Todos somos susceptibles al cambio, ese es el riesgo y esa también es la esperanza.
Los pensamientos negativos forman las paredes de tu propia cárcel, una cárcel que creas para ti mismo. Liberarte de tu prisión es tan simple como cambiar tu manera de pensar.
Sé feliz con poco, con mucho, con todo, con nada, acompañado o solo.
La saturación de información termina por reducir y limitar la capacidad crítica y de pensamiento. La verdad termina por ser ahogada en un mar de irrelevancia
El primer signo de un ánimo equilibrado es la capacidad de mantener la tranquilidad en un lugar y en compañía de uno mismo. Seneca
No hay distancia más larga que la falta de interés.
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