viernes, septiembre 07, 2018

DIA 250: ¿UNA PERSONA INFIEL PUEDE CAMBIAR?

Así como sucede en la vida... de todo hay en este mundo.

Somos más de 6,000 millones de personas, por tanto existen todo tipo de personas en este mundo.

Y tengan en cuenta que nadie es igual a otro.

Considerando eso, podemos decir que siempre habrá excepciones a toda regla.

Es decir, es falso eso de que el infiel nunca cambia (porque hay casos que sí realmente han dejado de ser infieles) así como también la frase (que fácilmente la repite cualquiera) de que todos los hombres son iguales; cuando, por lo expresado anteriormente, eso no podría ser cierto en términos reales.

Es más, en Psicología, eso se llama una falacia (pensamiento distorsionado, creencia errónea, falsedad) de sobregeneralización.

¿QUÉ ES LA INFIDELIDAD?

Muchos autores y expertos han escrito sobre el tema y, si buscan en Google, van a hallar infinidad de definiciones o conceptos.

En una de las conferencias de la American Psychological Association a la que asistí, y en la que expusieron los mejores expertos en Terapia de Pareja, llegaron a la conclusión de que se consideraba infidelidad todo acto que significara el incumplimiento del compromiso de fidelidad según sea acordado entre ambas personas que conforman la pareja.

TIPOS DE INFIDELIDAD O DE INFIELES

Hay que diferenciar entre las personas que están acostumbradas a cometer infidelidades y desean seguir haciéndolo, ya sea que estén conscientes del daño que causan o no, ya sea porque lo vieron en sus padres, lo aprendieron de amistades, les gusta ser así, etc.; y existen otros casos donde se dio en alguna oportunidad, en alguna determinada circunstancia y se dieron cuenta de que esa no es la forma en que desean llevar su vida y valoran más su relación de base.

También hay que diferenciar entre los infieles formales (que consideran en casarse, convivir y/o tener hijos con la otra persona) e informales (que no están considerando ir más allá de algo casual, pasajero sin formalizar su relación).

Asimismo, cada persona tiene su forma particular de considerar una infidelidad, que va desde una simple mirada, una conversación, una amistad, un contacto físico, un beso, intimidad sexual, convivir, tener un hijo, bigamia, etc.

LOS MOTIVOS

Las causas o razones para que surja una infidelidad pueden ser miles y de eso se ha escrito bastante.

Lo más usual y probable es que no sea una sola causa o motivo sino un conjunto de factores que se dieron en determinadas circunstancias.

Evitar quedarse en el "¿por qué?" (pregunta de problemas, de estancamiento, de culpas, que provoca depresión) y más bien pasar al "¿qué?" y "¿cómo?" podemos y/o vamos a hacer (preguntas de soluciones, de personas adultas, maduras, saludables, con inteligencia emocional) de aquí en adelante: LAS SOLUCIONES.

¿CÓMO SABER SI PUEDE CAMBIAR?

Especifiquemos esa pregunta.
En vez de "cambiar" más bien hablemos de "mejorar" o de "dejar de ser infiel", ya que no se puede cambiar el temperamento con el que nace cada persona, pero si el carácter que es lo que aprendemos desde nuestro seno familiar.
Por eso, es necesario especificar bien lo que deseamos lograr.

Teniendo en cuenta que cada persona es diferente, podemos definir algunas características de las personas que realmente han dejaron atrás la infidelidad o de las que pueden llegar a lograrlo.

5 PASOS:

1) Reconocer que se ha hecho algo dañino hacia el otro miembro de la pareja (y para con uno mismo incluso, ya que no se ha sido fiel a sí mismo)

2) Admitir que se ha cometido una falta y, LO PRINCIPAL, que la corrige, enmienda, subsana, repara, mejora.

3) Pedir las disculpas del caso.

4) Realizar actos o hechos (que no quede solamente en palabras) que indiquen que realmente desea superar esa falta.

5) Hacer una demostración de que le está dando su lugar y prioridad a su pareja, ya sea ante la pareja misma, ante la otra persona, ante familiares, o en público, etc. (lo acordarán entre ambos) y SEGÚN HAYA SIDO EL CASO DE INFIDELIDAD y las características de cada miembro (ya que cada pareja y cada caso son distintos).

La persona que realmente se da cuenta que hizo mal, efectuará las mejoras, sin que se lo tengan que pedir o indicar, y la que no, buscará excusas o justificaciones y se verán los resultados
LA PERSONA QUE REALMENTE QUIERE, LO VA A HACER.

Si a la persona o a la pareja se le dificulta lograrlo por sí mismos, una indicación básica consiste en acudir a una Terapia de Pareja que sea comprobadamente efectiva y que no sea alguien que más bien vaya a contribuir a que se lleven peor de lo que estaban. Por eso es bueno hallar un buen profesional, experto en Terapia de Pareja.

Y sí, por mi experiencia de años de estar recibiendo a parejas con problemas de infidelidad, puedo concluir que definitivamente existen hombres y mujeres que pueden mejorar y eliminar y/o controlar las conductas inadecuadas. He atendido personas alcohólicas, drogadictas, violentas, infieles, etc. que sí han logrado superar los hábitos contraproducentes, así como otras que han seguido en lo mismo, inconscientemente repitiendo lo que aprendieron en el pasado.

¿CUÁL ES LA CLAVE?

La clave es el darse cuenta, la toma de conciencia.

Los que no reconocen que tienen una dificultad que les conviene superarla, son los que van a seguir en lo mismo.

Cuando una persona realmente desea mejorar no hay ser o cosa en este mundo que se lo pueda impedir.

Sin tener que forzarla, obligarla, manipularla, sino por su propia y libre voluntad.

De allí, podrá recurrir a ayuda adicional ya sea mediante información en internet o acudiendo en persona.

Finalmente, una persona emocionalmente estable y saludable puede reconocer cuando está en una relación dañina, tóxica, perjudicial, enfermiza. 

Corresponde a cada persona también llegar a reconocer cuando realmente el otro miembro de la pareja no desea mejorar o aún no está del todo consciente y/o maduro emocionalmente (si fuese el caso, ya que no todas las personas ni las infidelidades son iguales).

Y esperar a serenarse antes de tomar decisiones significativas y/o trascendentales para sus vidas, con la finalidad de no tomarlas en forma impulsiva para luego evitar estarse arrepintiendo o lamentando por lo decidido.

Autor: Lic. Luis Venegas Chalen, Psicólogo y Psicoterapeuta de Parejas 

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