Mostrando entradas con la etiqueta miedo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta miedo. Mostrar todas las entradas

viernes, noviembre 01, 2013

CIELO, NUBES, SUNSET. VISTAS DESDE EL AVION

Hacer clic sobre las imágenes para verlas en su tamaño original:



Honolulu, Hawai



Honolulu, Hawai


Las islas de Hawaii









Imágenes captadas por el psicólogo Luis Venegas Chalen el 5 de julio de 2013


martes, febrero 09, 2010

LISTA DE 550 FOBIAS

Listado de Fobias

Ablutofobia Miedo a lavarse o bañarse. ...
Acarofobia Miedo a las picaduras de insectos o los insectos ...
Acerofobia Miedo a los ácidos. ...
Acluofobia Miedo a la oscuridad. ...
Acrofobia Miedo a las alturas. ...
Acusticofobia Miedo a los ruidos. ...
Aeroacrofobia Miedo a los lugares abiertos y altos. ...
Aerofobia Miedo a volar en aviones. ...
Aeronausifobia Miedo a vomitar por marearse en el avión. ...
Afenfosfobia Miedo a ser tocado. ...
Agateofobia Miedo a la locura. ...
Agirofobia Miedo a las calles. ...
Agliofobia Miedo a experimentar dolor. ...
Agorafobia Miedo a los lugares abiertos. ...
Agrafobia Miedo al abuso sexual. ...
Agrizoofobia Miedo a los animales salvajes. ...
Aicmofobia Miedo a las agujas. ...
Ailurofobia Miedo a los gatos. ...
Albuminurofobia Miedo a las enfermedades renales. ...
Alektorofobia Miedo a las gallinas. ...
Algofobia Miedo al dolor. ...
Alliumfobia Miedo al ajo. ...
Allodoxafobia Miedo a las opiniones. ...
Altofobia Miedo a las alturas. ...
Amathofobia Miedo al polvo. ...
Amaxofobia Miedo a conducir un automóvil. ...
Ambulofobia Miedo a caminar. ...
Amicofobia Miedo a los arañazos o de rascarse. ...
Amnesifobia Miedo a la amnesia. ...
Anablefobia Miedo a mirar hacia arriba. ...
Ancrofobia Miedo al viento. ...
Androfobia Miedo a los hombres. ...
Anemofobia Miedo al viento. ...
Anginofobia Miedo a las anginas. ...
Anglofobia Miedo a los ingleses. ...
Angrofobia Miedo al enojo. ...
Anquilofobia Miedo a ser escayolado. ...
Antlofobia Miedo a las inundaciones. ...
Antrofobia Miedo a las flores. ...
Antropofobia Miedo a las personas. ...
Anuptafobia Miedo a la soltería. ...
Apeirofobia Miedo al infinito. ...
Apifobia Miedo a las abejas. ...
Apotenmofobia Miedo a las amputaciones. ...
Aracnofobia Miedo a las arañas. ...
Araquibutirofobia Miedo a las cáscaras de los cacahuetes. ...
Aritmofobia Miedo a los números. ...
Arrhenfobia Miedo a los hombres. ...
Arsonfobia Miedo al fuego. ...
Asimetrifobia Miedo a la asimetría. ...
Astenofobia Miedo al desmayo. ...
Astrapofobia Miedo a los rayos. ...
Astrofobia Miedo a las estrellas. ...
Ataxiofobia Miedo a la descoordinación muscular. ...
Ataxofobia Miedo al desorden. ...
Atazagorafobia Miedo al olvido. ...
Atefobia Miedo a las ruinas. ...
Atelofobia Miedo a la imperfección. ...
Atiquifobia Miedo al fracaso. ...
Atomosofobia Miedo a las explosiones atómicas. ...
Aulofobia Miedo a las flautas. ...
Aurofobia Miedo al oro. ...
Aurorafobia Miedo a las auroras boreales. ...
Autodisomofobia Miedo a alguien con mal olor. ...
Autofobia Miedo a la soledad o a sí mismo. ...
Automatonofobia Miedo a las cosas animadas. ...
Automisofobia Miedo a ensuciarse. ...
Aviatofobia Miedo a volar. ...

Bacilofobia Miedo a los microbios. ...
Bacteriofobia Miedo a las bacterias. ...
Balistofobia Miedo a las balas. ...
Barofobia Miedo a la gravedad. ...
Basofobia Miedo a caerse. ...
Bathofobia Miedo a la profundidad. ...
Batmofobia Miedo a las escaleras. ...
Batofobia Miedo a las alturas. ...
Batracofobia Miedo a los batracios. ...
Belonefobia Miedo a las agujas. ...
Bibliofobia Miedo a los libros. ...
Blenofobia Miedo a la viscosidad. ...
Bogifobia Miedo al Hombre de la Bolsa o al Coco. ...
Bolsefobia Miedo a los bolcheviques. ...
Botanofobia Miedo a las plantas. ...
Bromidrosifobia Miedo al olor corporal. ...
Brontofobia Miedo a los truenos. ...
Bufonofobia Miedo a los sapos. ...

Cacofobia Miedo a la fealdad. ...
Caetofobia Miedo al pelo. ...
Cainofobia Miedo a fallar. ...
Cainolofobia Miedo a la novedad. ...
Caliginefobia Miedo a las mujeres hermosas. ...
Carcinofobia Miedo al cáncer. ...
Cardiofobia Miedo al corazón y a las enfermedades cardíacas. ...
Carnofobia Miedo a la carne. ...
Catagelofobia Miedo al ridículo. ...
Catapedafobia Miedo a saltar. ...
Catisofobia Miedo a sentarse. ...
Catoptrofobia Miedo a los espejos. ...
Centofobia Miedo a las ideas nuevas. ...
Ceraunofobia Miedo a los rayos y truenos. ...
Chamainofobia Miedo a Halloween. ...
Cheimafobia Miedo al frío. ...
Chemofobia Miedo a los químicos. ...
Chirofobia Miedo a las manos. ...
cianofobia Miedo al azul. ...
Ciberfobia Miedo a los ordenadores. ...
Cibofobia Miedo a la comida. ...
Ciclofobia Miedo a las bicicletas. ...
Cimofobia Miedo a las olas. ...
Cinofobia Miedo a los perros. ...
Cionofobia Miedo a la nieve. ...
Cipridofobia Miedo a las prostitutas. ...
Claustrofobia Miedo a los espacios cerrados. ...
Cleinofobia Miedo a ser encerrado. ...
Cleitrofobia Miedo a quedarse encerrado. ...
Cleptofobia Miedo al robo. ...
Climacofobia Miedo a las escaleras. ...
Clinofobia Miedo a ir a la cama. ...
clorofobia Miedo al verde. ...
Cnidofobia Miedo a los aguijones. ...
Coimetrofobia Miedo a los cementerios. ...
Coinonifobia Miedo a las habitaciones. ...
Coitofobia Miedo al sexo. ...
Colerofobia Miedo al enfado. ...
Colpofobia Miedo a los genitales. ...
Cometofobia Miedo a los cometas. ...
Coniofobia Miedo al polvo. ...
Consecotaleofobia Miedo a los palillos chinos. ...
Contreltofobia Miedo al abuso sexual. ...
Copofobia Miedo a fatigarse. ...
Coprastasofobia Miedo a constiparse. ...
Coprofobia Miedo a las heces. ...
Corofobia. Miedo a bailar. ...
Cosmicofobia Miedo al cosmos. ...
Coulrofobia Miedo a los payasos. ...
Counterfobia Preferencia por determinada fobia. ...
Cremnofobia Miedo a los precipicios. ...
Criofobia Miedo al frío extremo. ...
Crisofobia Miedo al naranja. ...
Cristalofobia Miedo a los vidrios. ...
Cromatofobia Miedo a los colores. ...
Crometofobia Miedo al dinero. ...
Cronofobia Miedo al tiempo. ...
Cronomentrofobia Miedo a los relojes. ...

