Es el sentirse satisfecho con uno mismo, con lo que uno es, con lo que uno hace, con lo que se ha logrado.
Uno mismo es el encargado y responsable de lograr las cosas que hacen sentir bien a uno mismo.
Este concepto va de la mano con ser autónomo.
"Yo mismo me complazco de la forma que yo sé, que conozco, que me gusta, que me hace sentir bien" y es una única forma muy particular para cada persona y nadie puede saberlo mejor que uno mismo.
Este concepto también está vinculado con la autoestimulación sexual. Así, uno mismo va conociendo sus propias formas de estímulos para lograr su placer sexual. Se enfatiza en la adolescencia, para luego ir pasando a tener intimidad con una pareja.
Todos los seres humanos buscamos (y/o nos dirigimos hacia) lo que más nos gusta.
Por lo tanto, hay que tener cuidado con lo que elegimos para autocomplacernos, que sean cosas saludables.
Por ejemplo, muchas personas se dejan llevar impulsivamente hacia lo que más les gusta y se dedican a exagerar y/o abusar del alcohol, drogas, comida, sexo, tabaco, compras, videojuegos, casino, etc.
Lo que se recomienda es hallar un equilibrio o balance, sin excesos en la autocomplacencia, y elegir actividades saludables como por ejemplo: actividad física, expresiones de afecto, risas, música, canto, baile, cine, teatro, etc.
Todo ello genera endorfinas, las denominadas hormonas de la alegría, del placer, del sentirse bien.
La autoestima es una flor que debe ser regada todos los días. El poder está dentro de nosotros, es en el cuidado que tenemos de nosotros mismos, en la capacidad de amarnos.
