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lunes, enero 07, 2019

12 ACTITUDES NO SALUDABLES HACIA NIÑOS Y NIÑAS

Pongámonos en su lugar como adultos, y no nos gustaría que alguien nos gritara, insultara, humillara, ridiculizara, descalificara, menospreciara, discriminara, etc. 
¿Cómo reaccionaríamos como adultos? 
Imagínese los niños que aún están aprendiendo a comunicarse.
Tratémoslos como nos gustaría que nos trataran a nosotros para lograr estabilidad emocional.

miércoles, mayo 30, 2018

DIA 150: 12 COSAS QUE NUNCA DEBES DECIR A TUS HIJOS

  1. Calificativos despectivos, negativos: eres bruto, tonto, bestia, ignorante, incapaz, ocioso, perezoso, sucio, cochino, mocoso, lento, feo, monstruo, etc.
  2. Desmerecerlo, desvalorarlo: "Nunca haces nada bien". "Todo lo haces mal". "¿No puedes hacer algo bien?"
  3. No apreciar lo que sí hace bien: "eso no es nada", "eso lo puede hacer cualquiera", "no tiene mayor mérito", "no le veo el valor", "pudiste haberlo hecho mejor"
  4. Premoniciones catastróficas: "Nunca vas a llegar a ser alguien en la vida", "nunca vas a lograr nada", "siempre serás un fracasado"
  5. No usar las palabras como un arma para lastimar, avergonzar, humillar y/o menospreciar
  6. Evitar usar sobre-generalizaciones: "Tú nunca...", "tú siempre...", "tú nada...", "tú todo..."
  7. No minimizar lo que le duele, frustra o lastima: "Eres demasiado sensible", "eres un llorón". Tu hijo o hija no tiene la experiencia que tú ni procesa las cosas del mismo modo que lo haces tú. Ayúdale a comprender sus emociones y a manejarlas saludablemente
  8. No compararlo con sus hermanos o con otros chicos; porque es único y más bien aprender a aceptar su individualidad
  9. No tratarlo como a un objeto, una pertenencia, un mueble ni un esclavo
  10. Rechazar sus expresiones de afecto: "No me abraces", "no me gusta abrazarte"
  11. Hacer que no se sienta amado: "No te quiero", "te odio"
  12. Hacerle sentir que no vale nada: "No debiste haber nacido", "no sé por qué estás vivo", "no debí traerte al mundo", "mal nacido", "no fuiste deseado", "no sirves para nada".

domingo, abril 29, 2018

DIA 119: 7 IDEAS PARA DISCIPLINAR NIÑOS

1) Tener un vinculo cercano con el niño. Mucho de tocarse, mucho de mirarse, de ser cómplices. Solo por que sí, no por una razón especifica. Los niños están hechos para decir que no cuando no hay un vinculo cercano. Ni modo que se fueran con cualquier extraño por ahí. Es como un mecanismo de defensa decir que no.

2) Interesarse más cuando hace las cosas bien que cuando "se porta mal". Estar ahí dando abrazos y besos o un "muy bien" cuando pasa un rato sin hacer alguna travesura. "Oh que bien Pedrito, te has quedado muy tranquilo en la sala sin armar algún escándalo". Te agradezco mucho que así pude cocinar tranquilo sin problemas y ahora podemos comer un rico almuerzo. 

3) Cuando tienes que lograr que el niño haga algo urgentemente, haz uso del contacto físico nuevamente. Antes de pedir, te sientas, lo tomas en brazo o le acaricias el pelo, logras que te mire, creas un ambiente "agradable". Háblale de cosas triviales y entretenidas, entra en simpatía y luego dile "qué entretenido, amor, vamos que ya es hora de lavarse los dientes, yo te acompaño".

4) Si está haciendo algo indebido y ya no hay mas que ponerle un "párale", lo primero es que tú estés centrada y en control de tu ser. Debes ser como el piloto del avión, que en turbulencia está en extremo tranquilo y confiado de sus habilidades y le transmite esa tranquilidad a los pasajeros. ¿No te has fijado que el piloto te da una orden y tú la cumples sin chistar? ¡¡Y eso que eres una adulta!! Con los niños es lo mismo. Si estas teniendo problemas para tranquilizarte porque "mi hijo debería hacer xxxx", piensa por un segundo por qué tu hijo "NO DEBERÍA", encontrarás muchas razones que justificarán su actuar. Con esa tranquilidad vas y tranquilamente le das una indicación. Amor, eso no está bien. Anda, recojamos lo que rompiste" (que participe, que le cueste trabajo y que entienda que debe reparar lo que hace de mal). 