Decidofobia Miedo a las decisiones. ...
Defecaloesiofobia Miedo al dolor de tripas. ...
Deipnofobia Miedo a las cenas. ...
Dementofobia Miedo a la locura. ...
Demofobia Miedo a las multitudes. ...
Demonofobia Miedo a los demonios. ...
Dendrofobia Miedo a los árboles. ...
Dentofobia Miedo al dentista. ...
Dermatofobia Miedo a las lesiones en la piel. ...
Deshabiliofobia Miedo a desnudarse. ...
Dextrofobia Miedo a los objetos a la derecha del cuerpo. ...
Diabetofobia Miedo a la diabetes. ...
Didascaleinofobia Miedo a la escuela. ...
Dinofobia Miedo al mareo. ...
Diplofobia Miedo a la doble visión. ...
Dipsofobia Miedo a la bebida. ...
Diquefobia Miedo a la justicia. ...
Dismorfofobia Miedo a las deformidades. ...
Distiquifobia Miedo a los accidentes. ...
Domatofobia Miedo a las casas. ...
Dorafobia Miedo a las pieles. ...
Dromofobia Miedo a cruzar la calle. ...
Dutchfobia Miedo a los alemanes u holandeses. ...

Eclesiofobia Miedo a las iglesias. ...
Ecofobia Miedo al hogar. ...
Efebifobia Miedo a los adolescentes. ...
Eicofobia Miedo a los alrededores del hogar. ...
Eisoptrofobia Miedo a los espejos. ...
Electrofobia Miedo a la electricidad. ...
Eleuterofobia Miedo a la libertad. ...
Elurofobia Miedo a los gatos. ...
Emetofobia Miedo al vómito. ...
Enetofobia Miedo a los alfileres. ...
Enoclofobia. Miedo a las multitudes. ...
Enosiofobia Miedo a cometer un pecado capital. ...
Entomofobia Miedo a los insectos. ...
Eosofobia Miedo a la luz del día. ...
Epistaxiofobia Miedo a las hemorragias nasales. ...
Epistemofobia Miedo al conocimiento. ...
Equinofobia Miedo a los caballos. ...
Eremofobia Miedo a estar solo. ...
Ereutrofobia Miedo a ruborizarse. ...
Ergasiofobia Miedo a trabajar. ...
Ergasiofobia Miedo del cirujano a operar. ...
Ergofobia Miedo al trabajo. ...
Eritrofobia Miedo al rojo. ...
Erotofobia Miedo al sexo. ...
Escabiofobia Miedo a las postillas. ...
Escatofobia Miedo a la materia fecal. ...
Escolequifobia Miedo a los gusanos. ...
Escolionofobia Miedo a la escuela. ...
Escopofobia Miedo a ser mirado. ...
Escotofobia Miedo a la oscuridad. ...
Escotomafobia Miedo a la ceguera. ...
Escriptofobia Miedo a escribir en público. ...
Especsofobia Miedo a las avispas. ...
Espectrofobia Miedo a los fantasmas. ...
Espermatofobia Miedo al semen. ...
Esquelerofobia Miedo a los hombres malos. ...
Esquiofobia Miedo a las sombras. ...
Estasifobia Miedo a estar de pie. ...
Estaurofobia Miedo a las cruces. ...
Estenofobia Miedo a las cosas o lugares estrechos. ...
Estigiofobia Miedo al infierno. ...
Eufobia Miedo a las buenas noticias. ...
Eurotofobia Miedo a los genitales femeninos. ...

Fagofobia Miedo a comer. ...
Falacrofobia Miedo a la calvicie. ...
Falofobia Miedo a las erecciones. ...
Farmacofobia Miedo a las medicinas. ...
Fasmofobia Miedo a los fantasmas. ...
Febrifobia Miedo a la fiebre. ...
Felinofobia Miedo a los felinos. ...
Fengofobia Miedo a la luz del día. ...
Filemafobia Miedo a los besos. ...
Filofobia Miedo al amor. ...
Filosofobia Miedo a la filosofía. ...
Fobia Social Miedo a ser juzgado negativamente. ...
Fobofobia Miedo a las fobias o miedo al miedo. ...
Fonofobia Miedo a los ruidos. ...
Fonofobia Miedo al teléfono. ...
Fotoaugliafobia Miedo a las luces brillantes. ...
Fotofobia Miedo a la luz. ...
Francofobia Miedo a Francia. ...
Frigofobia Miedo al frío. ...
Fronemofobia Miedo a pensar. ...

Galofobia Miedo a Francia. ...
Gamofobia Miedo al matrimonio. ...
Gatofobia Miedo a los gatos. ...
Gefirofobia Miedo a cruzar puentes. ...
Geliofobia Miedo a la risa. ...
Geniofobia Miedo a las barbillas. ...
Genofobia Miedo al sexo. ...
Genufobia Miedo a las rodillas. ...
Gerascofobia Miedo a envejecer. ...
Germanofobia Miedo a Alemania. ...
Gerontofobia Miedo a los ancianos. ...
Geumafobia Miedo al gusto. ...
Gimnofobia Miedo a la desnudez. ...
Ginefobia Miedo a las mujeres. ...
Glosofobia Miedo a hablar. ...
Gnoseofobia Miedo al conocimiento. ...
Grafofobia Miedo a escribir. ...

