viernes, junio 14, 2013

¿POR QUÉ MEDITAR?


Durante la mayor parte de nuestra vida, nuestras mentes están inmersas en un continuo diálogo interno, en el que el significado y las asociaciones emocionales de un pensamiento desencadenan el siguiente. Escuchamos un fragmento de música y de repente estamos pensando en la primera vez cuando escuchamos esa canción con un antiguo novio o novia, y cómo esa relación terminó. Si estamos todavía con el dolor emocional sobre ese final, esos sentimientos pueden emerger y entonces nuestra mente puede desviarse hacia la crítica, la autocompasión, o algunas preocupaciones sobre el futuro.
Durante todo el día nuestra mente teje historias acerca de nuestro trabajo, nuestra salud, nuestras finanzas, nuestra familia, nuestros amigos, o esa mirada divertida que el empleado de la tienda nos dio. Muchas veces ni siquiera somos conscientes del ruido interno en nuestra mente y sin embargo es la que crea mayor estrés en nuestras vidas. Aunque la mente es capaz de crear historias que afirman la vida, tiene lo que los neurocientíficos llaman una tendencia negativa, la tendencia a prestar más atención a las experiencias negativas que a las positivas. La tendencia negativa se desarrolló como un instinto de supervivencia de millones de años atrás, cuando nuestros antepasados ​​ centraban la atención en evitar las amenazas potenciales que habían entonces, que en las recompensas. Detenerse a saborear una deliciosa comida o admirar una puesta de sol en la era paleolítica habrían utilizado los valiosos recursos de atención, dejando a nuestros antepasados ​​más vulnerable al ataque de un depredador.
Los que sobrevivieron para transmitir sus genes prestaban mucha atención al peligro. Su legado es un cerebro que está preparado para centrarse en las experiencias negativas y tiene una tendencia a atascarse en los patrones condicionados de pensamiento, volviendo una y otra vez a los pensamientos de ansiedad, depresión, y la limitación.
Las Propiedades Curativas De La Meditación 
La meditación es una de las mejores herramientas que tenemos para contrarrestar el sesgo de negatividad del cerebro, liberar el estrés acumulado, promover experiencias e intenciones positivas, y disfrutar de la paz de la conciencia del momento presente. Una gran cantidad de investigaciones han establecido que el tener una práctica de meditación regular produce beneficios tangibles para la salud mental y física, incluyendo:
  • Disminución de la presión arterial y la hipertensión
  • La disminución de los niveles de colesterol
  • Reducción de la producción de las “hormonas del estrés”, como el cortisol y la adrenalina
  • Uso más eficiente de oxígeno por el cuerpo
  • Aumento de la producción de la hormona DHEA anti-envejecimiento
  • Fortalecer el sistema inmunológico
  • Disminución de la ansiedad, la depresión y el insomnio
Veamos con más detalle cómo la meditación beneficia al cuerpo, mente y espíritu.
 La Meditación Reduce El Estrés  
El estrés crónico puede causar enfermedades y acelerar el envejecimiento. Como muchos estudios científicos han encontrado, el estrés prolongado puede contribuir a la presión arterial alta, enfermedades del corazón, úlceras estomacales, enfermedades autoinmunes, ansiedad, cáncer, insomnio, fatiga crónica, obesidad, depresión y el envejecimiento acelerado.
En la meditación, el cuerpo libera la tensión y revierte los efectos de la respuesta de huida o lucha – que el instinto antiguo que todos tenemos funcionaba ante el peligro percibido o en la batalla. Concebido como un mecanismo de protección a corto plazo, la lucha o la huida hace que nuestro cuerpo acelere el ritmo cardíaco, aumente el azúcar en la sangre, suprime el sistema inmunológico, reducir la producción de insulina, bombean hormonas del estrés, como la adrenalina y el cortisol, y reduce el suministro de sangre a los órganos digestivos. Todas estas reacciones suceden para que nuestro cuerpo pueda centrarse en cualquiera de los dos eventos (huida o lucha) corriendo tan rápido como se pueda – o quedandose a luchar. Aunque, actualmente pocas personas enfrentan a amenazas a su existencia corporal, muchos viven en un prolongado estado de lucha o huida, generando estrés en respuesta al tráfico, la crítica del cónyuge o amigos, o un desacuerdo con un compañero de trabajo.
