LA FORMA CORRECTA DE DISCREPAR
No estar de acuerdo con un subordinado puede crear más de una consecuencia no prevista.
Aquí unos consejos para sacarle provecho a las discrepancias.
Por Marshall Goldsmith (Harvard Management Update)
En mi trabajo como 'coach', a veces me preguntan qué hacer si uno es gerente y un subordinado expresa opiniones muy arraigadas sobre un tema, y usted cree que sus sugerencias no serán útiles.
Mi maestro y mentor Paul Hersey, un científico sobre el comportamiento que codesarrolló el método de liderazgo situacional, me dijo: "El liderazgo no es un concurso de popularidad". Usted, como líder, debe concentrarse en lograr la misión. En ocasiones, esto implica estar en desacuerdo con sus subordinados y adoptar una postura respecto a temas difíciles.
Por otro lado, mi amigo y colega Jim Kouzes, coautor del 'best seller' "El desafío del liderazgo", señala: "El liderazgo no es un concurso del menos popular". Los grandes líderes se enfocan en desarrollar relaciones positivas de largo plazo con las personas que lideran, y deben ser conscientes de cómo sus subordinados los perciben.
¿VALE LA PENA GANAR?
Comience con la filosofía de hacer lo correcto y, al mismo tiempo, involucre y faculte a grandes personas. Luego hágase una pregunta: ¿Vale la pena ganar la batalla? Si usted cree que se trata de un tema importante para la compañía, mantenga su posición. Si es importante para su subordinado e insignificante para la compañía, ceda. Escuche y piense antes de responder. A veces, si cede un poco y reflexiona, verá las cosas desde una perspectiva diferente y más clara.
--Si puede llevar a cabo algunos componentes de las ideas propuestas, hágalo. Sus subordinados no esperan que usted haga todo lo que sugieren.
--Si al final se muestra en desacuerdo, hágale saber de manera respetuosa que ha escuchado sus ideas, las ha analizado y ha optado por no llevarlas a cabo por el momento. Explique su lógica, pero no intente demostrar que su subordinado se equivoca.
¿Y SI NO ESTÁ EQUIVOCADO?
Puede que, generalmente, todos sus subordinados sean brillantes y estén interesados en lo que hacen, especialmente aquellos que hacen sugerencias. El hecho de que sus ideas difieran no quiere decir que su subordinado se equivoque.
Aunque resulte difícil aceptarlo, a veces usted puede estar equivocado. Agradézcale por sus ideas y por tener la iniciativa de expresarlas. Señale que las personas inteligentes y bienintencionadas pueden estar en desacuerdo.
--No le gane a todos. Deje abierta la posibilidad de seguir estas ideas cuando sea posible. De lo contrario, dejarán de ofrecerlas, y usted se perderá su talento y prudencia.
--Cuando un subordinado se muestre en desacuerdo con usted y salga victorioso, respalde sus ideas, así como le gustaría que dicho subordinado lo respalde cuando usted tenga razón.