Hadefobia Miedo al infierno. ...
Hafefobia Miedo a ser tocado. ...
Hagiofobia Miedo a los santos. ...
Hamartofobia Miedo al pecado. ...
Harpaxofobia Miedo al robo o a los ladrones. ...
Hedonofobia Miedo al placer. ...
Hefefobia. Miedo a ser tocado. ...
Helenologofobia Miedo a los términos griegos. ...
Heliofobia Miedo al Sol. ...
Helmintofobia Miedo a ser infectado por gusanos. ...
Hemofobia Miedo a la sangre. ...
Heresifobia Miedo a los desafíos a la doctrina oficial. ...
Herpetofobia Miedo a los reptiles. ...
Heterofobia Miedo al sexo opuesto. ...
Hexakosioihexekontahexafobia Miedo al número 666. ...
Hialofobia Miedo al cristal. ...
Hidrargiofobia Miedo a las medicinas de mercurio. ...
Hidrofobia Miedo al agua. ...
Hidrofobofobia Miedo a la rabia. ...
Hierofobia Miedo a los sacerdotes y a lo sagrado. ...
Higrofobia Miedo a los líquidos. ...
Hilefobia Miedo al materialismo. ...
Hilefobia Miedo a la epilepsia. ...
Hilofobia Miedo a los bosques. ...
Hipengiofobia Miedo a la responsabilidad. ...
Hipertricofobia Miedo al pelo. ...
Hipnofobia Miedo a dormir. ...
Hipnofobia Miedo a ser hipnotizado. ...
Hipofobia Miedo a los caballos. ...
Hipopotomonstrosesquipedaliofobia Miedo a las palabras largas. ...
Hipsifobia Miedo a las alturas. ...
Hobofobia Miedo a los vagabundos. ...
Hodofobia Miedo a los viajes por carretera. ...
Homiclofobia Miedo a la niebla. ...
Homilofobia. Miedo a los sermones. ...
Hominofobia Miedo a los hombres. ...
Homofobia Miedo a la monotonía. ...
Homofobia Miedo a la homosexualidad. ...
Hoplofobia Miedo a las armas de fuego. ...
Hormefobia Miedo al shock. ...

Iatrofobia Miedo al médico. ...
Ictiofobia Miedo a los peces. ...
Ideofobia Miedo a las ideas. ...
Ilingofobia Miedo al vértigo. ...
Insectofobia Miedo a los insectos. ...
Iofobia Miedo al veneno. ...
Isolofobia Miedo a estar solo. ...
Isopterofobia Miedo a las termitas. ...
Itifalofobia Miedo a la erección peneana. ...

Japanofobia Miedo a Japón. ...
Judeofobia Miedo a los judíos. ...

Kakorrharfiofobia Miedo al fracaso. ...
Kenofobia Miedo al vacío. ...
Kinesofobia Miedo al movimiento. ...

Lacanofobia Miedo a las verduras. ...
Laliofobia Miedo a hablar. ...
Latrofobia Miedo a los médicos. ...
Leprofobia Miedo a la lepra. ...
Leucofobia Miedo al blanco. ...
Levofobia Miedo a las cosas a la izquierda del cuerpo. ...
Ligofobia Miedo a la oscuridad. ...
Liguirofobia Miedo a los ruidos fuertes. ...
Lilapsofobia Miedo a los tornados y los huracanes. ...
Limnofobia Miedo a los lagos. ...
Linonofobia Miedo a las cuerdas. ...
Lisofobia Miedo a la rabia o a volverse loco. ...
Liticafobia Miedo a los pleitos. ...
Locquiofobia Miedo al parto. ...
Logicomecanofobia Miedo a los ordenadores. ...
Logofobia Miedo a las palabras. ...
Luifobia Miedo a la sífilis. ...
Lutrafobia Miedo a las nutrias. ...

Macrofobia Temor a las largas esperas. ...
Mageirocofobia Miedo a cocinar. ...
Malaxofobia Miedo a los juegos amorosos. ...
Maniafobia Miedo a la locura. ...
Mastigofobia Miedo al castigo. ...
Mayeusiofobia Miedo al parto. ...
Mecanofobia Miedo a las máquinas. ...
Medomalacufobia Miedo a perder una erección peneana. ...
Medortofobia Miedo a la erección peneana. ...
Megalofobia Miedo a las cosas grandes. ...
Melanofobia Miedo al negro. ...
Melisofobia Miedo a las abejas. ...
Melofobia Miedo a la música. ...
Meningitofobia Miedo a las enfermedades del cerebro. ...
Menofobia Miedo a la menstruación. ...
Merintofobia Miedo a ser atado. ...
Metalofobia Miedo a los metales. ...
Metatesiofobia Miedo a los cambios. ...
Meteorofobia Miedo a los meteoros. ...
Metifobia Miedo al alcohol. ...
Metrofobia Miedo a la poesía. ...
Micofobia Miedo a las setas. ...
Microbiofobia Miedo a los microbios. ...
Microfobia Miedo a las cosas pequeñas. ...
Mictofobia Miedo a la oscuridad. ...
Mirmecofobia Miedo a las hormigas. ...
Misofobia Miedo a la suciedad o la contaminación. ...
Mitofobia Miedo a las mentiras. ...
Mixofobia Miedo a mezclarse con alguien diferente. ...
Mnemofobia Miedo a los recuerdos. ...
Molismofobia Miedo a la suciedad. ...
Monofobia Miedo a la soledad. ...
Monopatofobia Miedo a las enfermedades. ...
Motefobia Miedo a las polillas. ...
Motorfobia Miedo a los automóviles. ...
Musofobia Miedo a los ratones. ...

Nebulafobia Miedo a la niebla. ...
Necrofobia Miedo a la muerte. ...
Nefofobia Miedo a las nubes. ...
Negrofobia. Miedo a los negros. ...
Nelofobia Miedo al vidrio. ...
Neofarmacofobia Miedo a los nuevos medicamentos. ...
Neofobia Miedo a lo nuevo. ...
Neumatifobia Miedo a los espíritus. ...
Nictofobia Miedo a la oscuridad. ...
Nictohilofobia Miedo a los bosques oscuros. ...
Noctifobia Miedo a la noche. ...
Nomatofobia Miedo a los nombres. ...
Nosocomefobia Miedo a los hospitales. ...
Nosofobia Miedo a enfermar. ...
Nostofobia Miedo a volver a casa. ...
Novercafobia Miedo a la madrastra. ...
Nucleomitufobia Miedo a las armas nucleares. ...
Nudofobia Miedo a la desnudez. ...
Numerofobia Miedo a los números. ...

Obesofobia Miedo a aumentar de peso. ...
Oclofobia Miedo a las multitudes. ...
Ocofobia Miedo a los vehículos. ...
Octofobia Miedo a la figura 8. ...
Odinofobia Miedo al dolor. ...
Odontofobia Miedo a los dientes o al dentista. ...
Oenofobia Miedo al vino. ...
Ofidiofobia Miedo a las serpientes. ...
Oftalmofobia Miedo de ser observado fijamente. ...
Oicofobia Miedo a los alrededores del hogar. ...
Olfactofobia Miedo a los olores. ...
Omatofobia Miedo a los ojos. ...
Ombrofobia Miedo a la lluvia. ...
Onirofobia Miedo a los sueños. ...
Onirogmofobia Miedo a los sueños húmedos. ...
Onomatofobia Miedo a escuchar cierta palabra. ...
Onomatofobia Miedo a los nombres. ...
Opiofobia Miedo a los experimentos médicos. ...
Opiofobia Miedo de preescribir medicamentos. ...
Optofobia Miedo a abrir los ojos. ...
Ornitofobia Miedo a los pájaros. ...
Ortofobia Miedo a la propiedad. ...
Osmofobia Miedo a oler. ...
Ostraconofobia Miedo a los mariscos. ...