5) Si tu hijo está en modo "pataleta", déjalo pues, acompáñalo, que saque lo que tiene. Ayúdalo a ponerle nombre a lo que le pasa pero sin "sermonear", no es el momento de educar. "Dale, estás enojado, llora, está bien, sin golpear, vamos que no te gustó que te dijera que no, a mi tampoco me gusta eso, porque es muy entretenido jugar con las cosas de mamá". Eventualmente el niño irá transitando del enojo a una etapa mas de comprender y acordar, de un odio extremo a un enojo condicionado y eventualmente se calmará, "se adaptará a la situación". Eso es bueno porque la frustración y su manejo es algo que se aprende y la única forma de aprenderlo es frustrarse 40 mil veces y llegar al final del camino a la calma. Si no se frustra ahora y no se logra calmar, de adulto se le dificultará más hacerlo. No hay que desesperarse ante las pataletas, hay que dejar que sigan su proceso. Luego que se calmó, ahora sí le educamos y le decimos qué estuvo mal y qué debemos hacer en esos casos. Con firmeza, seguridad de piloto de avión y con amor y compasión. 
Funciona y genera los mejores resultados aun cuando se ha probado de todo, incluso castigos (que no funcionan).

6) Las alternativas son mejores. Por ejemplo: ¡no rayes la pared! Mejor en éste cuaderno, yo te hago una casita y tu la pintas...etc etc. Dar alternativas también enseña a los niños a manejar las frustraciones: ésto no se puede, pero hay otro camino. Así no, pero debe haber otra manera.

7) Testimonio de una madre: Yo seguí con mi primer hijo la desgraciada tradición de "el bofetazo a tiempo". Con el paso del tiempo, mucho estudio y análisis, introspección, etc., me vi como madre maltratadora sustentada en pura ignorancia e irracionalidad. No hay lógica, no aguanta análisis. Más aún, cuando me vi en la necesidad de advertir y enseñar a mi hijo sobre su seguridad e integridad, cuando quise decirle que su cuerpo es sagrado y nadie tiene derecho ni razón para maltratarlo, comprendí lo absurdo de someterlos a obediencia con agresiones físicas; tremenda contradicción decirle que debe ser respetado pero es transgredido en su propia familia. 
¿Cómo les protegemos y enseñamos a exigir respeto si nosotros mismos les infringimos violencia física?

domingo, marzo 11, 2018

DIA 70: DISCIPLINAR SIN GRITAR: 35 ESTRATEGIAS Y 15 CONSECUENCIAS

Empecemos por este principio base:
A NADIE LE GUSTA QUE LE GRITEN
A nosotros, como adultos, no nos gustaría que nuestro jefe, nuestros clientes o nuestros familiares nos gritaran o pegaran para solucionar las cosas.
¿Cómo reaccionaríamos?
Primero, la reacción de sorpresa, indignación, humillación y luego la reacción de desquitarnos, reaccionar de la misma manera o resignarnos.
Eso no nos agradaría para nada, ¿cierto?
Entonces, pongámonos en el lugar de los niños, ¡cómo se sentirán con semejantes reacciones de sus padres, que son sus héroes, sus ejemplos, sus modelos para aprender a solucionar sus problemas!
Que no aprendan que las cosas se solucionan gritando o pegando.
Incluso los psicólogos no solucionamos las cosas gritando ni agrediendo a los pacientes.

Alguien dijo que los niños llegan al mundo sin manual de instrucciones, por lo cual uno de los grandes dilemas que padres y madres enfrentan es acerca de cómo disciplinar a sus hijos. 
La mayoría oscila entre el polo de la permisividad y del autoritarismo, resultándoles difícil administrar una disciplina firme y amable al mismo tiempo.

15 CONSECUENCIAS DE LOS GRITOS

1. Baja la autoestima
En vez de sentir que sus padres están orgullosos por sus logros, sienten que sus padres no los quieren, que no valoran sus esfuerzos, que se centran en sus errores, que los tratan sin respeto, que los humillan, etc.

2. Les genera miedos
Los gritos asustarían a cualquiera. Imagínese que le grite alguien mucho más grande que usted, con una voz más potente, con mucha más fuerza y poder y que sean las personas que más ama. ¡Qué confusión e inseguridad se debe sentir!

3. No ayuda a gestionar las emociones
Los hijos aprenden de los padres observando cómo sus padres resuelven sus problemas: si lo hacen gritando y peleando o solucionando las cosas en forma serena, adulta, madura, civilizada. Luego algunos padres se preguntan sobre por qué sus hijos reaccionan tan agresivamente. Cuanto más se le grite a un niño, hay más probabilidades de que se ponga desafiante.

4. Aleja a los hijos
Si le gritan cuando se sincera o confiesa algo, la próxima vez ya no va a confiar en sincerarse con los padres. Se lo va a guardar y luego algunos padres se preguntarán por qué sus hijos no confían en sus padres. Los gritos generar una barrera como mecanismo de defensa.

