La violencia simétrica (violencia agresión) se genera en situaciones de desafío en el que uno trata de imponerse al otro; la mujer es la que suele llevar los golpes, pero no se somete, se las arregla para continuar la lucha. la agresión es abierta y existe el sentimiento de culpa.
La violencia complementaria (violencia de castigo) es un intento de perpetuar una relación de desigualdad. En esta relación hay un fuerte y un débil, el fuerte se cree con derecho de castigar al débil. Es más oculta, se rechaza too tipo de intervención profesional o de control social, no hay sentimientos de culpa y sí una cierta sanción cultural que justifica la violencia del fuerte.
Predictores de violencia y perfiles del agresor y la victima.
- Observación de agresiones parentales o ser objeto de la agresión parental.
- Personalidad agresiva
- Altos niveles de estrés cotidiano. Cuanto mas alto es el estrés mayores son las posibilidades de agresión.
- Abuso de alcohol.
- Problemas maritales.
- Estilo de interacción negativa con la pareja.
- Actitud positiva hacia el maltrato físico.
- Significado (cultural y social) de agresión física.
- Consecuencias percibidas de la agresión.
- Percepción de los acontecimientos cotidianos como siendo estresantes.
- Pertenencia a una clase social baja.
- Aislamiento social significativo.
- Perpetúan la violencia.
Creencias y actitud del violento:
Muchos maridos piensan que no es solo su derecho, sino su deber golpear físicamente a sus mujeres. Otros entienden que es legitimo si son provocados. A estos no les gusta golpear, y si lo hicieron fue por que querían que:
a) Se les escuchara u obedeciera.
b) Se cuidara mejor de sus hijos.
c) Cesaran de gritarles o molestarles.
d) Les dejaran de responder.
El marido no se ve responsable de la violencia; fue provocado y, por lo tanto, justifica lo que hizo. No se siente responsable. El cambio actitudinal más importante se produce cuando acepta la responsabilidad.
Técnicas evitativas o de control del conflicto.
A. Tiempo fuera. Se trata de una técnica clásica de corte aparentemente sencillo.
- Cuando utilizarlo. El mejor momento es cuando la situación no se ha vuelto todavía demasiado explosiva.
- Utilización del signo T. Cuando uno de los miembros de la pareja decide que se hace necesario un tiempo fuera hará el signo T con las manos.
- Respuesta al signo T. La tarea de quien recibe el signo T es facilitar la partida de quien lo hace.
- Retirada silenciosa. Generalmente quien se va es quien hizo el signo, se marcha en silencio y sin decir nada. Cuidará especialmente de no dar un portazo. O bien se puede sustituir la salida de la casa por la reclusión en una habitación que este provista de una cerradura.
- Pasear. Una vez quien se marchó, debe proceder a dar un paseo que suponga una actividad física vigorosa que disipe la energía acumulada.
- La vuelta. Cuando ambos han disipado su furia y ya no sea posible la violencia. Debe de haberse rebajado la presión sanguínea.
- Intercambio de errores técnicos. El reconocimiento mutuo de errores lleva a una auténtica reconciliación. Una vez utilizado varias veces, el procedimiento deja de ser algo temido u ofensivo.
Forma de intervención
Realmente la forma mas efectiva o la sugerida es la terapia de grupo, la cual consta de tres fases, con diversos módulos dentro de cada fase que permite la revaloración de la pareja como tal e individualmente, así como una reconstrucción de conceptos y definiciones erróneos en los sujetos violentos, y diversas conferencias, que buscan primordialmente una conciencia plena y la responsabilidad del propio sujeto sobre sus acciones y sus probables consecuencias.
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