar por causas orgánicas, una porción significativa de estos problemas tiene un origen completamente psicológico.

En este sentido, es destacable la diferenciación etiológica entre las disfunciones sexuales primarias, o de causa orgánica, y las secundarias, que son de causa psicológicas; además, hay mixtas, cuando la causa es orgánica y psicológica.

Consejos (Tips) para mejorar la inteligencia sexual

Algunas sugerencias para mejorar la inteligencia sexual son: incrementar los conocimientos sobre la sexualidad humana, ya que así es posible derribar algunos mitos sobre la sexualidad que prevalecen en la sociedad y que se interiorizan por medio de la religión, la cultura popular o la familia.

Además, es recomendable descubrir qué nos atrae, qué nos excita, cuáles son nuestras preferencias y explorar nuestro propio sexo para aumentar la Consciencia del Yo Sexual Secreto.

Por último, es importante percatarse cuando los deseos eróticos son usados para cubrir carencias emocionales, la falta de autoestima, poder o seguridad, así como también es relevante identificar cuando se mantienen relaciones sexuales solo porque se siente soledad.

Bibliografía

Conrad, S. y Milburn, M. (2002). Inteligencia Sexual. Bogotá: Editorial Planeta, S.A.

Morales, E. B. P., Ñato, R. S. Ñ., & Sandoval, J. A. S. (2020). Inteligencia sexual en relación con la autoestima en adultos. Revista Científica Retos de la Ciencia, 4(9), 37-45.

Paredes, E. B., Polanski, T. X., Porras, R. M., & Gamboa, J. (2018). Inteligencia sexual en hombres y mujeres ecuatorianos en relación conyugal. PSIENCIA: Revista Latinoamericana de Ciencia Psicológica, 10(1), 2.

Por: Isbelia E. Farías

Fuente: Psicopedia.org 

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domingo, enero 10, 2010

SATIROS Y NINFOMANAS

Adicción sexual

Los 'sexólicos' pueden dañarse a sí mismos o a terceras personas en situaciones de coacción, abuso sexual o violaciones

A la adicción al sexo se le denominó ninfomanía, en el caso de las mujeres, y satiriasis en el caso de los hombres. En la mitología griega las ninfas eran féminas que acompañaban a los dioses y a los sátiros lujuriosos. Los sátiros eran mitad humanos y mitad carneros amantes de los vinos, las mujeres y de los placeres carnales. En ambos casos, ninfómanas y sátiros definían a las personas hipersexuales capaces de mantener un nivel de deseo y de comportamiento sexual extraordinarios. Hoy en día el manual diagnóstico de enfermedades y trastornos mentales (DSM IV) no lo define como tal. Más bien se habla de disfunciones de Hipersexualidad o de Impulso Sexual Excesivo.

Se trata de una variación sexual y se aplica a aquellas personas cuyo impulso erótico es muy intenso y les impide sentirse satisfechas sexualmente, por lo que desean constantemente actividad sexual. Es prácticamente imposible establecer criterios para decidir cuándo el deseo sexual es excesivo, pero lo que sí está claro es que sí una persona se queja de su pareja, en el sentido de que las demandas son desmedidas, puede desequilibrarse la relación y empujar a la infidelidad y a la separación.

Lo que caracteriza a este tipo de variación sexual es una obsesión por el sexo. A la persona le acompañan constantemente pensamientos y fantasías eróticas que pueden perturbar su funcionamiento habitual. La imposibilidad de saciarse corresponde a una percepción anormal de insatisfacción sexual. El orgasmo, en estos casos, no conlleva a la relajación completa, sino que reaparece inmediatamente el deseo de realizar el coito y la compulsión, es decir, requiere la actuación repetida, frenética y constante del acto sexual.

Un problema de difícil solución es establecer cuando se es "normal" sexualmente, pues varía dependiendo el entorno cultural y social. Sin embargo, cuando una persona adicta al sexo incurre en daños a sí misma o a terceras personas, en situaciones de coacción o abuso sexual, violaciones, en mentir, engañar a otros, o delinquir con el objeto de apaciguar sus impulsivas exigencias, entonces estamos ante un caso patológico que requiere tratamiento profesional y eventualmente judicial. Los tratamientos psicológicos más exitosos para la Hipersexualidad se orientan hacia el enfoque cognitivo-conductual. Un sexólogo decidirá si es necesario o no el uso de psicofármacos para reducir la excitación sexual no deseada. Otros enfoques plantean la posibilidad de análisis y tratamiento psicoterapéuticos. También, existen organizaciones de "sexólicos anónimos" que se pueden encontrar en Internet.