Artículo extraído del Chicago Tribune "Cómo las mentiras blancas o piadosas pueden beneficiar a los pacientes con Alzheimer". El enfoque comúnmente denominado "mentiras piadosas terapéuticas" (therapeutic fibbing), es una estrategia efectiva aunque controversial, de acuerdo con la Asociación de Alzheimer. En resumen, se refiere a mentir (o no corregir un concepto erróneo o una idea falsa) con el fin de disminuir la agitación y la ansiedad en una persona con Alzheimer o demencia. Martin Schreiber, 79 años, ex gobernador de Wisconsin y autor de "Mis Dos Elaines: Aprender, Adaptarse y Sobrevivir como cuidador de un familiar con Alzheimer. Elaine es su esposa. En una entrevista telefónica, Schreiber, también de 79 años, me contó cómo justifica este enfoque. "Elaine pregunta repetidamente, '¿Cómo están mis padres?' Al principio de su enfermedad, le conté la fría verdad, que es que ambos están muertos. La conmoción en su rostro fue tan devastadora porque le preocupaba no haber ido al funeral o que no se hubiera despedido". Con el tiempo (ha sido diagnosticada hace 14 años), Schreiber dice que podía ver claramente la ansiedad que provocaba la verdad, razón por la cual comenzó a decirle mentiras piadosas, diciéndole en cambio: "Tus padres están muy, muy felices. De hecho, tu mamá está en la iglesia ". Schreiber dijo que no hay beneficio en tratar repetidamente de corregir a los seres queridos y que una mentira piadosa más bien puede ayudar a mejorar el vínculo entre el cuidador y el paciente. "Se trata de la importancia de unirse al mundo de la persona con Alzheimer", dijo. Antes de colgar, Schreiber contó una última historia. No hace muchos años, dice, Elaine le dijo con naturalidad: "Comienzo a amarte más que a mi esposo". Él no la corrigió, ni preguntó por el "despistado" de su marido. "Simplemente disfruté de ese momento de alegría", dijo. Aunque los médicos y especialistas en ética médica en general son partidarios de decir la verdad, los expertos en demencia tienden a apoyar este tipo de mentiras piadosas, con ciertas advertencias. "Para las personas con deterioro cognitivo a un nivel en el que no pueden absorber o procesar la información lo suficiente como para entenderla, las mentiras piadosas terapéuticas son una forma de evitar afectarlos en formas que no sirven para ningún propósito", dijo Amy D'Aprix, un experto en geriatría y cuidados al adulto mayor, y creador del programa de capacitación para el cuidado del paciente mayor con Alzheimer, "Home Instead". Pero D'Aprix también advierte que los cuidadores no deben justificar contar una mentira piadosa terapéutica para evitar conversaciones difíciles o dolorosas. "Una vez me preguntaron si una nuera debería contarle a su suegra, que tenía demencia, que su hijo acababa de morir, le dije: 'Sí, merece que se lo digan una vez o tal vez dos'. Eso es porque la madre se merecía el derecho a estar triste o afligirse incluso si no podía retener la información. Pero más veces que eso, eso simplemente se siente cruel". Ojalá hubiera sabido más sobre todo esto después de que mi madre murió el año pasado, porque mi padre preguntaba repetidas veces, a veces 10 veces en una hora, ¿dónde está ella?. Sentí que tenía que ser honesto y decirle la verdad, y así lo hice. "Mamá falleció, papá". Cada vez que eso sucedía, yo podía ver como su rostro absorbía el doloroso impacto o shock. Karlawish, co-director del Centro para la Memoria de la Universidad de Pennsylvannia, también advierte enérgicamente que hay una gran diferencia entre aceptar el sentido diferente de la realidad del paciente y burlarse de eso, lo cual él dice que lo ha presenciado con cierta frecuencia en más de 20 años de práctica en esta especialidad. "No te pongas a intercambiar miradas de burla con las personas a tu alrededor. No te rías burlonamente. No bromees diciendo que es 1963 cuando es 2018". D'Aprix es firme en que las