1) Fíjate en los patrones habituales y no en las disculpas
Presta atención a los hábitos y costumbres arraigados; por más que se disculpe los va a seguir cometiendo a menos que realmente tome medidas y veas mejoras continuas y permanentes.
2) No te enamores de las potencialidades
A veces te puedes enamorar de lo que tal persona puede llegar a ser, de sus potenciales capacidades o habilidades, y al final dicha persona, por más que te esfuerces, no va a esforzarse en llevarlas a cabo.
3) Fíjate en todas las "señales de alerta"
Si notas algo raro o extraño según tu intuición, sexto sentido o criterio común, tenlo en cuenta y no lo obvies, ignores ni pases por alto creyendo que no fue nada.
4) Aprecia cuánto vales
Si aprendes a amarte a ti mismo, no aceptarás faltas de respeto, humillaciones, maltratos y elegirás mejor a la persona que vaya contigo y te represente.
5) No bajes tus estándares
Si no estás dispuesto o dispuesta a adaptarte o intentar comprender las características diferentes de la otra persona, no aceptes estar en una relación en la que luego tendrás "diferencias irreconciliables".
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