5. Los vuelven sordos
Tanto física como emocionalmente. De allí viene la expresión: "les entra por una oreja y les sale por la otra". Cuando van creciendo, van haciendo oído sordos a los gritos.

6. Alteran su sistema nervioso

7. Aprenderán que los gritos son un recurso útil, válido y eficaz para resolver sus conflictos

8. Los gritos pierden validez cuando se utilizan de forma repetitiva y constante

9. Los hijos estarán estresados, lo cual influirá en su desarrollo emocional,´y, por ende, los padres también, generando un círculo vicioso.

10. Puede conllevar a que los hijos desarrollen ansiedad, depresión y adicciones en un futuro.

11. Empeoran los problemas de conducta

12. La solución es temporal, solo por el momento

13. Se debilita la influencia positiva de los padres

14. Gritar agrava la agresividad

15. GRITAR REFLEJA PÉRDIDA DE CONTROL

35 ESTRATEGIAS PARA DISCIPLINAR SIN GRITAR

1. Establecer reglas claras

2. Explicar las consecuencias negativas antes

3. Advertir antes de tomar medidas

4. Proporcionar refuerzo positivo: Elogia a tu hijo cuando se porte bien y realice las conductas deseadas

5. Examinar las razones por las que gritas

6. Ponerse en el lugar de los hijos

7. Analizar, reflexionar sobre los motivos de la conducta inadecuada y las consecuencias de la misma

8. Saber escuchar

9. Ser humildes, admitir que también nos equivocamos

10. Apoyo de la pareja: Frente común, acuerdos parentales

11. Resolverá el problema el adulto que esté más tranquilo

12. Ser democrático: ni permisivo ni autoritario, sino FIRME

13. Prueba susurrando: Parece mentira pero, al hablarle a su oído en voz baja, con un susurro, lo motivará a prestar atención. ¡Es muy eficaz! Pruébalo y luego nos cuentas.

14. Corrige con diálogo lo que necesita mejorar

15. Canaliza su frustración, ira y rabia con otra actividad. Por ejemplo: salir a jugar al patio, ir por un helado, ayudarte en la cocina con su receta favorita.

16. Canaliza tu propia frustración, estrés, agresividad. Cuando tienes un mal día, cualquier chispa encenderá el fuego. Date un momento, haz algo que te haga sentir mejor y deja de reunir leña para el fuego. Si se te dificulta lograrlo, puedes asistir a Psicoterapia.

17. Acuerda con toda tu familia que harán todo lo posible por no gritar.

18. Dile a tus hijos que cuando ellos gritan, no les puedes entender bien.

19. Recuerda que los niños deben actuar como niños

20. Trata con respeto a tu hijo: Así también aprenderá a respetar a los demás y lograr una mejor convivencia en sociedad.

21. Cuando te enojes, STOP: Para, cierra la boca. No hagas nada ni tomes decisiones en ese instante.

22. Aléjate de la situación, de la habitación

23. Lávate la cara

24. Enséñale a tu hijo a que ambos pueden darse un espacio aparte, a solas, en un sitio cerrado que nadie los escuche, debajo de una sábana, o con una almohada, para llorar o gritar si así lo sienten, después verán como la ira desaparece.

25. Respira y date cuenta de tus sentimientos

26. Encuentra tu propia sabiduría, tu esencia, que es cuando no estás triste ni molesto

27. Ten paciencia

28. Repite la norma las veces que haga falta, hasta que se forme un hábito positivo

29. Ten en cuenta que los aprendizajes requieren tiempo y paciencia, tu hijo no lo puedo aprender todo a la primera

30. Disciplina con afecto. 

31. Adopta medidas positivas

32. Lean cuentos (o historias de internet) sobre las consecuencias del mal genio y cómo los personajes resuelven sus problemas de ira

33. A veces, basta con dar un paso para ayudar al hijo o hija a que se sienta mejor para que la ira desaparezca

34. Aprende estrategias para calmar tus emociones y manejar la ira de manera sana. Esto será también servirá de modelo para tu hijo, para que aprenda también a controlar sus impulsos. 

35. Si se te dificulta lograrlo por ti mismo, siempre puedes asistir a Asesoría Psicológica y/o Psicoterapia.

Redactado por: Psicólogo y Psicoterapeuta Luis Venegas Chalen

Si desea mayor información, puede contactarse con:

domingo, octubre 15, 2017

25 FRASES PARA CALMAR HIJOS FURIOSOS

Ya sea que tu hijo o hija sea tranquilo, que su mecha se tarde en encenderse o que explote ante la primera provocación, nunca está de más conocer sobre control de la ira. Finalmente somos nosotros como padres quienes debemos controlarnos en su totalidad sin dejarnos llevar por nuestro enojo. Por ello, aquí les dejamos 25 frases que podemos utilizar en estas situaciones en que debemos mantener la cabeza fría con nuestros pequeños, y hasta con nuestros adolescentes.
1. En vez de: “¡Deja de aventar/tirar las cosas!”
Intenta: “Veo que estás aventando tus juguetes, ¿no quieres jugar con ellos? ¿Eso es lo que está pasando?”

