Los abrazos nos protegen contra el estrés
Está claro: en algunos momentos no necesitamos soluciones, consejos, recetas... lo que realmente necesitamos es un abrazo.
Algunas personas dicen "yo no soy de abrazos", pero generalmente esto es debido a que los han probado poco.
En algunas familias, lo de abrazar se ve raro, incómodo, o simplemente no se contempla.
El modo de transmitir y comunicar también se enseña y se aprende, igual que un idioma.
Sin embargo, este idioma vale la pena aprenderlo.
Varios estudios muestran los efectos benéficos de los abrazos en nuestra salud psicológica.
Con abrazos, los conflictos no nos estresan tanto.