Los estudios muestran una tendencia mundial cada vez más común
A muchas parejas no se les ocurre la idea de dormir en camas separadas, sin embargo, cada vez hay más aceptación de ese modelo de convivencia, incluso por salud.
En la década del los 70 el cantante brasileño Nelson Ned, el pequeño gigante de la canción popular, hizo famosa la canción "Camas separadas". En el canto se hace alusión a un matrimonio que ya no puede seguir en la misma cama ni en la misma habitación. Tiene que estar en camas separadas, pero por el bien de los hijos, viven una apariencia hasta que ellos crezcan.
La canción da cuenta de un estereotipo popular: la idea de que las parejas que duermen en camas separadas están en problemas o en conflictos matrimoniales. Sería la señal que anticiparía la ruptura definitiva.
La verdad es que la moda de dormir en la misma cama no es más que eso, una costumbre que nació en los inicios de la era industrial cuando las casas se achicaron y fue necesario optimizar los espacios para que la familia viviera más cómoda.
Antes de la época victoriana era común que las parejas durmieran separadas. Incluso, los antecedentes de la antigua Roma, muestran que las parejas tenían un espacio para su vida sexual, pero tenían sus habitaciones personales para dormir.
Luego se inventaron las camas matrimoniales que terminaron por establecer la costumbre como un hecho sin discusiones.
Lo real
Lo cierto es que muchas parejas viven juntas, pero prefieren dormir en camas separadas, e incluso en habitaciones distintas. Las razones son muchas, pero, no deberían ser estigmatizadas o ser tomadas como una broma o moda, al contrario, la cama única es una moda que ya dura mucho tiempo.
Hace poco tiempo una noticia dio la vuelta al mundo, y no precisamente por venir de la farándula, sino por provenir de una investigación científica que muestra que los que duermen en camas separadas no andan tan perdidos como algunos suponen.
Un estudio actual
La Fundación Nacional del Sueño de EE.UU. patrocinó un estudio para establecer cuán beneficioso era dormir juntos en la misma cama. El estudio mostró que cada vez más parejas optan por camas y dormitorios separados, la razón fundamental tiene que ver con salud.
Una cantidad considerable de los encuestados afirmó haber tenido problemas de convivencia por causa de los hábitos de dormir de su pareja, los cuales incluyen ronquidos, levantarse a medianoche, movimientos involuntarios en la cama, etc.
El problema se agrava cuando las personas tienen necesidades diferentes de descanso o son noctámbulos o madrugadores, a diferencia de sus parejas.
La importancia de dormir bien
Muchas personas tienden a minimizar la importancia del sueño. Sin embargo, muchos estudios muestran que la falta adecuada de descanso nocturno produce problemas de insomnio, concentración, irritabilidad, cansancio, falta de control emocional, etc.
Por lo tanto, descansar bien, es una condición fundamental de la naturaleza humana. Si el dormir con otra persona perjudica la salud, lo más saludable es tener camas separadas e incluso habitaciones diferentes.
Vencer los estereotipos es el primer paso para empezar a cambiar las estructuras mentales y gozar de un mejor estilo de vida, más reconfortante y saludable.
Muchos de los encuestados en EE.UU. y también en un estudio similar en Gran Bretaña aseguraron dormir mejor, tener una mejor actitud y que todo ello había favorecido la relación marital.
El Dr Neil Stanley, de Inglaterra, en un estudio realizado en el año 2009, señala que las personas que duermen en la misma cama sufren de un 50% más de problemas de sueño y mal dormir que quienes duermen en camas separadas. El mismo Dr. Stanley afirma que si "la pareja duerme bien y ambos no tienen problemas para dormir es perfectamente posible, no es necesario cambiar, sin embargo, si es diferente, es preciso buscar otra solución".
De hecho, los investigadores que han estudiado el asunto señalan que "no se ha tomado suficientemente en serio la relación que existe entre el mal dormir y la depresión, problemas al corazón, apoplegías, desordenes al pulmón, accidentes de tránsito e industriales, y el divorcio".
El Dr. Robert Meadows, Sociólogo de la University of Surrey, en Inglaterra, señala que "las personas sienten que realmente duermen mejor cuando están con un compañero, pero la evidencia sugiere lo contrario".
Una decisión de a dos
Considerando el peso de los estereotipos y la cultura, y viendo cuán fuerte es la presión de los conceptos populares, entonces es una decisión que se debe pensar en el contexto de la salud física, que traerá consecuencias positivas en el bienestar psicológico y de relacionamiento de la pareja.
La pareja tiene que aprender a conciliar su vida en todos los aspectos, si uno es madrugador y el otro noctámbulo, si uno de ellos es inquieto al dormir, o ronca, o tiene tendencia al sonambulismo, o hablar mientras duerme, evidentemente eso afectará el sueño del otro.
Por esa razón, es importante privilegiar la relación y buscar formas de tener una mejor convivencia, y eso puede incluir, el dormir en camas separadas.
Una tendencia mundial
Existe una clara tendencia mundial a que los matrimonios y parejas opten por tener camas y dormitorios separados. La Asociación Nacional de Constructores de Casas, de los EEUU, formada por arquitectos y constructores, estima que "para el 2015 más del 60% de las casas hechas a pedido tendrán dos habitaciones principales".
El Dr. Norberto Kriguer, presidente de la Asociación Argentina de Medicina del Sueño, es tajante en sostener que los problemas del sueño no sólo afectan al que los padece, sino también a su acompañante, por esa razón, es importante buscar soluciones coherentes con el problema.
Según la Fundación Nacional del Sueño en Washington, el 75% de los adultos se despierta o ronca por la noche, razón esgrimida por la mayoría de quienes han optado por camas separadas para dormir en habitaciones separadas.
Conclusión
El dormir en camas separadas no tiene porqué ser el anuncio de problemas en el matrimonio, al contrario, podría significar una mejor calidad de vida, y por lo tanto, un mejor relacionamiento como pareja. Un asunto que da para pensar seriamente.
Por: Miguel Ángel Núñez
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