...PORQUE LAS PRIORIDADES Y LAS PERSPECTIVAS SON DIFERENTES.
Es sábado por la noche y usted está sentado cómodamente en su sofá con un libro entre las manos.
Después, le toca un baño de tina y a dormir.
Ya no recuerda cuándo fue la última vez que dejó la cama un domingo después de las 8 de la mañana.
Ahora piense en usted a los 25 años y pregúntese qué pensaría su yo veinteañero de su yo actual.
Sí, pensaría que se convirtió en una planta.
Esta es parte de una reflexión de Heidi Grant Halvorson, PhD, psicóloga social y directora asociada del Centro de Ciencia Motivacional de la Universidad de Columbia.
¿Cómo así nos volvimos tan aburridos?
Sucede que sí, a medida que vamos creciendo, nuestra idea de "felicidad" va cambiando hacia una manera diferente de entenderla.
Antes podía ser salir a comer, divertirse y bailar hasta altas horas de la madrugada y ahora, incluso releer un buen libro (ni siquiera uno nuevo) sin que nadie nos interrumpa o jugar monopolio con sus hijos, califica como "felicidad".
Esto se explica así por los psicólogos sociales: uno pasa gradualmente de vivir "motivado para ganar" a "motivado para permanecer".
Lógicamente, explica Grant en "The Atlantic", prácticamente todos estamos entre ambas y van cambiando a través de la experiencia y la edad.
Una investigación de la Universidad de Northwestern publicada en "Psicología y Envejecimiento" sugiere que la "motivación para ganar" tiene más peso entre los más jóvenes porque en esta etapa uno enfoca sus esperanzas en lo que idealmente quisiera hacer para vivir.
Además, no se tienen tantas responsabilidades, uno sigue pensando que puede hacer lo que sea que se decida a hacer y que (sí, también) se es inmortal.
Pero las ilusiones de inmortalidad desaparecen con la edad.
Hay una hipoteca que pagar, un hogar que mantener e hijos que cuidar.
Cuanto más viejos nos hacemos, más nos aferramos a lo que ya tenemos y logramos con gran esfuerzo y trabajo.
También tenemos más experiencia con el dolor y la pérdida, habiendo sido golpeados por la vida y habiendo aprendido algunas lecciones por las malas.
Un reciente estudio llevado a cabo por las psicólogas Cassie Mogliner, SepandarKamvar y Jennifer Aaker, sobre 12 millones de blogs de personas de todas las edades, descubrió que los más jóvenes describían la felicidad con palabras como éxtasis o euforia, mientras que los mayores lo hacían con palabras como paz, relajación, calma o alivio.
Saque su cuenta:
¡Su felicidad ha evolucionado!
Fuente: Suplemento "Portafolio Económico" del Diario El Comercio, del 2 de junio de 2013, página 3.
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