Esta técnica de hablante/escucha está diseñada para ayudarnos a comunicar nuestros sentimientos de una manera no confrontacional. No solamente permite que las vías de comunicación se abran, sino que también te permite plantear la situación desde tu perspectiva, lo que le permite al niño replantear la misma situación desde su perspectiva.

2. En vez de: “¡Los niños grandes no hacen X!”
Intenta: “Los niños grandes, incluso los adultos tenemos sentimientos y está bien, algunos de éstos son pasajeros”.

Seamos honestos, entre más grandes tus niños sean, más grandes serán sus problemas y más grandes serán sus emociones. Decirles que los niños grandes no sienten enojo, frustración, ansiedad, lo que sea, es simplemente mentirles. Esta frase, en cambio, también los motiva a manejar y procesar sus emociones de una forma sana.

3. En vez de: “¡No te atrevas a pegar!
Intenta: “Está bien enojare, pero no puedo dejar que pegues. Debemos mantenernos seguros a todos”.

Ésta establece perfectamente que la emoción está bien, pero la acción no. Separar estos dos elementos hará que tu niño aprenda, efectivamente, a hacer esta separación.

4. En vez de: “¡Estás siendo bien difícil!”
Intenta: “Ésta es complicada ¿no? Pero vamos a entenderla y superarla juntos”.

Cuando los niños están que no lo calienta ni el sol, debemos entender por qué. Esta frase refuerza la idea de que están en el mismo equipo, trabajando para el mismo objetivo.

5. En vez de: “¡Ya, suficiente! ¡Estás fuera!”
Intenta: “Vamos a calmarnos los dos y encontrar nuestro punto juntos”.

Esto cambia la idea de “afuera” a “adentro”, permite así la reconexión en vez del aislamiento.
6. En vez de: “¡A lavarse los dientes ya!”
Intenta: “¿Te gustaría lavarle los dientes a Elmo primero y luego a los tuyos?”

Los pequeños a veces se frustran cuando no tienen control de su ambiente, bueno, todos. Pero con esta frase, le ofreces una opción, una forma de control en donde ellos tienen el poder de elegir.

7. En vez de: “¡Cómete tu comida o te vas a quedar sin hambre!”
Intenta: “¿Cómo podemos hacer que la comida sea más rica?”

Esto le da al pequeño una responsabilidad de encontrar una solución.

8. En vez de: “¡Este cuarto está asqueroso! No puedes salir hasta que esté limpio”.
Intenta: “¿Qué te parece si empezamos a limpiar esta esquina desordenada? Yo te ayudo”.

En vez de centrar toda tu atención a terminar una tarea que se ve imposible, intenta plantear la meta más sencilla. Sobre todo si es una tarea que a nadie le gusta hacer, lo importante es iniciarla.

9. En vez de: “¡Ya estuvo! ¡Nos vamos!
Intenta: “¿Qué te falta para que estés listo para irnos?”

Permite a los niños que piensen en los procesos de transición de sus vidas. Esto va a ayudar frente a una pelea de poder y les va a dar una oportunidad para pensar en que están haciendo el paso a una nueva actividad. También es una rutina excelente para cuando hacen juegos de rol y no están yendo realmente a ningún lado.

10. En vez de: “¡No te estés haciendo berrinche!”
Intenta: ¿Qué te parece si me lo vuelves a decir en tu voz normal?”

Algunos niños hacen berrinche sin siquiera darse cuenta. Al pedirles que lo digan en un tono normal, les enseñas a que la forma en que dices las cosas es muy importante.
11. En vez de: “¡Ya no te estés quejando!”
Intenta: “Ya te escuché. ¿Se te ocurre alguna solución?”

De nuevo, esto le da la responsabilidad al niño. La próxima vez que se esté quejando de la escuela/hermanos/comida/, mejor realicen una lluvia de ideas para llegar a una solución. Con esto debes recordarle que no hay respuesta incorrecta y que entre más boba sea, mejor.

12. En vez de: ¿Cuántas veces te lo tengo que repetir?”
Intenta: “Creo que no me escuchaste la primera vez. ¿Qué te parece si te lo digo y me lo repites?”

Hacer que tu niño repita el mensaje, hacer más fuerte el mensaje. Variar en el volumen y tono le da un elemento divertido.

13. En vez de: “Ya no te frustres”.
Intenta: “¿Está demasiado complicado? ¿Qué te parece si nos damos un descanso y regresamos en 52 minuto?”

