- Enseña a tu hijo a explorar soluciones y planifica con él diversas formas de resolver los problemas; en vez de estar quejándose. Evitar quedarse en la queja y pasar a las soluciones.
- Entrena a tu hijo en técnicas de relajación o respiración para que aprenda a calmarse y autoregular sus impulsos y emociones
- Escucha lo que tu hijo tiene que decir
- Interésate por lo que le preocupa a tu hijo, qué teme, qué le hace enojar, qué lo pone triste, qué le gusta, qué le apasiona, etc.
- Practica, junto con tu hijo, técnicas para el manejo del estrés. Aprende a manejar tu propio nivel de estrés.
- Sé un modelo ejemplar, positivo y saludable, para tu hijo
- Ten paciencia
- Ayuda a tu hijo a descansar y dormir bien
- Apoya a tu hijo cuando surjan situaciones difíciles. Que tu padre te diga: "no temas, todo va a estar bien, yo estoy aquí contigo", le transmite una seguridad enorme al hijo.
- Halaga el esfuerzo que haya hecho más que su capacidad
- Refuerza positivamente a tu hijo (con palabras o expresiones de afecto como caricias, abrazos, etc.) cuando realice conductas apropiadas
- Incentiva a tu hijo a enfrentar retos y asumir riesgos PERO con herramientas psicológicas de prevención y AFRONTE seguro y saludable
- Ayuda a tu hijo a aprender de los errores y fallas
- Incúlcale a tu hijo que los fracasos son temporales
- Incúlcale a tu hijo que muchas veces el éxito proviene del fracaso
- Desarrolla en tu hijo su autonomía, es decir que haga las cosas que pueda hacer a su edad (evitar atarle los zapatos, abrocharle los botones, cepillarle los dientes, darle la comida en la boca, bañarlo, hacer sus tareas, etc., si ya puede hacerlo por sí mismo)
- Mejora la comunicación con tu hijo. Enséñale a socializar con los demás y conducirse civilizadamente en la sociedad.
- Ayuda a tu hijo a tener y crear pensamientos positivos
- Enseña a tu hijo a saludar y respetar a los demás
- Enseña a tu hijo a agradecer y ser agradecido
- Llévalo de la mano. Por mi experiencia como psicoterapeuta, les transmito que ese tipo de conductas del padre (acompañamiento, estar presente en eventos importantes, presentaciones, y paseos o viajes en la naturaleza) es lo que recuerda el hijo cuando es adulto, y lo marca positivamente para salir adelante en la vida con salud mental y emocional.
Escrito por: Psicólogo y Psicoterapeuta Luis Venegas Chalen
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