Pagofobia Miedo al hielo o a la escarcha. ...
Panofobia Miedo a todo. ...
Panzofobia Miedo a sufrir y enfermar. ...
Papafobia Miedo al Papa. ...
Papirofobia Miedo al papel. ...
Parafobia Miedo a la perversión sexual. ...
Paralipofobia Miedo a las responsabilidades. ...
Parascevedecatriafobia Miedo al viernes 13. ...
Parasitofobia Miedo a los parásitos. ...
Partenofobia Miedo a las vírgenes. ...
Parturifobia Miedo al parto. ...
Patofobia Miedo a las enfermedades. ...
Patroyofobia Miedo a la herencia. ...
Pecatofobia Miedo a pecar. ...
Pediculofobia Miedo a los piojos. ...
Pediofobia Miedo a las muñecas. ...
Pedofobia Miedo a los niños. ...
Peladofobia Miedo a la gente calva. ...
Pelagrofobia Miedo a la pelagra. ...
Peniafobia Miedo a la pobreza. ...
Penterafobia Miedo a la suegra. ...
Piretofobia Miedo a la fiebre. ...
Pirofobia Miedo al fuego. ...
Placofobia Miedo a las lápidas. ...
Plutofobia Miedo a las riquezas. ...
Pluviofobia Miedo a la lluvia. ...
Pneumatifobia Miedo a los espíritus. ...
Pnigofobia Miedo a ahogarse o a atragantarse. ...
Pocrescofobia Miedo a aumentar de peso. ...
Pogonofobia Miedo a las barbas. ...
Poinefobia Miedo al castigo. ...
Polifobia Miedo a muchas cosas. ...
Poliosofobia Miedo a la poliomielitis. ...
Politicofobia Miedo a los políticos. ...
Ponofobia Miedo a trabajar en exceso. ...
Ponofobia Miedo al dolor. ...
Porfirofobia Miedo al púrpura. ...
Potamofobia Miedo a los ríos. ...
Potofobia Miedo a beber alcohol. ...
Proctofobia Miedo al recto. ...
Prosofobia Miedo al progreso. ...
Pselismofobia Miedo a tartamudear. ...
Psicofobia Miedo a la mente. ...
Psicrofobia Miedo al frío. ...
Pteromeranofobia Miedo a volar. ...
Pteronofobia Miedo a que le hagan cosquillas con una pluma. ...
Ptiriofobia Miedo a los piojos. ...
Ptisiofobia Miedo a la tuberculosis. ...
Pupafobia Miedo a los títeres. ...

Queimafobia Miedo al frío. ...
Quenofobia Miedo al vacío. ...
Querofobia Miedo a la alegría. ...
Quetofobia Miedo al pelo. ...
Quifofobia Miedo a agacharse. ...
Quimofobia Miedo a los químicos. ...
Quimofobia Miedo a las olas. ...
Quionofobia Miedo a la nieve. ...
Quiraptofobia Miedo a ser tocado. ...
Quirofobia Miedo a las manos. ...

Rabdofobia Miedo a ser severamente castigado. ...
Rabdofobia Miedo a ser severamente criticado. ...
Rabdofobia Miedo a las varitas mágicas. ...
Radiofobia Miedo a la radiación. ...
Ranidafobia Miedo a las ranas. ...
Rectofobia Miedo al recto o a las enfermedades rectales. ...
Ripofobia Miedo a la defecación. ...
Ritifobia Miedo a las arrugas. ...
Rupofobia Miedo a la suciedad. ...
Rusofobia Miedo a Rusia. ...

Samhainofobia Miedo a Halloween. ...
Sarmasofobia Miedo a los juegos amorosos. ...
Satanofobia Miedo a Satán. ...
Selacofobia Miedo a los tiburones. ...
Selafobia Miedo a los flashes de luz. ...
Selenofobia Miedo a la luna. ...
Seplofobia Miedo a las sustancias putrefactas. ...
Sesquipedalofobia Miedo a las palabras largas. ...
Sexofobia Miedo al sexo opuesto. ...
Sidafobia Miedo al sida. ...
Siderodromofobia Miedo a los trenes. ...
Siderofobia Miedo a las estrellas. ...
Sifilofobia Miedo a la sífilis. ...
Simbolofobia Miedo al simbolismo. ...
Simetrofobia Miedo a la simetría. ...
Singenesofobia Miedo a los parientes. ...
Sinistrofobia Miedo a la izquierda. ...
Sinofobia Miedo a China. ...
Sitiofobia Miedo a la comida o a comer. ...
Socerafobia Miedo a los suegros. ...
Sociofobia Miedo a la sociedad. ...
Sofofobia Miedo a aprender. ...
Somnifobia Miedo a dormir. ...
Soteriofobia Miedo a la dependencia. ...
Surifobia Miedo a los ratones. ...

Taasofobia Miedo a sentarse. ...
Tacofobia Miedo a la velocidad. ...
Taeniafobia Miedo a la tenia o lombriz solitaria. ...
Tafiofobia Miedo a ser enterrado vivo. ...
Talasofobia Miedo al mar. ...
Tanatofobia Miedo a la muerte. ...
Tapinofobia Miedo a ser contagioso. ...
Taurofobia Miedo a los toros. ...
Teatrofobia Miedo a los teatros. ...
Tecnofobia Miedo a la tecnología. ...
Telefonofobia Miedo a los teléfonos. ...
Teleofobia Miedo a los planes definidos. ...
Teleofobia Miedo a las ceremonias religiosas. ...
Teofobia Miedo a los dioses o a la religión. ...
Teológicofobia Miedo a la teología. ...
Teratofobia Miedo a las personas deformadas. ...
Termofobia Miedo al calor. ...
Testofobia Miedo a los tests o a los exámenes. ...
Tetanofobia Miedo al tétanos. ...
Tetrafobia Miedo al número 4. ...
Teutofobia Miedo a Alemania. ...
Textofobia Miedo a la tela. ...
Tiranofobia Miedo a los tiranos. ...
Tocofobia Miedo al embarazo o al parto. ...
Tomofobia Miedo a las operaciones quirúrgicas. ...
Tonitrofobia Miedo a los truenos. ...
Topofobia Miedo a ciertos lugares o situaciones. ...
Toxifobia Miedo a los venenos. ...
Traumatofobia Miedo a los accidentes. ...
Tremofobia Miedo a los terremotos y temblores. ...
Tricofobia Miedo al pelo. ...
Tripanofobia Miedo a las inyecciones. ...
Triquinofobia Miedo a la triquinosis. ...
Triscadecafobia Miedo al número 13. ...
Tropofobia Miedo a mudarse o a hacer cambios. ...
Tuberculofobia Miedo a la tuberculosis. ...

Uranofobia Miedo al paraíso. ...
Urofobia Miedo a la orina. ...