Suena muy aleatorio, pero se ha estudiado que la mayor productividad se realiza en un ritmo de trabajo de 52 minutos y un descanso de 17. Al descansar de tareas estresantes, permite regresar a ellas con mejores ánimos y otra perspectiva, más concentrados que antes. Y es lo mismo para la tarea, para el piano, para cualquier deporte.

14. En vez de: “¡A tu cuarto!”
Intenta: “Bueno, me voy a quedar aquí hasta que estés listo para darme un abrazo”.

Aislar a los niños solamente les da el mensaje de que hay algo mal con ellos. Al darles su espacio hasta que esté listo para reintegrarse, le estás asegurando que siempre estarás para él.

15. En vez de: “¡Me estás avergonzando!”
Intenta: “Vamos a algún lugar privado donde podamos arreglar eso”.

Esto no se trata sobre ti, es sobre él y sus sentimientos. Al quitar a los dos de la situación, le estás recordando ese trabajo en equipo, esto sin prestarle demasiada atención a su conducta.
16. En vez de: (Exhalar y girar tus ojos)
Intenta: (Míralo a los ojos, recuerda las mayores fortalezas de tu niño y dale una sonrisa)

Practica mantener la perspectiva pensando en las virtudes de tu niño.

17. En vez de: “¡Estás insoportable!”
Intenta: “Creo que estás pasando un mal momento, vamos a trabajar juntos en esto”.

Siempre, siempre, separa la conducta del niño, tu niño no es su conducta, más bien, trabaja la emoción y motiva a que encuentren una solución juntos.

18. En vez de: “¡Deja de gritar!”
Intenta: “Voy a imaginar que le voy a soplar a tus velitas de cumpleaños. ¿Me quieres ayudar?”

La respiración profunda ayuda a calmar completamente el cuerpo y hacerlo a través de un juego lo hace más sencillo. Para los niños mayores, tal vez sea más efectivo que quieran respirar como Darth Vader.

19. En vez de: “¡Ya no puedo contigo en este momento!”
Intenta: “Me estoy frustrando, pero voy a estar aquí calmándome”.

Enséñales cómo identificar y controlar sus emociones al darles un modelo en tiempo real.

20. En vez de: “¡Ya! ¡Es mi última palabra!”
Intenta: “Te amo y necesito que entiendas que no está bien que ______. ¿Hay algo que yo deba entender?”

Dale a los niños una forma visual de expresarse cómo se sienten, te puede sorprender lo que pueden decir y la clase de soluciones al problema que pueden encontrar.
21. En vez de: “¡Yo NO voy a cambiar!”
Intenta: “Lamento que no te parezca como _____. ¿Hay algo que podamos hacer para la próxima?”

Cambiar la atención del problema a la solución, elimina el conflicto de poder asociado al mismo problema.

22. En vez de: “¡Deja de decir que no!”
Intenta: “Escucho que estás diciendo mucho que no. Entiendo que algo no te gusta, pero vamos a trabajar en ver qué podemos hacer distinto”.

Al reconocer las negativas de tu niño, estás disminuyendo el problema. En vez de hacer una discusión de sí y no, hay que hacer una para encontrar la solución.

23. En vez de: “¡Ya no te enojes!”
Intenta: Entiendo que te puedes enojar. Vamos a intentar nuestro grito de guerra”.

Cuando gritamos al estar lastimados físicamente, podemos interrumpir los mensajes de dolor mandados por nuestro cerebro. Y aunque no esté lastimado físicamente, un grito de guerra puede funcionar para liberar toda la energía de furia de una forma lúdica.

24. En vez de: “¡No exageres!”
Intenta: “Estás teniendo una emoción muy fuerte, que ocasiona una reacción muy fuerte. Pero si la emoción fuera un monstruo, ¿cómo sería?”

Cuando los niños están cansados, hambrientos o hiperactivos, vamos a exagerar. Darle una cara a la emoción hace más externo el problema y le permite al niño responder a su monólogo interno. Esto ayuda subsecuentemente a controlar la emoción cada vez más.

25. En vez de: “¡Suficiente!”
Intenta: “Estoy aquí para ti. Te amo. Estás a salvo. (Entonces siéntate en calma con tu niño y permite que la emoción pase)”

Cuando los niños están en ese punto de furia o pánico, sus cuerpos están experimentando una respuesta al estrés. Hacerlos sentir seguros, los apoya hasta que estas emociones pasen. Esta es una habilidad vital de resiliencia.

