Por: Juan Manrique Silva (economista) y Edwin Peñaherrera (docente de Psicología en la Universidad de Lima)
La psicología es, evidentemente, el fundamento de la economía política y, de modo general, de todas las ciencias sociales.
(Manual de Economía Política, pág. 31)
LA CRISIS FINANCIERA DEL SIGLO XXI...
CUANDO LA CODICIA NO TIENE ARBITROS
1. Durante años, los tipos de interés vigentes en los emrcados financieros internacionales han sido excepcionalmente bajos.
2. Esto ha hecho que los Bancos hayan visto que el negocio se les hacía más pequeño:
a. Daban préstamos a un bajo interés
b. Pagaban algo por los depósitos de los clientes (cero si el depósito está en cuenta corriente y, si además, cobran Comisión de Mantenimiento, pagaban "menos algo").
c. Pero, con todo, el Margen de intermediación ("a" menos "b" decrecía).
3. A alguien, entonces, en USA, se le ocurrió que los Bancos tenían que hacer dos cosas:
a. Dar préstamos más arriesgados, por los que podrían cobrar más intereses.
b. Compensar el bajo Margen aumentando el número de operaciones (1000 x poco es más que 100 x poco).
4. En cuanto a lo primero (créditos más arriesgados), decidieron:
a. Ofrecer hipotecas a un tipo de clientes, los "ninja" (no income, no job, no assets; o sea, personas sin ingresos fijos, sin empleo fijo, sin propiedades).
b. Cobrarles más intereses, porque había más riesgo.
c. Aprovechar el boom inmobiliario que había en el mercado norteamericano.
d. Además, llenos de entusiasmo, decidieron conceder créditos hipotecarios por un valor superior al valor de la casa que compraba el ninja, porque, con el citado boom inmobiliario, esa casa, en pocos meses, valdría más que la cantidad dada en préstamo.
e. Además, como la economía americana iba muy bien, el deudor hoy insolvente podría encontrar trabajo y pagar la deuda sin problemas.
f. Este planteamiento anduvo bien durante algunos años. En esos años, los ninja iban pagando los plazos de la hipoteca y, además, como les habían dado más dinero del que valía su casa, se habían comprado un automóvil, habían hecho reformas en la casa y se habían ido de vacaciones con la familia. Todo ello, seguramente, a plazos, con el dinero de más que habían cobrado y, en algún caso, con lo que les pagaban en algún empleo o cachuelo que habían conseguido.
Luego de un periodo de vacilaciones, este es el modelo de operación de salvataje que se está imponiendo: los poderosos siguen dando rienda suelta a su voracidad sin medir cuáles serán sus efectos. ¿Para qué? Tienen claro que cualquier consecuencia, por más catastrófica que sea, "solo" afectará al resto.