Algunas actitudes de resolución de problemas:
• Analice las situaciones importantes que deben resolverse.
• No se las tome como si tuviera que resolverlas de inmediato.
• Considere tanto las mejores soluciones como las posibles alternativas.
• Escoja un número determinado de soluciones, aunque en un primer momento le parezca que una será la más deseable.
• Compruebe las soluciones elegidas, para ver si producen los resultados que usted desea.
• Asuma el hecho de que es posible encontrar buenas soluciones; pero no insista en tener que conseguirlas.
• Ayúdese usted mismo a establecer metas realistas a través del establecimiento del problema, así como de los pasos necesarios para resolverlo de manera conductual.
• Intente generar un buen número de soluciones efectivas potencialmente.
• Cuando sienta ansiedad o estrés ante la resolución de su problema, imagine la manera en que el resto de la gente podría responder ante dilemas parecidos, y cómo resolverían el estrés de tener que enfrentarse a éstos.
• Evalúe los pros y los contras de cada solución, y ordene estas soluciones en función de su practicidad y de sus posibles resultados.
• Revise algunas de las estrategias y conductas deseables a seguir, antes de ponerlas en práctica. A medida que va trabajando en ellas, continúe imaginando constructivamente nuevas soluciones y contrólelas mentalmente.
• Prepárese para posibles fracasos y no insista en que no se produzcan.
• Congratúlese por intentarlo aunque los planes no salgan como desea.
• Convénzase de que puede hacerlo bien cuando ya se encuentre embarcado en la resolución del problema.
• Cuando esté bloqueado, observe qué es lo que se puede decir a sí mismo para que se produzca este bloqueo: sospeche que, a lo mejor, puede estar incurriendo en exigencias, demandas y obligaciones absolutistas. Encuéntrelas, si es que realmente existen, y enfréntese a ellas activamente y con fuerza.
• Descubra algunas de las ideas positivas y esperanzadoras que podrían ayudarle, como “de verdad que puedo hacerlo”, “ ahora que lo estoy haciendo tan bien, puedo hacerlo mejor”.
• Convénzase de que si ocurriera lo peor y no pudiera resolver el problema, no ocurrirá ningún desastre, y encontrará otras formas de ser feliz.
• Intente ver la situación como un reto o desafío para usted, aunque no esté resolviendo bien el problema. Casi siempre podrá aprender de los intentos que está realizando para completar el problema, o de los fracasos, y podrá disfrutar del proceso de encontrar soluciones mejores y definitivamente eficaces.
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