Por Patricia E. Zurita Ona, PsyD
Cuando los padres o cuidadores crían a un adolescente que tiene dificultades para regular sus emociones, se enfrentan a un doble desafío: (1) no pueden elegir lo que sus hijos adolescentes sientan, piensen o cómo se comporten, y (2) tampoco pueden elegir lo que ellos mismos sienten o piensan en esos momentos. Trabajar con padres así requiere una intervención diferente. Cuando invitamos a los padres a observar y/o analizar cómo su comportamiento como padres puede alterar a sus hijos adolescentes, podemos ayudarlos a cambiar de pregunta: en vez de "¿Qué está mal en mi hijo?", preguntar: "¿Qué puedo hacer yo de manera diferente?" Y ahí es donde la terapia tiene resultados efectivos.
Estos son algunos de los pasos iniciales para trabajar con estos padres a partir de un marco psicoterapéutico:
- Crear con los padres un inventario de todas las estrategias que han usado para manejar los comportamientos de sus adolescentes, (por ejemplo: buscar la mejor terapia, el mejor medicamento, platicar con sus hijos adolescentes, regañar a sus hijos adolescentes, decir "no", dejar de hablar con ellos, darse por vencido, eliminar los privilegios, etc.).
- Analizar la viabilidad de cada una de esas reacciones. ¿Estas reacciones funcionan a corto plazo? Esto es lo importante: a veces las reacciones de los padres detienen el comportamiento de los adolescentes en el momento y, sin embargo, a largo plazo, es importante preguntarles a los padres: ¿estos comportamientos lo acercan o alejan del padre que desea ser? ¿Estas reacciones ayudan a la relación con su hijo adolescente?
- Comprobar con los padres si es realmente útil continuar aplicando las mismas reacciones.
- Preguntar a los padres si podemos comenzar a prestar atención a lo que ellos mismos experimentan cuando sus hijos dicen o hacen algo que les molesta.
- Invitar a los padres a que observen y mencionen los pensamientos que les surgen cuando los comportamientos de sus adolescentes los desesperan, los alteran o los sacan de quicio. A través de dinámicas vivenciales breves, ayudar a los padres a prestar atención al pasado, el futuro, el etiquetado, los pensamientos dominantes o las afirmaciones sobre sus adolescentes o sobre ellos mismos que surgen cuando se sienten afectados (por ejemplo: "el hijo o la hija nunca va a cambiar", "nada va a funcionar","lo estoy haciendo mal como padre").
- Ayudar a los padres a darse cuenta de las diferentes emociones que experimentan cuando se enojan con sus hijos. A través de breves ejercicios de "toma de conciencia" o de "darse cuenta", apoyar a los padres para que observen lo que ocurre en su propio cuerpo, los sentimientos asociados con dichas sensaciones y sus acciones inmediatas: ¿Qué les da ganas de hacer en esos momentos?
- Presentar el "ciclo de conflicto" como un marco para comprender las luchas de los padres con sus adolescentes.
Patricia E. Zurita Ona, PsyD, es directora del East Bay Behavior Therapy Center y profesora adjunta del Wright Institute. Tiene una gran experiencia trabajando con niños, adolescentes y adultos con temas relacionados con estado de ánimo, actitud, ansiedad e imagen corporal. Zurita Ona también brinda servicios especializados para personas que luchan con problemas de desregulación emocional. Ella es coautora del libro "Mente y Emociones".
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