La meditación regular disipa el estrés acumulado y cultiva un estado de alerta en descanso. Hay muchos estudios convincentes que muestran el poder de la meditación para aliviar el estrés y promover la calma interior. Por ejemplo, un estudio de 2011 publicado en la Revista Evidence-Based Complementary and Alternative Medicine descubrió que trabajadores de tiempo completo que pasaron un par de horas a la semana practicando meditación mostraron una disminución significativa en el estrés laboral, la ansiedad y estado de ánimo depresivo.
La Meditación Mejora La Concentración, La Memoria Y Capacidad De Aprendizaje 
Como los investigadores han encontrado, la meditación puede ayudar a aprovechar el potencial más profundo del cerebro para concentrarse, aprender y adaptarse. Mientras que los científicos solían creer que más allá de una cierta edad, el cerebro no puede cambiar o crecer, ahora sabemos que el cerebro tiene una cualidad conocida como plasticidad, lo que le permite crecer nuevas neuronas y transformar toda nuestra vida. La meditación es una herramienta poderosa para despertar nuevas conexiones neuronales, e incluso transformar regiones completas del cerebro. Un reciente estudio dirigido por la Universidad de Harvard y el Hospital General de Massachusetts encontró que después de sólo ocho semanas de meditación, los participantes experimentaron un crecimiento beneficioso en las áreas del cerebro asociadas con la memoria, el aprendizaje, la empatía, la conciencia de sí mismo, y el estrés (la ínsula, el hipocampo y corteza prefrontal). Además, los meditadores reportaron una disminución de los sentimientos de ansiedad y una mayor sensación de calma. A este estudio se suma a la asombrosa investigación sobre la expansión de la plasticidad del cerebro y la capacidad de cambiar los patrones habituales de estrés.
Muchos otros estudios demuestran el valor de la meditación en la mejora de la capacidad para mantener la concentración en el mundo lleno de distracciones y demandas crecientes sobre nuestra atención. Por ejemplo, la investigación llevada a cabo por el Centro de Conciencia Consciente de la UCLA demostró que los adolescentes y adultos con TDAH que practican diversas formas de meditación durante sólo ocho semanas mejoraron su capacidad para concentrarse en las tareas, incluso cuando se trató de distraerlos.
La Meditación Ayuda A Crear Más Armoniosas, Relaciones Amorosas 
Cuando uno se siente equilibrado y centrado, es mucho más fácil responder con conciencia en lugar de reaccionar de una manera instintiva o decir algo que crea toxicidad en sus relaciones. La meditación cultiva ecuanimidad y compasión, lo que le permite estar presente con un ser querido, cliente o compañero de trabajo y realmente escuchar lo que dicen y lo que pueda necesitar.
Al meditar de manera regular, se desarrolla lo que se conoce como “testigo de la conciencia” – es la capacidad de observar con calma y objetivamente una situación, entices uno se da cuenta cuándo está consciente y elige responder también de manera conciente. Ésta capacidad de estar presente y consciente es extremadamente valiosa en todas las relaciones.
La Meditación Ayuda A Mejorar Su Creatividad Y Habilidades De Resolución De Problemas 
Cada uno de nosotros tiene un estimado de 60.000 a 80.000 pensamientos al día – por desgracia, muchos de ellos son los mismos pensamientos que tuvimos ayer, la semana pasada, y el año pasado. La mente tiende a caer en circuitos de pensamiento repetitivo que aprietan la posibilidad de nuevas ideas e inspiración. La meditación es una práctica de gran alcance para ir más allá de los patrones habituales de pensamiento, acondicionado en un estado de conciencia expandida. Nos conectamos a lo que se conoce como el campo de infinitas posibilidades o potencialidad pura, y nos abrimos a nuevas ideas, intuiciones e ideas.