Fuente: Perfecto guru

sábado, julio 29, 2017

5 TIPS PARA SOBREVIVIR LAS VACACIONES CON HIJOS

PELEAS ENTRE HERMANOS
La rivalidad entre hermanos es universal, agravante y persistente. Por tanto, los padres necesitan aceptar que se van a dar tales situaciones y aprender a lidiar con ello. Aunque este comportamiento no desparezca, esto no significa que sus niños tengan algún trastorno mental ni tampoco significa que sean padres ineficientes.
Solución: las mamás y los papás no tienen por qué estar interviniendo cada vez. Vean si los niños pueden resolverlo por ellos mismos. Si es necesario intervenir, responsabilizar a ambos niños del conflicto, a menos que uno sea obviamente el agresor sin que le hayan provocado. Saltearse la pregunta de 'quién empezó?' y, en vez de ello, separar a los combatientes en lugares diferentes durante 10 minutos.

ABURRIMIENTO
Por supuesto que los padres pueden ayudar a que los niños organicen sus actividades diarias. Actividades cotidianas como la música, cursos de verano y deportes son excelentes formas de ocupar las horas. Sin embargo, ¡mamá y papá no conforman el comité de entretenimiento permanente! Cuando los niños van creciendo, se deben ir haciendo cada vez más responsables de sus propias actividades.
Solución: Cuando los niños recurran a sus padres y digan, 'me aburro', la mamá y el papá podrían evitar sugerir alternativas que sus hijos simplemente van a descartar una tras otra. La respuesta correcta es: 'estoy seguro de que se te puede ocurrir algo,' seguido del silencio. Hacer una lista de labores de casa también podría incentivar a los hijos a hallar algo más que hacer.

SALIR EN EL AUTO
Las vacaciones largas con largos viajes en auto necesitan de cierta planificación por anticipado, pero, créanlo o no, también los paseos cortos. Los padres quieren a) evitar conflictos entre hermanos y b) quizás también proporcionar una posibilidad para practicar habilidades de matemáticas o lectura.
Solución: Cada niño podría llevar un libro o dispositivo con que cuente cada vez que la familia suba al auto y sólo para usarlo en el auto en esos momentos. Los juegos electrónicos están bien, pero, de ser posible, optar por eBooks, libros en físico, y juegos educativos. En el caso de viajes más largos, por supuesto, las películas están bien y así se pasa el tiempo casi sin que se den cuenta.

RABIETAS
Las rabietas por lo general se originan cuando los niños se sienten frustrados por tres motivos: 1) los padres no les dan algo que quieren (por ejemplo: golosinas), 2) no les dejan realizar alguna actividad (por ejemplo: ver televisión), y 3) quieren que los hijos hagan algo que ellos no quieren hacer (por ejemplo: bañarse).
Solución: En los casos 1 y 2 arriba mencionados, la mamá y el papá pueden ejercer su Poder de Veto Paternal. Un Veto Paternal eficaz es breve y firme, se le da una sola explicación (de ser necesario), y va seguida del silencio — nada de súplicas, quejas, lloriqueos, pataletas, ni más explicaciones. En el caso 3 arriba señalado, los padres pueden hacer uso de tácticas de modificación de conducta, tales como elaborar rutinas mediante halagos (reforzamiento positivo), cronómetros, aplicaciones para planificación de horarios, etc. Creatividad.

LA HORA DE DORMIR
La mayoría de familias se forma una rutina a la hora de acostarse durante el año escolar y en la temporada de vacaciones se relajan de dicha rutina.
Solución: Que los padres sean estrictos con las horas de acostarse durante las vacaciones. Una forma de hacerlo es la siguiente: la hora de acostarse es a las 10 p.m. ¿Se acostó a las 10:15? Bien. La hora de acostarse mañana será a las 9:45 p.m.
Dr. Phelan

sábado, diciembre 17, 2016

viernes, agosto 19, 2016

jueves, noviembre 13, 2014

12 MANERAS DE SER LA MADRE MAS MALA DEL MUNDO


Por: Megan Wallgren

Una vez, después de ir de compras, salí de la tienda sin ceder a la rabieta de mi hija por una galleta. Una mujer me detuvo en el estacionamiento y me dijo que era la mejor madre en el centro comercial. Mi hija definitivamente no pensaba lo mismo. Cuando tus hijos te dicen “mala” tómalo como un cumplido.

La nueva generación ha sido considerada la de los niños más perezosos, más groseros, menos limitados y sin restricciones en la historia. Las cosas que se dicen sobre los niños malcriados y consentidos asustan a la mejor de las madres. La verdad es que: la culpa no es solo de los niños, sino también de los padres. Lo más fácil en la vida es acceder a todos los pedidos de nuestros hijos. Después de todo, ¿acaso no todas queremos ser la mamá “buena onda”? No cedas a los caprichos, tus hijos pueden pensar lo peor de ti ahora, pero te lo agradecerán más tarde.