Vacunafobia Miedo a la vacunación. ...
Valonofobia Miedo a los valones. ...
Venustrafobia Miedo a las mujeres hermosas. ...
Verbofobia Miedo a las palabras. ...
Verminofobia Miedo a los gérmenes. ...
Vestifobia Miedo a la ropa. ...
Vicafobia Miedo a las brujas. ...
Virginitifobia Miedo a la violación. ...
Vitricofobia Miedo al padrastro. ...

Xantofobia Miedo al amarillo. ...
Xenofobia Miedo u odio a los extranjeros. ...
Xenoglosofobia Miedo a las lenguas extranjeras. ...
Xerofobia Miedo a la sequedad. ...
Xilofobia Miedo a los objetos de madera. ...
Xilofobia Miedo a los bosques. ...
Xirofobia Miedo a las navajas barberas. ...

Zelofobia Miedo a los celos. ...
Zemifobia Miedo a los topos. ...
Zeusofobia Miedo a Dios o a los dioses. ...
Zoofobia Miedo a los animales. ...

Fuente: fobias.net

PARA VENCER LOS MIEDOS:
  • acepta que tienes miedo
  • distrae la mente
  • pregúntate qué es lo peor que puede pasar
  • practica la respiración consistente
  • busca el apoyo de un buen especialista

lunes, abril 20, 2009

FOBIAS

http://www.psicologosperu.com/

La Fobia Específica

La fobia específica consiste en un temor intenso y persistente, que es excesivo e irracional, desencadenado por la presencia o anticipación de un objeto o situación específicos. Por ejemplo: miedo a volar, a sonidos fuertes como los de los petardos, a la altura, animales, ascensores u otros espacios cerrados, a la oscuridad, administración de inyecciones, visión de sangre o heridas, ingerir determinadas comidas o medicamentos, ir al dentista, etc.
La exposición al estimulo fóbico provoca casi invariablemente una respuesta inmediata de miedo, que puede tomar la forma de una Crisis de Pánico.
La persona reconoce que este miedo es excesivo e irracional pero no puede controlarlo.
Las situaciones que provocan fobia se evitan o se soportan a costa de una intensa ansiedad o malestar.
Estas fobias interfieren marcadamente con la rutina normal de la persona, con las relaciones laborales o académicas, familiares o sociales.

Subtipos de fobias:

Pueden especificarse los siguientes subtipos para indicar el objeto del miedo o evitación en la fobiaespecífica:

- Tipo animal: El miedo hace referencia a animales o insectos. Este subtipo suele iniciarse en lainfancia.
- Tipo ambiental: El miedo hace referencia a situaciones relacionadas con la naturaleza y losfenómenos atmosféricos como tormentas, precipicios o agua. Este subtipo suele iniciarse en lainfancia.
- Tipo sangre-inyecciones-daño: El miedo hace referencia a la visión de sangre o heridas, o arecibir inyecciones u otras intervenciones médicas de carácter invasivo. Este subtipo presenta unaincidencia marcadamente familiar y suele caracterizarse por una intensa respuesta vasovagal (por ej.descenso de la presión arterial y/o desmayos).
- Tipo situacional: El miedo hace referencia a situaciones específicas como transportes públicos,túneles, puentes, ascensores, aviones, coche o recintos cerrados. El inicio de este trastorno sigue unadistribución bimodal, con un pico de mayor incidencia en la segunda infancia y otro a mitad de latercera década de la vida.
- Otros tipos: El miedo hace referencia a otro tipo de estímulos, entre los que se incluyen lassituaciones que pueden conducir al atragantamiento, al vómito, a la adquisición de una enfermedad;fobia a los "espacios" (es decir, el individuo tiene miedo de caerse si no hay paredes u otros mediosde sujeción), y el miedo que los niños tienen a los sonidos altos o a las personas disfrazadas.

Inicio de la fobia

Entre los factores que predisponen a la aparición de fobia específica cabe citar los acontecimientos traumáticos (como el ser atacado por un animal o quedar atrapado en un lugar pequeño y cerrado), crisis de pánico inesperadas en la situación que se convertirá en temida, observación de otros individuos que sufren traumatismos o muestran temor (p.ej., presenciar caídas desde grandes alturas o personas que seasustan en presencia de ciertos animales) y transmisión de informaciones (p.ej., repetidas advertenciaspaternas sobre los peligros de ciertos animales o reportajes periodísticos sobre catástrofes aéreas). Losobjetos o situaciones temidos tienden a implicar aspectos que ciertamente pueden o han podido representar una amenaza en algún momento de la historia de la humanidad. Las fobias generadas poracontecimientos traumáticos o por crisis de pánico inesperadas acostumbran a aparecer de formaparticularmente aguda.

Patrón familiar

Los estudios preliminares sugieren la posible existencia de una cierta incidencia familiar según el tipo defobia (p.ej., los parientes de primer grado de sujetos afectos de una fobia animal tienen más probabilidades de presentar una fobia de este tipo, aunque no necesariamente frente al mismo animal, y los parientes deprimer grado de sujetos afectos de fobia situacional tienen igualmente más probabilidades de llegar adesarrollar fobias de este tipo). El miedo a la sangre y al daño presenta una incidencia familiarparticularmente alta.
Esto no tiene por qué significar que el origen de la fobia sea exclusivamente genético, dado que laeducación que una persona con una fobia le ofrezca a un hijo/a durante los primeros años de vida puedecontener instrucciones de huida o evitación de ciertos estímulos, que genere una fobia en su hijo/a.

Respuesta fisiológica y comportamental

La presencia o idea del estímulo que provoca la fobia suele provocar uno o varios de estos síntomasfisiológicos: taquicardia, dificultad en la respiración, sudoración en las manos, tensión muscular, sensación de desmayo, mareos, molestias gastrointestinales, migraña, etc.
En cuanto al comportamiento, se experimenta una intensa necesidad de huir o evitar el estímulo que provoca la fobia. La necesidad de huir o evitarlo llega a ser un pensamiento que llena la mente e impide concentrarse en aspectos ajenos al mismo. En siguientes ocasiones se produce una negación a enfrentarsecon el estímulo de nuevo.

Tratamiento:

Cuando las fobias interfieren con la vida de una persona, el tratamiento puede servir de ayuda. Un tratamiento efectivo generalmente involucra las siguientes formas de psicoterapia: Terapia Cognitiva, Desensibilización Sistemática y Terapia de Exposición, en la cual los pacientes se exponen gradualmente a lo que los asusta hasta que el miedo comienza a desaparecer. Tres cuartas partes de pacientes se benefician grandemente con este tratamiento.
No existe hasta ahora un tratamiento comprobado a base de medicamentos para Fobias Específicas, pero en ocasiones ciertas medicinas pueden recetarse para ayudar a reducir los síntomas de ansiedad antes de que la persona se enfrente a una situación de fobia o durante la misma (por ejemplo, para realizar un viaje en avión).
En la actualidad, el tratamiento psicológico con exposición es la mejor alternativa para el tratamiento delas fobias.