Grandes innovadores del mundo, atletas y otros grandes triunfadores han descrito este estado como “estar en el flujo,” estar en el lugar correcto en el momento adecuado, o en un estado de gracia. El tiempo parece haberse detenido y en lugar de luchar y tratar de forzar las cosas, todo lo que se necesita es entrar en ese estado natural y dejar fluir las cosas hacia uno. Uno hace menos y lograr más. Deja de estar agobiado por el pasado o preocupados por el futuro, y se está fluyendo en el eterno presente. Este estado de conciencia es el más elevado, es el lugar de nacimiento de toda creatividad. La mente está en un estado abierto, receptivo y es capaz de recibir destellos de perspicacia y nuevas perspectivas. Como Marcel Proust escribió: “El verdadero viaje de descubrimiento no está en buscar nuevos paisajes, sino en mirar con nuevos ojos.”
La Meditación Disminuye La Depresión, La Ansiedad Y El Insomnio 
Los efectos emocionales de sentarse en silencio y mirar hacia adentro son profundos. El estado profundo de descanso producido por la meditación estimula al cerebro para liberar neurotransmisores, incluyendo dopamina, serotonina, oxitocina y endorfinas. Cada una de estas sustancias químicas cerebrales de origen natural se han relacionado con diversos aspectos de la felicidad:
  • La dopamina juega un papel clave en la capacidad del cerebro para experimentar placer, sentirse recompensado, y mantener la atención.
  • La serotonina tiene un efecto calmante. Alivia la tensión y nos ayuda a sentir menos estrés y estar más relajado y concentrado. Los bajos niveles de este neurotransmisor se han vinculado a las migrañas, la ansiedad, el trastorno bipolar, la apatía, los sentimientos de inutilidad, la fatiga y el insomnio.
  • La oxitocina (la misma sustancia química cuyos niveles aumentan durante la excitación sexual y la lactancia), es una hormona del placer. Crea sentimientos de calma, satisfacción y seguridad, al tiempo que reduce el miedo y la ansiedad.
  • Las endorfinas son los más comúnmente conocidos como los productos químicos que crean la euforia comúnmente llamado “alto el corredor.” Estos neurotransmisores desempeñan muchas funciones relacionadas con el bienestar, incluyendo la disminución de la sensación de dolor y la reducción de los efectos secundarios del estrés.
La meditación también puede beneficiar a las personas que sufren de dolor crónico, ayuda potencialmente a disminuir o eliminar la necesidad de medicación. Un estudio realizado por la Wake Forest University School of Medicine (publicado en la edición de abril 2011 de la revista Journal of Neuroscience) encontraron que los participantes que asistieron a cuatro sesiones de 20 minutos de entrenamiento a lo largo de cuatro días experimentaron una fuerte reducción de su sensibilidad al dolor. De hecho, la reducción de los índices de dolor fue significativamente mayor que los encontrados en estudios similares con píldoras de placebo, morfina y otros analgésicos.
Meditación: La Cuna De La Felicidad 
Más allá de los beneficios que la meditación entrega sustancialmente para la fisiología mente-cuerpo, el mejor regalo de la meditación es la sensación de calma y paz interior que trae a la vida diaria. Cuando uno medita, se va el ruidoso parloteo de la mente a un lugar completamente diferente: el silencio de una mente que no está aprisionado por el pasado o el futuro. Esto es importante porque el silencio interno es el lugar de nacimiento de la felicidad autentica. El silencio es donde obtenemos nuestras ráfagas de inspiración, nuestros sentimientos tiernos de la compasión y la empatía, y nuestro sentido del amor. Estas son todas las emociones delicadas, y el estruendo caótico del diálogo interno fácilmente ahoga. Cuando uno descubre el silencio de su mente, ya no tiene que prestar una atención indebida a todas las imágenes de preocupación, de ira, de miedo, de dolor que la mente tiene a crear. Cuando meditas sobre una base regular, todos tus pensamientos, acciones y reacciones están impregnadas de amor y de atención consciente. El resultado es una mayor y más profunda conciencia de la cualidad divina de la existencia.

Autora: Alejandra Plaza

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