Aquí hay 12 maneras para que te asegures de ser la madre más mala del mundo:

1. Asegúrate de que tus hijos se acuesten a dormir a una hora razonable

¿Sinceramente habrá alguien que no haya oído hablar de la importancia de una buena noche de sueño para la salud de un niño? Sé una madre responsable y manda a tu hijo a la cama a su hora. Nadie dijo que el niño deba desear irse a dormir. Puede resistirse al principio, pero con constancia, va a saber que estás hablando en serio. Después de darle un beso de buenas noches, saborea la paz que trae el silencio o disfruta de tiempo de calidad con tu pareja.

2. No les sirvas postre a tus hijos todos los días

Las golosinas deben guardarse para ocasiones que lo ameriten. Esto es lo que las hace especiales. Si solo cedes a las demandas de tu hijo y le das caramelos todo el tiempo, no va a poder apreciar el gesto cuando alguien le ofrezca un regalo dulce de recompensa. Además, piensa en todas las facturas del dentista y del médico que pueden resultar por el exceso de esta indulgencia.

3. Hazles pagar por sus propias cosas

. Si quieres algo, tienes que pagarlo. Esa es la forma en que funciona la vida de los adultos. Para asegurarte de que tus hijos no vivan contigo para siempre, es necesario enseñarles hoy que los aparatos electrónicos, videojuegos, salidas al cine, uniformes y equipos deportivos de los que tanto gozan SI tienen un precio. Si tienen que pagar por todo o por parte de ese costo, van a apreciarlos todavía más. También puedes evitar pagar por algo que tu hijo realmente no deseaba. Si él no está dispuesto a pagar la mitad que le corresponde es muy probable que no lo quiera tanto.

4. No les facilites la vida

Algunos niños tienen un despertar muy difícil cuando consiguen un trabajo y se dan cuenta de que las reglas en realidad sí se aplican a ellos. Tienen que llegar a tiempo y hacer lo que el jefe les pide. Y, (¡oh no!) habrá muchos aspectos del trabajo que ni siquiera les gustan. Si no te agrada el profesor de tu hijo, su compañero de laboratorio, la posición asignada en el campo de fútbol o la ubicación de la parada de autobús, evita la tentación de hacer un escándalo o de mover palancas con tus contactos hasta arreglar la situación a su preferencia. Haciendo esto le estarás robando a tu hijo la oportunidad de aprender o sacar algo bueno de una situación difícil. Enfrentar circunstancias no ideales es algo que tendrán que hacer la mayor parte de su vida adulta. Si los niños no aprenden a manejar y sobrellevar la situación, estarán encaminados al fracaso.

5. Hazlos hacer cosas difíciles

. No asumas control automáticamente cuando las cosas se ponen difíciles. Nada les da a tus hijos un mayor impulso de auto-confianza que tomar las riendas de la situación y superar algo difícil para ellos.

6. Dales un reloj y un despertador

A tu hija le irá mucho mejor si aprende la responsabilidad de administrar su propio tiempo. No siempre vas a estar ahí para recordarle que apague el televisor y que debe prepararse para salir y llegar a su compromiso a tiempo.

7. No te preocupes por comprarles el último modelo

Enséñales a tus hijos a sentir gratitud y satisfacción con las cosas que tienen. Si siempre se preocupan por obtener el celular más caro y más nuevo estando al pendiente de quién ya lo tiene, vivirán encadenados a la deuda y a la infelicidad.

8. Déjalos saborear las pérdidas

Si tu niño rompe un juguete, no lo reemplaces. Él aprenderá una valiosa lección sobre el cuidado de sus cosas. Si tu hijo se olvida de entregar la tarea a tiempo, deja que se saque la mala nota que le corresponde o que se arregle con su maestro con una tarea adicional para compensar el crédito perdido. Estás enseñando a tus hijos el concepto de la responsabilidad – acaso no quieres criar hijos responsables? Seguro que ellos te recuerdan de las cosas que se te olvidan a ti.

9. Toma control de la tecnología que usan

. Si todos los demás padres dejan a sus hijos saltar de un puente, ¿tú también lo permitirías? No dejes que tus hijos vean un programa de televisión o jueguen videojuegosque no son apropiados para su edad sólo porque todos sus amigos lo han hacen. Si adoptas una postura firme en la educación de tus hijos, otros tal vez seguirán tu ejemplo. Sé una influencia positiva en sus compañeros.

10. Enséñales a que se disculpen

Si tu hija hace algo mal, enséñale a aceptar y confesar el error y a enfrentar las consecuencias. No escondas la grosería, la falta de honradez o el bullyingbajo la alfombra. Si te equivocas, da el ejemplo y come un bocado de tu merecida torta de humildad.

11. Cuida sus modales

Incluso los niños pequeños pueden aprender los conceptos básicos de cómo tratar a otro ser humano con respeto y dignidad. Al hacer de la cortesía un hábito, les estarás haciendo un favor enorme. Los buenos modales pueden llevarte bastante lejos en la vida. Bien dice el dicho: "Se atrapan más moscas con miel que con vinagre."

