¿Cuál ha sido el día más feliz de tu vida? ¿Lo has pensado alguna vez? Hazlo por unos instantes. Extrae de la memoria ese maravilloso y extraordinario día. Concretamente ese espléndido momento, porque sin error todo se produjo debido a una circunstancia particular. Por algo exacto se desencadenó un espectáculo de risas y sensaciones hermosas y especiales. Piénsalo, recuérdalo, date unos segundos para conseguirlo.
Ahora que ya lo tienes y lo has recuperado de nuevo, estaciónalo en el parking del presente de forma temporal. No lo borres. Mantenlo ahí. Luego te diré cuando lo sacaremos de nuevo a pasear.
Reflexionemos otra vez sobre el tema examinando una circunstancia que se da de continuo en nuestras vidas.
Creo que "el día más feliz de mi vida" es el eslogan más trillado, aburrido, sórdido, plomizo y descargado de perspectivas de futuro, posibilidades y energía que jamás se ha podido inventar divulgar y con el que manipular nuestras mentes para conseguir adormecerla apoderándose de nuestra esencia vital y nuestro único objetivo existencial. ¿Cuántas veces has oído proclamar en multitud de escenas y en especial refiriéndose al día donde se contrae matrimonio como que es el día más de feliz de tu vida? ¿Cuántas novias han expresado, porque así se lo han hecho creer, que el día de su boda es el día más feliz de todos? ¿Entonces que ha pasado con los anteriores? ¿No lo fueron? ¿O acaso se ha estado preparando durante todos esos millones de segundos anteriores para gozar de lo mejor en tan sólo veinticuatro horas? ¿Qué ocurre posteriormente? ¿Ya no se consigue ningún día tan feliz? ¿El tope de felicidad se consigue en ese instante y el resto es un simple mantenerse en otros planos inferiores de felicidad o de apoltronamiento? Sé que son muchas cuestiones.
Sé que parece que no hay respuestas. Sé que quizá lo mejor sea estar preparándose para casarse y hacerlo el día último de nuestra existencia para poder saborear la máxima expresión de felicidad en el momento de la partida. Es lamentable, pero igual de lamentable es decir que es cierto lo que escribo. Con esa frase manipulan nuestras mentes, nuestros instantes, en definitiva nuestra felicidad.
Supongo que alguna vez has descorchado una botella de champán, no entremos en calidades ni en sabores del mismo, sólo captemos y fijemos la atención en el momento en el que el corcho sale disparado chocando con alguna cosa distante y las burbujas explotan en un torrente humeante de espuma que se esparce sin control. Es un instante de placer, de gozo, de aplausos, de celebración, de chispas, de risas, de felicidad. ¿Has visto las celebraciones de los pilotos de Fórmula Uno cuando han ganado, y justo después de que les han dado el premio y los himnos pertinentes han sonado, el champán se esparce por doquier como si de una manguera a presión se tratara? Es el instante de celebración de su victoria, de su felicidad.
Y es también el instante de sacar ese auto que aparcamos anteriormente como el del día pasado más feliz de tu vida. Sácalo y tráelo aquí y ahora. Añade la frase de que hoy es el día más feliz de mi vida y súmale el momento del descorche del líquido espumoso, y haz que hoy sea realmente el día más hermoso de tu vida.
Hazlo. Hazlo hoy y mañana, y siempre. Hazlo por una sencilla razón, algo muy simple: lo único que tienes es el presente, el día de hoy, el segundo que estás transitando, vivenciando y experimentando. Abre una de esas botellas a cada instante y experimenta la felicidad al instante. Repito hazlo de una vez, porque pese a pecar de insistente, lo único que tienes, manejas y posees es el día de hoy. No tienes más. El pasado se fue, y el futuro está pendiente de llegar, por tanto, disfruta de este día como el más feliz de tu vida.
Haz que cada día sea el más feliz de tu existencia.
Autor: José Luis Marín Almellones
AUTOAYUDA Y SUPERACIÓN PERSONAL
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