Curiosidades:

Cuenta la historia que al emperador Julio César le daba miedo la noche, el rey Enrique III de Franciatemía a los gatos y que a la reina Isabel I la aterrorizaban las flores. Según información recogida en distintas webs, Woody Allen sufre claustrofobia (miedo a los espacios cerrados) y la actriz Kim Basinger, al igual que el premio Novel Juan Ramón Jiménez, sufren agorafobia (miedo a los espacios abiertos o a lugares en los que un comportamiento de huida pueda ser imposible o embarazoso). Brad Pitt no puede ni ver a los tiburones. Johnny Depp, tiene miedo a los payasos. Un caso destacado de fobia en el mundo del cine es la de Stanley Kubrick, quien tenía miedo a volar.

viernes, febrero 20, 2009

PESADILLAS Y TERRORES NOCTURNOS

Problemas Nocturnos: El niño que no quiere dormir, Pesadillas y Terrores Nocturnos
Jose Luis García Castro - Psicólogo y Orientador Escolar
http://www.psicologosperu.com/

1) EL NIÑO QUE NO QUIERE ACOSTARSE

Un niño se resiste a acostarse por diversos motivos. Puede tener miedo de la oscuridad o de no despertarse, o se siente inseguro cuando está solo. Indudablemente, le gustaría más jugar o ver la televisión y, en realidad, preferiría la compañía y atención de sus padres.

Cuando los niños se hacen mayores, su vida social adquiere preponderancia. No obstante, todos los niños deben tener su hora de acostarse y si se quiere paz en casa, los padres no pueden transigir en esta cuestión. Los padres que dicen: "chicos, ¿no creen que ha llegado el momento de acostarse?", han declinado su responsabilidad y sus hijos no se acostarán a la hora adecuada. Los padres que siempre permiten al niño permanecer levantado "sólo un poco más", tendrán siempre problemas con el momento de acostarse. De haber la menor posibilidad de transigir, los niños más nerviosos se agarrarán a ella. De ahí pues que para muchos padres, conseguir acostar a sus hijos es una más de las batallas al final de un largo día, justo en el momento en que ellos necesitan tiempo para sí mismos.

Para los padres novatos, seguir los consejos que se explican aquí, puede zanjar los problemas nocturnos antes de que empiecen. Si la hora de acostarse ya es un problema, será necesario planificar nuevas iniciativas para conseguir que el niño duerma. Es importante decidir lo que se hará, que el niño sepa que el cambio es inminente y que el día 1 hay que poner el plan en marcha.

Decidir cuándo hay que acostarse

Se debe decidir el momento preciso en que el niño debe acostarse y, una vez decidido, proceder con firmeza. Esto no significa que los padres deban ser absolutamente rígidos e insistir en que el niño debe estar siempre en la cama a las ocho en punto, aunque justo en aquel momento acabe de llegar papá o esté en casa el tío José. Sin embargo, cuanto más capaces sean los padres de concretar el momento de acostarse, más fácil será conseguir que el niño se duerma a una hora fija.

Importante: No utilice la palabra "oscuro" para indicar el momento de acostarse, porque en verano con la luz de día esto será causa de problemas.

Crear hábitos para ir a dormir

Los niños encuentran seguridad en la rutina. Les gusta la seguridad de lo habitual y es importante disponer de ciertos objetos con los que pueden contar. Por ejemplo, tener su martillo azul en la cama, junto a él, cada noche. Besar a todo el mundo antes de irse a su habitación y después todo el mundo tiene que ir a darle un beso cuando ya está en la cama; a otros les puede gustar colocar todas sus muñecas bajo la manta, junto a ellos.

Tanto los rituales como los detalles reconfortantes de seguridad, tales como mantas viejas o perros de trapo, de los que dependen algunos niños, les sirven para separarse de los seres queridos y pasar del estado de vigilia al de sueño.

Los padres no deben reírse de los hábitos del niño, pero por otra parte, tampoco deben consentir que se vuelvan demasiado pesados. Se ha de limitar el número de juguetes que el niño se lleva a la cama, por ejemplo, se puede llevar un libro y un juguete, que escoja. Algunos niños alargan esto demasiado, lo que conlleva 15 minutos adicionales para conseguir que, por fin, se vayan a la cama.

Hábitos nocturnos regulares

A los niños siempre les gusta saber lo que ocurrirá un instante después de ahora. Unos hábitos nocturnos regulares conseguirán que el niño sepa que el momento de acostarse se acerca y que ha llegado el momento de parar. Se puede seguir esta guía para establecer una rutina nocturna.

- Simplificar: Tomar en consideración el horario de la familia y las preferencias del niño. No comenzar con normas que después no se seguirán. La rutina de acostarse debe proporcionar una sensación de seguridad cálida, un final del día confortable. Se discutirán por encima las incidencias del día que termina y se planearán cosas para el día siguiente. Preparar sus ropas para el día siguiente, junto a los libros, será de utilidad para niños más crecidos. Leer un cuento o comer una galleta ayudará a otros niños a entender que ha llegado el momento de acostarse. Utilizar señales que hagan patente la rutina. (El besito de las buenas noches).

- El niño debe saber cuándo empieza la rutina del momento de acostarse. Puede ser tan simple como decir "el momento de irse a la cama es el momento en que termina tal o cual programa de televisión". O se pueden intentar señales visuales. Por ejemplo, dibujar un círculo en una hoja de papel de color, dividirlo en secciones clasificadas como hora de jugar, hora de acostarse y hora de los cuentos. Hacer una flecha de papel y fijarla en el centro del círculo. Señalar con la flecha en la sección apropiada cuando llegue el momento. O se puede dibujar un reloj con las manecillas señalando el momento de acostarse y colocarlo cerca del reloj real. Cuando las manecillas del reloj real coincidan con las del reloj casero, el niño sabe que es el momento de irse a la cama.

- Mantener al niño calmado. Las peleas o los juegos muy activos inmediatamente antes de irse a la cama, no preparan al niño para dormir.

Media hora antes de acostarse, el niño debe encontrarse relajado para cuando llegue el momento. Más que una guerra de almohadas o un juego de pelota serán unas costumbres sosegadas que incluyan: la higiene habitual, la lectura, la narración de cuentos o la música. Todo esto, que suaviza el momento de acostarse, también debe seguirlo la persona que se ocupe del niño o la abuelita, cuando ponga al niño en la cama, o cuando es más tarde y el niño, agotado, precisa una ayuda adicional para conseguir una noche de calma.

- Hacerlo especial. Lo ideal sería que el momento de acostarse fuera cálido y acogedor. Tanto para los padres como para el niño es un momento de calor y de seguridad. A muchos niños les encanta escuchar una y otra vez el mismo cuento antes de irse a la cama. A otros les complace escuchar cuentos inventados, mientras que a otros les divierten las canciones infantiles como costumbre en el momento de acostarse.