12. Hazlos que trabajen — de forma gratuita

Ya sea ayudando a la abuela en el jardín o como tutor voluntario para los niños más pequeños, asegúrate de que el prestar servicio sea una parte importante de la vida de tus hijos. Esto les enseña a mirar más allá de sí mismos y a darse cuenta de que otras personas tienen necesidades y problemas, y estos son — a veces más graves que los suyos.

Y aún con todo el tiempo que pasarás siendo “la mala”, no olvides elogiar, alentar y recompensar a tus hijos por su buen comportamiento. Y también asegúrate siempre de que ellos sepan que los amas. Con un poco de guía y constancia de sus padres, tus niños pueden cambiar la historia y hacer de su generación una que se conozca por su buena voluntad y como una esperanza para el mundo.

Artículo traducido y adaptado al español por Miriam Aguirre del original en inglés "12 ways to be the meanest mom in the world" de la autora Megan Wallgren

Hacer clic en este enlace para ver el vídeo en un artículo similar que ya habíamos publicado hace algún tiempo, en el Día de la Madre del año 2009: http://psicologosperu.blogspot.com/2009/05/la-mama-mas-mala-del-mundo.html 

miércoles, noviembre 12, 2014

10 FRASES QUE PUEDEN TRAUMAR A TUS HIJOS

Sin duda, existen palabras que pueden llegar a dañar la autoestima de los niños e incluso, a deteriorar la relación entre padres e hijos.

Tengamos en cuenta este listado de 10 frases que sería mejor evitar para no acarrear problemas de autoestima en los pequeños:

1. “Eres tan…” Estas palabras seguidas de un adjetivo como tonto, insoportable, fastidioso, etc., pueden hacer que el niño se sienta en verdad de esa forma, y más si las usas constantemente.

2. “No confío en ti” o “Eres un mentiroso”. Cuando un padre le dice estas frases a su hijo, es muy probable que el pequeño se sienta mal e inseguro, ya que la persona que dice amarlo y a la que él quiere, no le tiene confianza, situación que lo puede llevar a no expresarse y a no platicar las cosas que le pasan porque de todas formas, no le creerán.

3. “No llores”. Reprimir los sentimientos de los niños no es algo bueno ya que a la larga podrían acarrear problemas emocionales y hasta caer en depresión; es mejor siempre tener un dialogo constante con ellos para que expresen sus emociones con palabras y no con llanto.

4. “Te voy a acusar con tu papá o mamá”. Esta frase siempre deja como villano a uno de los padres, ya que la amenaza lleva consigo una reprimenda, por lo que el niño aprenderá con quién sí puede portarse mal y quién lo regaña por sus malas acciones. Aquí lo importante es que el rol de los padres sea parejo y que a ambos les tenga respeto y no miedo.

5. “Nunca haces nada bien”. Los niños están en su proceso de aprendizaje y es verdad que a algunos les cuesta más trabajo realizar ciertas actividades; sin embargo, como padres, deben poner paciencia y amor para enseñarles cómo hacer las cosas que más se les dificultan.

6. “Deja de molestar”. Existen mejores maneras de explicarle a tu hijo que en ese preciso momento estás ocupado y que no puedes jugar con él; pero que en cuanto te desocupes podrás prestarle atención.

7. “¿Por qué no eres como tu hermano (a)?” o “Aprende a tu hermano (a)”. Las comparaciones nunca son buenas y menos entre hermanos, ya que estás propiciando a que genere rencor y que su relación se vaya desgastando con el tiempo. Además de que sentirá que tu cariño como padre no es parejo.

8. “¡Me vas a matar de un infarto!” o “Sólo me das disgustos”. Con frases como éstas, le estás haciendo ver que sólo te trae problemas, por lo que se puede sentir mal al darse cuenta que no aporta nada bueno a tu vida.

9. “Si no te portas bien te voy a…” Las amenazas que no se cumplen tienen un efecto negativo en los niños. Si él hizo algo que no es correcto y tú le dijiste que obtendría un castigo por ello, debes cumplirlo; pues al no hacerlo, él sabrá que tus palabras no siempre son ciertas y tu autoridad se irá desgastando. Del mismo modo, debes cumplir con los premios que le prometes.

10. Humillaciones o burlas. Es importante nunca hacerte el gracioso con los errores que cometen tus hijos, ya que puede dañar severamente su autoestima, provocando que le de miedo realizar diversas actividades por no ser humillado.

Fuente: Peru.com

sábado, octubre 25, 2014

10 ERRORES AL EDUCAR A LOS HIJOS

Todos cometemos errores al educar a nuestros hijos.
Estos son las 10 fallas más habituales 
que solemos cometer en nuestra labor de padres.