mentiras piadosas terapéuticas no son la única respuesta para todas las situaciones. Ella también recomienda que los cuidadores consideren estas otras estrategias: - Intentar cambiar el tema. En lugar de mentir o enfrascarse en una discusión, redirija a la persona a hablar acerca de un tema diferente. - Empatía. Escuche la emoción que guía la conducta del paciente y valídela, en lugar de discutir los hechos. Por ejemplo, si la persona está enojada o agitada, reconozca esos sentimientos como reales, los cuales en efecto son reales, incluso si el objeto de su ira no lo fuese. - No intente forzar a los pacientes a ver las cosas a través de los ojos de usted. Quizás simplemente no puedan hacerlo, y cualquier esfuerzo puede conducir a una mayor agitación o sufrimiento. - Aceptar su realidad incluso cuando difiera de la tuya. Si tu ser querido está bien y no está en peligro, déjalo estar en su propio mundo, aconseja D'Aprix. Traducido por el Psicólogo Luis Venegas Chalen del texto original en inglés: http://www.chicagotribune.com/lifestyles/health/ct-alzheimers-white-lies-20180320-story.html
La sra. Elsy, bien equilibrada y orgullosa, de 92 años de edad, completamente lista cada mañana para a las 8 en punto, con su cabello peinado estilo peluquería y un maquillaje perfectamente aplicado (aun sabiendo que ella era casi ciega) se mudó a un asilo de ancianos. Su marido con el que estuvo casada durante 70 años, recientemente había muerto, obligando a que esta mudanza fuera necesaria. Después de muchas horas de espera pacientemente en la recepción del asilo de ancianos, sonrió muy dulcemente cuando le avisaron que su habitación estaba lista. Mientras ella maniobraba su andador hacia el ascensor, la empleada le daba una descripción detallada de su nuevo pequeño cuarto, incluyendo las sábanas y cortinas que habían sido colgadas en su ventana. "Me encantan", dijo ella con el entusiasmo de un chiquillo. "Sra. Elsy, usted aún no ha visto el cuarto... espere a verlo". "Eso no tiene nada que ver", contestó la anciana. "La felicidad es algo que uno decide con anticipación. El hecho de que me guste mi cuarto o no me guste, no depende de cómo esté arreglado el lugar, depende de cómo yo arregle mi mente. Yo ya había decidido de antemano que me encantaría. Es una decisión que tomo cada mañana al levantarme. Estas son mis posibilidades: puedo pasarme el día en cama enumerando las dificultades que tengo con las partes de mi cuerpo que ya no funcionan, o puedo levantarme de la cama y agradecer por las que sí funcionan. Cada día es un regalo, y por el tiempo que mis ojos se abran me enfocaré en el nuevo día y en las memorias felices que he guardado en mi mente... sólo por este momento en mi vida. La vejez es como una cuenta bancaria... uno extrae de lo que haya depositado en ella. Entonces mi consejo para ti es que deposites una gran cantidad de momentos de felicidad en la cuenta bancaria de tus recuerdos". CINCO SIMPLES REGLAS PARA SER FELIZ: 1. Libera tu corazón de odio 2. Libera tu mente de preocupaciones 3. Vive humildemente 4. Da más 5. Espera menos
Para tener una buena salud en la vejez es necesario haber disfrutado de una buena salud en las etapas anteriores de la vida. Disfrutar de una buena salud es la consecuencia de practicar un estilo de vida que incluya una serie de hábitos que se deben adoptar y mantener: Seguir una dieta saludable, es decir, variada en cuanto a alimentos y ajustada a nuestras necesidades energéticas. Practicar un estilo de vida activo: andar, subir escaleras, bailar, dedicar algunas horas semanales a hacer deporte, moverse. Son consejos de actividad para el mayor. También, dormir las horas necesarias para que el cuerpo esté descansado. Reservar el alcohol para ocasiones especiales y beber siempre con moderación. No fumar. Obviamente, todos estos consejos son aconsejables ya desde los primeros momentos de la vida adulta.