- No hay que pensar que los niños algo mayores no necesitan estos hábitos. Incluso a los preadolescentes les encanta que les lean o bien les gusta utilizar estos momentos para charlar de algo importante o preguntar algo antes de que se convierta en un problema. El momento de acostarse es una excelente oportunidad para los padres de acercarse a sus hijos. Los hábitos al acostarse, que comienzan en edad muy temprana ayudarán al niño toda su vida. Algunos niños adquieren el hábito de leer, otros escriben su diario o planifican el día siguiente. Otros hacen ejercicios de relajación.

- Se ha de ser flexible, pero también se ha de saber cómo terminar las costumbres rituales. Si no se sabe cómo tomar la decisión final cuando ha llegado el momento de apagar la luz y de dormir, la rutina nocturna puede convertirse en algo cansado o interminable. Los padres no deben permitir evasivas por parte del niño, ni dejarse convencer de seguir leyendo "un cuento más". En vez de esto, se ha de anunciar de antemano las historias que se leerán aquella noche y aferrarse a lo que se ha dicho. Si trazar límites es un problema para algunos padres, éstos pueden apoyarse en otras ayudas, como su propio reloj o un minutero. Hay que decir al niño que "cuando el reloj marque las 9:30, ha llegado el momento. Luces apagadas o en 15 minutos, el reloj sonará, lo que significa apagar la luz".

Hablar con el niño de sus miedos y angustias

Cada individuo, incluyendo los niños, tiene temores que tienden a manifestarse de noche. Los padres deben animar al niño para que hable de sus problemas y preocupaciones, a fin de poderlos solucionar, ayudando a que se duerma, e intentar también, un ligero masaje en la espalda.

Hacer frente al hecho de levantarse continuamente

Los padres han seguido los hábitos v rituales del momento de acostarse. Cristina se ha metido en la cama hace unos instantes, pero ya no está en ella. Después de diez minutos, ya vuelve a estar en el salón, pidiendo un jugo. Los padres deben intentar seguir las técnicas descritas aquí. Para algunos niños, una puede bastar, para otros será necesario aplicarlas todas para conseguir que permanezcan en la cama.

- Llévele a la cama y ponga un despertador que suene al poco tiempo. Dígale que regresará a su habitación antes de que suene. Gratifíquele con un masaje en la espalda por permanecer en la cama. Gradualmente, alargue el tiempo que debe permanecer en la cama antes de obtener la recompensa, ya sea un masaje en la espalda o un helado para desayunar. Si es necesario, utilice de nuevo el minutero, y después siéntese v léale hasta que el niño se haya dormido.

- Enseñe al niño cómo irse a la cama. Algunos niños pequeños no consiguen relajarse lo suficiente par poder dormir, por lo que se les pueden enseñar las técnicas de respiración y de relajación. Los padres pueden acostarse un rato al lado del niño y hablarle de lo que hay que hacer para quedarse dormido. Dígale que cierre los ojos y en un tono de voz suave cuéntele el cuento de cómo las olas del mar se siguen unas a otras para jugar y vuelven a casa una y otra vez. Recuérdele que debe echarse y quedarse quieto y tranquilo, con los ojos cerrados y recordar las olas. También se puede usar la imaginación para pensar en sus propias escenas para quedarse dormido.

- Colocar junto al niño todo lo que se necesita para la noche: un vaso de agua, una cajita con una linterna, su juguete favorito y un cassette o la radio para escuchar antes de dormirse.

- Para los bebés que aún permanecen en la cuna pero son lo suficientemente mayores para hablar, los hábitos nocturnos, a menudo, requieren actos más definitivos que exigen decisión por parte de los padres. Supongamos que se les ha arropado y se les ha dado un beso de buenas noches por cuarta vez, mientras se abandona la habitación diciendo: "Buenas noches. Me voy a la cama". Se debe cerrar la puerta y no volver atrás, aunque el niño llore (a menos que se pueda pensar que el niño se encuentra realmente mal) durante veinte minutos. Si después de veinte minutos el niño aún llora, se ha de volver a su habitación indicándole que se duerma. Besarle y salir de nuevo durante otros veinte minutos. Si es necesario, hay que repetir esta rutina cada noche, hasta que el niño perciba que su táctica no da resultados. Importante: si el niño cesa de llorar, no regrese a su habitación para comprobar qué ocurre hasta estar seguro de que el niño está profundamente dormido o, de otro modo, el niño reincidirá.

- Utilizar un gráfico, un cuadro o una pizarra. Un gráfico del momento de acostarse es eficaz para los niños, permitiéndoles ganar puntos para obtener alguna recompensa deseada. Al principio, los padres deben dar puntos por permanecer en la cama durante cinco minutos, después se ha de prolongar gradualmente el tiempo requerido para acumular los puntos necesarios.

- No discuta. Si el niño suele salirse con la suya, será preciso aplicar consecuencias negativas: pérdida de privilegios al día siguiente o acostarse más temprano la próxima noche.

Debemos reforzar la cooperación del niño

Utilizando palabras y acciones, hay que dar al niño respuestas positivas por su cooperación en el momento de acostarse. Planificar la rutina y llevar a cabo el plan completo a la vez. Puesto que a veces es difícil modificar comportamientos establecidos, se puede necesitar, de entrada, ofrecer recompensas, quizás utilizando el gráfico o chart del momento de acostarse si este momento se ha convertido en la lucha de cada noche. Se pueden dar puntos por respetar las costumbres del momento de acostarse y porque el niño ha permanecido en la cama, antes de dormirse. Al principio puede darse al niño una recompensa cada noche. Las recompensas pueden incluir, por ejemplo, un programa extra de televisión la noche siguiente, sábanas especiales, chocolatinas debajo de la almohada o un caramelo antes de acostarse, al día siguiente. Entretanto el niño acumulará puntos para una recompensa mayor que le costará más esfuerzo ganarse. Las grandes recompensas se escogerán entre el "menú" de cosas o actividades que los padres saben que el niño quiere.

2) TERRORES NOCTURNOS Y PESADILLAS

LOS NIÑOS CON TERRORES NOCTURNOS

Las pesadillas y los terrores nocturnos son dos cosas distintas. Al contrario que las pesadillas, los terrores nocturnos no son sueños que produzcan miedo ni el resultado de la actividad del sueño. En su lugar, se cree que reflejan etapas inmaduras del sueño, en las que el niño tiene dificultad para hacer la transición del sueño profundo al sueño más superficial.

Aunque el niño con terrores nocturnos no los recuerde, estos episodios nocturnos pueden ser sumamente preocupantes para los padres. Muchos niños sollozan o gritan, se agitan o corren por toda la casa con los ojos abiertos, pero sin ver y sus oídos parecen no percibir las palabras tranquilizadoras de los padres.

Poco es lo que se puede hacer para ayudar al niño durante un terror nocturno. Se debe simplemente esperar a que cese y recordar que no ha sido causado por las tensiones y que no tendrá efectos traumáticos ni duraderos para el niño.

Tranquilizarle

Abrace al niño, cálmele y pásele una toalla refrescante por la cara. Los padres sentirán que están haciendo algo útil y esto tranquilizará al niño mientras pierde su mirada perdida y empieza a volver a la realidad, preguntándose qué pasa.

