Entre las fuentes comunes de estrés durante este período se incluye una reducción significativa de las actividades, de los estímulos sensoriales y de los compromisos sociales; tensión financiera por no poder trabajar; y la falta de acceso a estrategias usuales de afrontamiento como ir al gimnasio o asistir a servicios religiosos.
Las investigaciones psicológicas han hallado que durante un período de distanciamiento social, cuarentena o aislamiento, se puede experimentar lo siguiente:
Miedo y ansiedad
Puede sentirse ansioso o preocupado porque usted o los miembros de su familia contraigan COVID-19 o lo transmitan a otros. También es normal tener inquietudes sobre la obtención de alimentos y suministros personales, sobre tomarse un tiempo libre del trabajo o cumplir con las obligaciones del sostenimiento familiar. Algunas personas pueden tener problemas para dormir o para concentrarse en las tareas diarias.
Depresión y aburrimiento
Al efectuar una pausa en el trabajo y otras actividades significativas se interrumpe su rutina diaria y puede provocar sentimientos de tristeza o mal humor. Los períodos prolongados de tiempo en el hogar también pueden causar aburrimiento y soledad.
Ira, frustración o irritabilidad
La pérdida de libertad personal asociada con el aislamiento y la cuarentena a menudo puede ser frustrante. También puede experimentar enojo o resentimiento hacia aquellos que han emitido órdenes de cuarentena o aislamiento o si siente que estuvo expuesto al virus debido a la negligencia de otra persona.
Estigmatización
Si está enfermo o ha estado expuesto a alguien que tiene COVID-19, puede sentirse estigmatizado por otras personas que temen contraer la enfermedad si interactúan con usted.
Fuente: https://www.apa.org/practice/programs/dmhi/research-information/social-distancing
Las posibles soluciones en: como-enfrentar-al-coronavirus.html
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