Regule los horarios de sueño

Para ayudar al niño a desarrollar un patrón de sueño más maduro. asegúrese de que tiene un horario regular de sueño y que descansa lo suficiente.

Consulte a un profesional

A pesar de que los terrores nocturnos no son en general significativos existe sin embargo la posibilidad de que sean síntomas de alteraciones neurológicas. Para verificar este extremo, al mismo tiempo que las pesadillas muy molestas, habría que comentarlo con el médico. Si los terrores se producen con mucha frecuencia, el médico puede sugerir aliviarlos con una medicación cuidadosamente controlada.

LOS NIÑOS QUE TIENEN PESADILLAS

Las pesadillas, al contrario que los terrores nocturnos, pueden ser aterradoras para el niño y también para los padres v son resultado de sentimientos de inseguridad, ansiedades, miedos o preocupaciones. Son reacciones de miedo comunes y normales a los sueños desagradables que se inician normalmente a los tres años de edad, teniendo su punto máximo a las edades de cuatro y seis años.

Las niñas son susceptibles de padecerlas más tarde que los niños. Un 28% de los niños con edades comprendidas entre los seis y doce años, tenían pesadillas. Alrededor de los diez años, la frecuencia de estos sueños desagradables se incrementa otra vez, para remitir más tarde. Las pesadillas difieren de los terrores nocturnos en otros aspectos: mientras que el niño transpira, grita y respira agitadamente al experimentar una pesadilla puede ser despertado rápidamente y se acordará del sueño o de partes del sueño.

Los sueños pueden estar inducidos por enfermedades y por el dolor, sobreexcitación, miedo v ansiedad, programas violentos de televisión o por amenazas enfermizas por parte de los padres. Aunque el niño puede no ser capaz de indicar exactamente qué le está afectando, pueden sacarse algunas claves a partir de su comportamiento conversando con él. Cualquiera que sea la causa, los niños inseguros, preocupados o con ansiedad tienen más probabilidades de tener pesadillas.

Tranquilícele y déle seguridad

Lo que los padres pueden hacer por un niño que sufre pesadillas es despertarle, tranquilizarle y darle seguridad, decirle que todo va bien, que no ocurre nada. Acariciarle y mecerle, pero no dar demasiada importancia a la pesadilla, puesto que de otro modo podría aprender a utilizarla como mecanismo para atraer la atención. No es importante, en este momento, comentar el contenido del sueño.

Evite la excitación excesiva

Los niños deben tener un periodo de calma v relajación antes de acostarse, no permitirles que vean programas de televisión violentos o de terror, no contarles historias de miedo ni permitir que realicen actividades físicas violentas. Las experiencias de muchos padres sugieren que es de gran ayuda limitar la TV.

Comente problemas, miedos y acontecimientos que produzcan tensión

Use la conversación v los sueños como datos de cualquier problema que esté sufriendo el niño. Háblele durante el día de sus pesadillas, e intente aliviar sus miedos e inquietudes. Sea previsor y prepare al niño con antelación para acontecimientos que sean susceptibles dc causarle tensión, tales como la vuelta a la escuela después de las vacaciones o el salir de viaje. Los miedos en los niños son muchas veces causados por la falta de información.

Tome medidas para las pesadillas repetitivas

Si el niño tiene el mismo sueño una y otra vez, puede estar seguro de que siente ansiedad por algo. Anímele a que hable de su sueño y lo represente despierto, pero con un final feliz.

Prepare una estrategia nocturna

El saberse defendidos de la pesadilla ayuda normalmente a los niños más mayores. Proporciona seguridad el dejar la luz encendida por las noches. Algunos niños pueden luchar mejor contra sus pesadillas rezando una oración determinada cada noche pidiendo protección contra los monstruos; abrazar y dormir con el peluche favorito, etc.

3) ¿COMO AFRONTAR PROBLEMAS NOCTURNOS?

Permitir que el niño duerma regularmente en la habitación de los padres puede provocar problemas graves. En muchos casos, los padres lo consideran un hábito difícil de interrumpir cuando se ha iniciado.

Orientaciones para devolver al niño a su cama:

1.- Si el niño va hasta la habitación de sus padres, hay que hacerle volver a su cama y meterlo en ella sin demasiadas contemplaciones. Los padres han de ser firmes.

2.- Se puede utilizar la "táctica de los apretujones", la finalidad es hacer que el niño se sienta incómodo en la cama ajena y que la suya vaya siendo más atractiva. Consiste en empujarle hacia fuera de la cama, dejándole cada vez menos espacio en la cama, apretujarle sin hacerle daño, darle una patada suave, etc.

3.- Utilizar recompensas por el hecho de dormir solo o los progresos hacia esa meta. Asegúrese de expresar lo orgulloso que se está de él y que es un "chico mayor". Préstele una atención especial y sea cariñoso con él durante el día.

4.- Hacer su habitación más atractiva, no significa redecorarla sino cambiar algunos aspectos y que el niño sea participe de ellos.

5.- Establecer un horario regular de sueño.

6.- Antes de dormir contarle algún cuento. Se le puede contar alguno relacionado con el problema.

7.- Se puede utilizar un contrato en el que tendrá algún premio por dormir en su habitación, se marcará en un almanaque los días que ha tenido éxito, acordando previamente el premio a final de mes, si se comienza con refuerzos continuos pasar poco a poco a refuerzos intermitentes.

http://www.psicologosperu.com/

sábado, enero 17, 2009

COMO SOLTAR EL PIANO



"Y tú ¿en qué trabajas?".
Esa pregunta cumple un papel muy valioso.
La pregunta nos confronta con qué tan responsables somos frente a las opciones que hemos tenido. Nos confronta con nuestras propias elecciones.
Y cuando a uno no le gusta la pregunta, por lo general se debe a que tampoco le gusta la respuesta.

El cuerpo va acumulando la infelicidad o el miedo y lo manifiesta a través del dolor físico.

Lo que se trata es de enseñar a la gente a abrazar sus temores en lugar de evitarlos.
Nuestra cultura siempre orienta a la gente a un estado de negación diciéndole "mira el lado bueno", "no te pongas triste". Cuando nos ponemos la máscara de la felicidad, nos tragamos nuestros temores. Esto se vuelve un espiral de energía atrapado en el cuerpo, que es continuamente reprimido.

Abrazar nuestros temores significa permitirnos estar tristes cuando estamos tristes.
Considérelo como la música triste, que puede ser maravillosa y producir un agradable estado de melancolía en el cual uno deja de forzarse a ser perfecto.

Llevar energía negativa a todas partes es como ir cargando un piano de cola, uno no puede darle un abrazo de verdad a alguien cuando está cargando un piano. Eso interfiere en la conexión con los demás. Así que usted necesita soltar su piano.

Uno no les debe conceder tanto poder a sus temores, por el contrario, decirle al miedo: "Ah, no, no me vas a detener".

http://www.psicologosperu.com/